NO MUCHACHO, NO ERES ORSON WELLES

Los que me conocen saben que soy muy barojiana y me muevo a partir de mis filias y mis fobias. Y tú desde el principio, desde siempre eres una de mis fobias. 

Los motivos son muchos y muy variados. Pero no importa, no te importan porque a ti no te llegarán nunca. Y tampoco importa porque tu estas en el candelero y eres líder de audiencia y yo soy una eterna figurante en la profesión, a pesar de que te doblo la edad.

Por otra parte como dijo Medgar Evers "si odias (en mi caso cambiaré esta palabra por "si alguien te cae mal") a alguien el problema lo tienes tu porque el otro nunca se entera y ese sentimiento negativo solo te perjudica a ti". 

En fin, porque soy mayor que tú y porque he visto un poco más de mundo que tú a pesar de no haber viajado tanto como tú o haber triunfado como tú, me permito hablarte desde un lugar en la vida llamado “estoy de vuelta de casi todo”.

Te has situado de nuevo como líder de audiencia de la noche del domingo. Enhorabuena. Imagino que te sentirás muy orgulloso. Mucho.

Antes de ayer rompiendo una de mis reglas de oro (no ver tu programa), me senté ante el televisor para verlo. 

Durante los días previos a la emisión los espacios de promoción estratégicamente emitidos fueron calentando el guiso a fuego lento.

Tus defensores, fans y demás público que te adora hasta el paroxismo y te hacen la ola cada vez que tu programa se emite, estaban encantados pensando en que descubrirías la sopa de ajo informativamente hablando acerca de las sombras de aquel día de febrero en el que se nos paró el pulso.

Yo pensé que a lo mejor aportabas algún dato importante o desconocido y como te decía me senté ante el televisor en una especie de tregua unilateral.

Desde el minuto inicial mi indignación y mi cabreo fueron en aumento puesto que hablabas de una operación política a gran escala en la que aquellos en los que el pueblo confió una vez “nos engañaron por nuestro bien”.

Y lo más curioso es que te creí, creí lo que contaban personas a las que hasta ayer respetaba profesional e intelectualmente porque estamos acostumbrados a que los que “mandan” nos traten como a niños de teta, menores de edad, a los que hay que custodiar y vigilar no sea que piensen y tomen decisiones acertadas.

Poco a poco algunos contactos de twitter me comentaron que se trataba de un falso documental, un montaje, una patraña. No daba crédito. Aunque estoy acostumbrada a esperar de ti todo tipo de maniobras para lograr altos indicies de audiencia, esta sinceramente no la esperaba.

Ni tampoco podía esperar que gente a la que como te he dicho, hasta ayer respetaba, se hubiese prestado a colaborar en semejante experimento televisivo.

Lo más humillante llegó con las tomas falsas, el making-off en el que todos “se hacían tanta gracia”.

Perdona si te digo que lo de anoche no tuvo ni puñetera gracia.

Ya sé que un montón de gente dice que aquellos que expresábamos nuestro monumental cabreo no tenemos sentido del humor, que nos tomamos las cosas, la vida demasiado en serio.

No estoy de acuerdo. Considero que tengo mucho sentido del humor. No obstante no me río de quien resbala con la cáscara de un plátano. Quien lo pasa mal o sufre no me provoca carcajadas.

He consultado tu biografía y he descubierto que aquella tarde de febrero tú tenías 8 añitos. Así que dudo mucho que fueses consciente de lo que pasó. De lo que estuvo a punto de pasar. No obstante siempre puedes preguntar en casa que tal lo vivió tu familia y no creo que se lo tomasen a guasa.

Aquella tarde de febrero muchos supimos que algo no iba bien, cuando al conectar la televisión vimos que Joaquin Arozamena, que habitualmente se movía ante la cámara de forma continua, ofrecía un avance informativo en el que hablaba de la “autoridad competente” con un gesto de tensión que resultaba tan inesperado como extraño.

De inmediato algunas compañeras de clase que al llegar a casa habían conectado la radio, empezaron a llamarme preguntando por lo que estaba sucediendo. Todos sabíamos que pasaba pero necesitábamos que otros nos lo confirmaran.

