Uno de mis contactos en una red social me
ha enviado una solicitud para protestar en cierta forma contra la decisión
unilateral de la compañía que ha creado la citada red y que por tanto la
gestiona, de que cada usuario añada su biografía. Al mismo tiempo me he
percatado de que son muchos los usuarios de la citad red que están en contra de
activar ese nuevo apartado. Y les comprendo.
Porque los de a pie, la gente normal y
corriente no creemos tener biografía. Y la tenemos. Al parecer asociamos esa
palabra con la gente cuyo nombre por méritos propios ciertos o fabulados
aparece en la prensa o en los diccionarios.
Lo cierto es que un texto que se presente
como nuestra biografía dice en realidad muy poco de nosotros. Dice mucho de
nuestra imagen publica pero muy poco de nuestra verdadera esencia.
Podemos decir que hemos nacido en una
ciudad determinada en una fecha determinada, que hemos cursado unos estudios
determinados y que trabajamos o hemos trabajado en un sector o una empresa, o
varios sectores y empresas, determinados. Pero eso no nos define como seres únicos
y especiales. Tan solo son datos.
Lo que nos define realmente son las
acciones, las decisiones, las experiencias que nos han convertido en lo que
somos. Y por supuesto nos define una parte intima que en la mayoría de los
casos nadie, ni siquiera la familia, los amigos íntimos o nuestra pareja
conoce.
Creemos que lo sabemos todo de todos y
creemos que es saludable. Que es necesario. Que nos permitirá conocer mejor a
las personas con las que nos relacionamos. Pero no es cierto.
A mi lo que realmente me gusta es conocer
detalles de ciertos personajes, que permiten comprender sus acciones, sus
decisiones. Detalles que les hacen más humanos, más cercanos.
Un conocido actor norteamericano que
destaca en el genero de la comedia, es en realidad doctor en filosfía, ha
publicado diversos ensayos, publica diariamente sus artículos en un prestigioso
periódico y ha dado a luz tres novelas, una de ellas escrita en tercera
persona, sin olvidar que es un virtuoso autodidacta del banjo.
Otro actor fue criticado durante años por
alternar en su filmografía títulos magníficos y producciones que podríamos
denominar alimenticias. Nadie comprendía porque. En realidad estaba ayudando a
mantener económicamente a la familia de otro compañero de profesión y amigo,
que tras sufrir un grave accidente de equitación quedó tetrapléjico y que al
agotarse su seguro médico de no ser por la ayuda de su amigo no habría
sobrevivido. Posteriormente el actor que aceptaba papeles mediocres o
alimenticios se hizo cargo del hijo de su amigo cuando este murió y más tarde
también falleció su esposa victima de cáncer.
Otra actriz aunque es licenciada en chino
mandarín es más conocida por haberse convertido en la esposa de un actor en
ciernes que se ganaba la vida como camarero y era más joven que ella varios
años.
Otra actriz cursó sus estudios en la Sorbona
de París y además de formar parte del grupo de seres superdotados
intelectualmente ha desarrollado una magnífica carrera no solo como actriz sino
también como directora.
Dos actores ya consagrados en cierta
ocasión pidieron al director de la película en la que trabajaban que les
escribiese una escena en la que ambos compartiesen cámara. Querían recordar los
tiempos en los que empezaban y uno de ellos recién casado acogió al otro en su
apartamento e convirtió su cocina en dormitorio improvisado instalando una cama
plegable.
Otro actor recientemente fallecido
desarrolló una prestigiosa carrera interpretativa por casualidad. Cuando tenía
tres años los médicos le extirparon un ojo puesto que un tumor había afectado
al nervio óptico y al globo ocular. Lejos de acomplejarse llevó una vida normal.
Intentó alistarse en la marina de los EEUU tras Pearl Harbour pero
evidentemente fuer rechazado. Entonces formó parte de la flota mercante que
llevaba al frente alimentos y combustible. Cuando se licenció volvió al instituto,
se graduó, ingresó en una prestigiosa universidad y se convirtió en un experto
en auditorias trabajando para el estado. Su trabajo le producía gran estrés.
Así que decidió relajarse asistiendo a clases nocturnas de teatro amateur. Su
profesora sin consultar con él, envió a un estudio la grabación de un ensayo y
en poco tiempo dejó la contabilidad para centrarse en la interpretación.
Otra actriz era vecina de un joven
aspirante a actor. Ambos mataban el tiempo jugando a cartas en las largas
noches de invierno en las que no tenían trabajo, ni perspectivas de tenerlo ni
un céntimo para gastar. Cuando ella consiguió su primer trabajo como modelo
fotográfica, lo primero que hizo fue comprarle a su amigo un abrigo decente que
le abrigase y con el que pudiese presentar buen aspecto en las entrevistas de
trabajo y las audiciones.
Un conocido escritor redactó una historia
de terror que acabó en el cubo de la basura. Su esposa decidió sin consultarle
que el texto merecía una oportunidad y sin decirle nada envió una copia a
varias editoriales. Un domingo que regresaban a casa con su hijo enfermo y con
la certeza de que no tenían dinero para comprar las medicinas que necesitaba el
niño, encontraron en el buzón la carta de una de las editoriales que no solo se
interesaba por publicar el libro sino que también adjuntaba un cheque que
resultó providencial.
Un actor y un guionista ambos de gran
talento, desde el principio de sus días de estudiantes fueron clasificados como
casos perdidos. Su capacidad para asimilar conocimientos académicos y para
avanzar en el programa de estudios era nula. En ambos casos alguien se interesó
por ellos y descubrió que en realidad eran disléxicos. Con la ayuda adecuada no
solo mejoraron su rendimiento sino que forjaron unas magnificas carreras
profesionales.
Otro actor por el que nadie apostaba un céntimo
con el tiempo no solo se ha convertido en referente de la interpretación sino
que también ha destacado como director sin olvidar que es compositor y que
posee una productora y un sello discográfico.
La lista de casos en los que la biografía
que conocemos no es la real, la que define a sus protagonistas es muy extensa.
Tanto que necesitaríamos varios años para transcribirla.
Así que llegado este punto no tengo claro
si la citada red social en realidad habla de curriculum vitae o de biografía.
Si se refiere a un curriculum vitae este ya aparece de forma más o menos
detallada en el apartado que recoge nuestro perfil. Si se trata de biografía
pura y dura, entonces creo que no han acertado.
Porque una biografía es algo demasiado
complicado como para simplificar y en ocasiones tampoco resulta demasiado
fiable puesto que los detalles más importantes con el paso del tiempo los
olvidamos o los recordamos con mayor benevolencia de la que merecen.
Por otra parte hasta que no abandonamos
este mundo, hasta que La Parca no decide llevarnos con ella, nuestra biografía
no está completa. Lo importante es que y cuando hicimos tal cosa o alcanzamos
tal logro. Lo importante es abandonar este mundo con la tranquilidad de que lo
que hicimos fue porque nos lo dictó el corazón y porque fuimos coherentes con
nuestra forma de pensar.
Espero tardar muchos años en escribir el
punto final a mi biografía. Espero que alguien me recuerde no solo por los
fallos sino por algún pequeño acierto. Espero en definitiva que alguien me
recuerde cuando mi voz se pierda definitivamente en el cosmos.