Mi madre que trabajaba como limpiadora en una escuela municipal y sus compañeras fueron enviadas de vuelta a casa tan solo media hora después de empezar su turno. 

La decisión fue de la encargada del servicio una mujer de convicciones políticas sólidas, que perdió a sus padres al acabar la guerra civil. Como eran personas señaladas alguien ordenó un registro en su casa, y encontraron libros prohibidos bajo el colchón. El matrimonio no salió del lugar en el que les interrogaron puesto que los métodos empleados para obtener información, les provocaron la muerte.

Mi padre trabajaba en el turno de tarde noche en una fábrica de Poble Nou y no llegó a casa hasta pasadas las 23:00h. Fue una espera angustiosa. Luego nos contó que desde el autobús vio una ciudad vacía y escondida, y lo que le pareció cientos de policías de unidades de caballería y furgones situados en el centro de la ciudad, esperando nadie sabía qué (que a lo mejor no eran tantos pero el miedo te impide llevar la cuenta).

Mi abuela se pasó toda la tarde y parte de la madrugada repitiendo “otra vez no por Dios, otra vez no”. Y fue entonces cuando por fin alguien de mi familia me habló del Golpe de Estado del 18 de Julio de 1936, de las primeras horas de la guerra y de lo que pasó en la guerra y en los años posteriores.

Mi familia perdió a dos personas jóvenes, al igual que miles de familias de este país. Mi abuela pasó los tres años de guerra durmiendo en el patio de vecinos, esperando que amaneciese y cubierta con una manta, esperando que mi abuelo regresara de su trabajo en un puesto avanzado de vigilancia de la línea férrea de la provincia de Córdoba. Cada día al llegar el alba contaba los tiros de gracia de las ejecuciones que se habían llevado a cabo en el Cementerio de San Rafael.

Mi abuela pensaba en uno de sus nietos mayores, mi primo, que esa tarde viajaba en un tren camino de Madrid para incorporarse a filas, puesto que entonces el servicio militar era obligatorio. Se de otra gente que en Valencia durmió en el cuartel vestido con el uniforme y el fusil.

Otros pasaron la noche quemando documentos “comprometedores” y haciendo las maletas para cruzar la frontera, porque aunque no habían cometido delito alguno, si las cosas salían mal sabían que tal vez sus vidas estarían en peligro.

Tras una larga noche al día siguiente fui a clase. Todo era muy extraño, el tiempo se movía a cámara lenta. Junto a mi mesa de estudio uno de mis compañeros, gamberro profesional y poco amante de la disciplina, permanecía inusualmente quieto escuchando un pequeño aparato de radio. Me comentaron que el director del centro le había permitido aquella licencia porque su tío favorito estaba retenido en el Congreso. Era diputado. Y su sobrino lo estaba pasando francamente mal.

Más tarde quienes han protagonizado un sainete con verificadores incluidos, mataron a aquel diputado maravilloso, hombre de paz y valiente, tan valiente que les plantó cara. Seguro que te suena su nombre. Ernest Lluch.

Años después un prestigioso comunicador radiofónico me contó su experiencia en aquella noche de febrero. Recibió una llamada desde Madrid del dueño de la emisora en la que trabajaba. La consigna fue que nadie debía jugar a ser héroe. Que si los militares tomaban el control de la emisora, que no se negaran. Acto seguido todos los que estaban de guardia buscaron discos de música militar y los emitieron a lo largo de la noche, mientras buscaban corbatas. El motivo era extraño pero comprensible. Nadie en aquel tiempo vestía con corbata y estaban seguros de que usar corbata en caso de hablar con militares les haría parecer más respetables.

Por fin a mediodía todo acabó bien. Sin sangre sin heridos. Solo con un sobresalto en el cuerpo que no se nos ha quitado a pesar de haber pasado más de 3 décadas.

Tenías la oportunidad de hacer algo serio e instructivo, de explicar a los más jóvenes que sucedió, de hablar de una transición que no ha sido tal. Pero no ha sido así. Dices que lo has hecho para denunciar la manipulación de los datos y de que en ocasiones por no decir siempre no se tratan con rigor ciertos temas.

Y para mostrar lo dúctiles que somos, para enseñarnos como nos manipulan los medios y quienes los dirigen te has convertido en alguien que reparte lecciones. Me parece un acto de soberbia por tu parte. Como soy un poquito mayor que tú, te aseguro que no necesito tus lecciones de buen hacer informativo. Te aseguro que suelo consultar todas las fuentes y que luego me formo mi propia opinión, personal e intransferible.

Te comparan con el nuevo Orson Welles y lo permites. Quienes han afirmado que eres un genio a la altura del maestro Welles olvidan la realidad y la verdad de aquella emisión de radio del último día de octubre de 1938.

Pero es que además no has sido original. En absoluto. Antes que tu Josep (Pitu) Abril, hizo lo propio en 1991 con una ficción informativa dentro del programa El Camaleón de TVE2.

Basándose en los datos que llegaban de la antigua URSS Abril junto a Joaquin Guzman informaron falsamente de un golpe de estado en Rusia y del rumor no confirmado de la muerte de Mihail Gorvachov. 

Citaron agencias de prestigio como Reuters o Efe para sostener su producto y crearon un clima de tensión de tal calibre que el entonces presidente del gobierno Felipe González Márquez abandonó una reunión de alto nivel para informarse sobre la crisis en cuestión. 

El hecho de que diversas agencias y medios de comunicación solventes dieran crédito a la “información” que abril estaba ofreciendo en directo dio lugar a una peligrosa dinámica.

La embajada de Rusia en España presentó una queja formal exigiendo disculpas y responsabilidades.

Abril se tomó por consejo de su superior inmediato “dos semanas de descanso”. En ese tiempo le llegaron criticas demoledoras de todos los frentes. Fue tan fuerte el vapuleo que Abril se quedó tocado.

Cuando se reincorporó a su puesto en los servicios informativos el eco de la “noticia” que había protagonizado todavía resonaba.

No obstante la historia en un giro caprichoso y terrible convirtió la ficción de Abril en realidad y aquel verano del 91 se produjo un golpe de estado en Rusia, que borró de un plumazo la dinámica de la Perestroika y la Glasnost y encumbró al podio de los líderes dudosos a Boris Yeltsin.

Josep (Pitu) Abril pretendía reflexionar sobre la precipitación de los medios a la hora de ofrecer información. A la necesidad de contrastar cada dato antes de ofrecerlo al público.

Lo de ayer no se trataba de una revisión sobre la veracidad de la llegada del hombre a la luna.

Lo de ayer fue pura y simplemente un nuevo paso en el juego que hace tiempo que practicas como niño mimado de la comunicación. Y ni siquiera has sido original. 

Porque como ves otros lo hicieron antes que tú. Bueno y otros después. Porque el trabajo de Iker Jiménez en Cuarto Milenio fue increíble.

Mira tú por donde un programa que sabe siempre que suelo pisa resulta que nos deparó una grata sorpresa y muchos datos, muchísimos de aquella noche de febrero.

Sinceramente no era necesario tu ejercicio de transparencia y reflexión. Antes que tú un maestro de la manipulación dejó huellas terribles en la humanidad. Fue quien dijo que repetir una mentira miles de veces la convierte en realidad. Se llamaba Joseph Goebels. 

Blanca Rosa Fernández

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MUJERES CON CURVAS, CORAZONES QUE SUFREN

AHORA

Hace unas horas que ha finalizado el pase de una película de producción francesa en una cadena nacional. Uno de esos productos de sobremesa perfectos para practicar  el maravilloso arte de la siesta mediterránea en la tarde del sábado. Pero no ha sido así. Ha captado mi atención desde el primer instante porque el tema del guion para mí no es una simple historia, es algo que me afecta de forma personal. 

La trama giraba en torno a la vida de una mujer que trabaja como ejecutiva en una multinacional de cosmética y belleza, felizmente casada, madre de una hija y virtuosa del piano. 

Su círculo social es escaso, los “amigos de su madre política” se burlan de ella en su propia cara, la gente la mira de forma descarada por la calle… simple y llanamente porque es fea. Ese es el gran problema. Es fea. En su mejilla izquierda presenta una mancha cutánea que hace que se sienta acomplejada.

La gota que colma el vaso llega cuando compite con dos candidatas más para un puesto de mayor responsabilidad y que implica contacto directo con el público. Y a pesar de su preparación, su inteligencia, su experiencia, a pesar de todo, el cargo recae en una candidata más joven, que habla alemán y japonés y que es guapa, atractiva y muy seductora. 

La empresa amplía sus intereses hacia el campo de la cirugía estética y es entonces cuando la vida de la ejecutiva, felizmente casada pero fea cambia. Se somete a una operación de estética y el cambio es espectacular. En todos los sentidos. De pronto como no es fea, la empresa descubre lo inteligente y eficiente que es y valora su experiencia y sus conocimientos. 

El resto de la historia es extraño pero posible. El esposo se obsesiona con ella. La acusa de engañarle, la acosa, la secuestra en la buhardilla, enloquece porque de pronto se le escapa la “pobrecita fea a la que él siempre ha querido” ya no le pertenece, sabe que el mundo resultará muy interesante para ella. 

Lo curioso es que ella solo ha cambiado de aspecto. Sigue siendo la misma, sigue amando a su esposo y quiere a su hija. Pero él no lo ve así. Entra en pánico al pensar que le abandonará. 

HACE DOS DÍAS

Hace dos días recibí la llamada de un conocido invitándome a un evento que dijo “probablemente me resultaría interesante”. 

Se trataba de una charla sobre cirugía aplicada a la reducción de peso (by-pass gástrico) y era más que probable que asistiera algún medio de comunicación. 

Mi interlocutor me aseguró que sería un acto breve, que no era necesario que formulase preguntas, me comentó la ubicación. Le respondí que desafortunadamente no me era posible asistir puesto que tenía una cita médica programada con cierta antelación. 

Durante todo el día no dejé de pensar en el evento y en el motivo principal por el que recibí la llamada. 

No fue por mi formación como técnico sanitario especializada en dietética y nutrición o por mi experiencia en medios de comunicación, o porque me guste escribir, o me exprese con cierta soltura o se me pueda considerar relativamente inteligente. 

Tampoco pensaron en mí porque tengo el cabello y los ojos castaños. Simple y llanamente fue porque soy gorda, porque tengo sobrepeso. Ese es el único motivo. 

Tampoco podía dejar de pensar en una maravillosa mujer que recientemente se ha sometido a una intervención quirúrgica que implicó la aplicación de un by-pass 
gástrico. 

El suyo era un caso grave de sobrepeso, que afectaba su salud. En estos momentos se recupera de forma lenta pero segura. No se rinde y avanza con disciplina y entrega en cada paso del proceso. Es una mujer inteligente, con gran sentido del humor, creativa, madre de una adolescente encantadora que ha tomado una decisión difícil y dura: pasar por quirófano, para garantizar que su salud mejorará. 

Días antes de la intervención charlábamos sobre sus sentimientos, sobre el miedo a dar aquel paso. Pero lo que más me rompía el corazón era escucharla cuando decía hablaba de su problema desde el punto de vista estético y se describía con palabras negativas, llenas de resentimiento. 

En mi caso, no siempre he sido “gorda”. He tenido mis momentos. Pero aun así nunca he sido guapa, ni siquiera bonita. Si os digo que no me preocupa o no me ha preocupado, os miento. 

Me hubiese gustado formar parte del grupo de las mujeres aceptables y estéticamente correctas. Pero la madre naturaleza tenía otros planes para mí. 

LA NOTICIA EN EL INFORMATIVO

Volviendo al evento al que fui invitada, al llegar la noche me sorprendió una noticia en el informativo de la noche. Entre crisis política  y crisis económica, el conductor comentaba que en estos tiempos en los que encontrar trabajo resulta tan complicado especialmente para las mujeres, algunas deciden pasar por quirófano, para reducir su peso, puesto que nadie contrata a personas con obesidad y menos si eres mujer. 

Seguidamente daba paso a la crónica grabada esa misma mañana. Creí reconocer el lugar en el que se había grabado como el hotel en el que se me había citado. 

Una de las jóvenes entrevistada era una enfermera cualificada a la que no contrataban porque tenía sobrepeso. La segunda era una joven administrativa a la que nadie contrataba porque no resultaba adecuada para tratar con el público. 

Ambas aseguraban que tras someterse a la intervención y perder peso, había encontrado empleo y se sentían realizadas y felices. También comentaban que en el caso de que te contraten si tienes sobrepeso te asignan a departamentos en los que casi nadie te ve. 

No podéis imaginar cómo me sentí al escuchar lo que se decía en aquel mini-reportaje.

Y tampoco podéis imaginar cómo me he sentido al ver otra noticia “estupenda” que informaba sobre la presentación de una nueva línea de moda femenina pensada exclusivamente para mujeres con “curvas” mujeres “grandes” porque eso es muy español. 

La voz en off no obstante dejaba claro que no se trataba de patronaje destinado a las “tallas grandes”. Imagino que las que pasamos de la talla 60 no debemos ser suficientemente españolas o mediterráneas. 

Seguro que pensáis que no es para tanto. Que no hay que dramatizar. Os aseguro que es para tanto y más y que no dramatizo. 

Porque si atendemos a los impactos informativos que nos rodean y a la información que recibimos, tenemos un serio problema, nuestra sociedad tiene un grave problema de salud y de percepción. 

Por muchas veces que la haya escuchado nunca deja de sorprendente que la buena gente que te rodea se permita preguntarte acerca de “si has pensado en perder peso”. 

Por muchas veces que haya pasado nunca te acostumbras a la gente que “te mira fijamente por la calle y sin disimulo comenta casi en tu oído que estás gorda”. 

Por mucho que sepas que pasará no puedes evitar sonreír “cuando quedas por primera vez para comer con alguien y se sorprende al comprobar que comes incluso menos cantidad que tu acompañante”. 

Por muchas veces que suceda “no dejas de sentirte mal cuando sabes que tus interlocutores masculinos difícilmente pensaran en ti como algo más que una amiga… (Chicos no os trato de superficiales…pero los ojos mandan y vosotros y yo sabemos que es así) porque precisamente no estás entre las más populares”. 

Para las chicas no eres una amenaza, ni tan siquiera competencia. Porque ellos siempre opinarán que eres simpática y agradable y maja pero nunca dirán que eres “sexy”. 

No dirán que eres sexy porque el vocabulario también tiene su función. Si un caballero sale con una chica con sobrepeso inconscientemente se le considerará como perdedor. Si una chica acaba saliendo con un caballero con cierta envergadura corporal se dirá que es un muchacho de "hueso ancho, fuerte, robusto..."


A la hora de una entrevista de trabajo, por mucho que te digan los coachs y demás expertos en comportamiento humano que seas natural, el hecho de presentar una imagen nada ajustada a los cánones estéticos actuales y en mi caso ser mujer de edad más que mediana es decisivo para escuchar “ya le llamaremos” en un tono que sabes que garantiza que no te llamarán. 

A nivel nutricional tenemos un grave problema en Occidente. Por una parte “penalizamos” a quien no cumple los requisitos estéticos. 

Por otra parte las parrillas de programación de las cadenas de televisión cuentan con una amplia oferta de programas centrados única y exclusivamente en la comida: restaurantes con problemas pero que se salvan de la quiebra, espacios de cocina en directo, concursos para encontrar al chef del año, concursos para elaborar los mejores postres, concursos en los que las madres demuestran lo bien que cocinan, programas especiales que llegan con el nombre de Crónicas Carnívoras, programas en los que un ex-soldado somete a un voluntario a una preparación física alejada de lo que denominaríamos ejercicio equilibrado y cercana a la preparación propia de un cuerpo militar de élite, programas en los que un adolescente pierde peso en un verano titulados “Ya no soy gordo-a”. 

La campaña publicitaria que más me inquieta es la que muestra a una joven encantadora, y cuenta que se sometió a un by-pass gástrico y ahora que ha perdido 30 kilos en un año es feliz “porque ahora puede ir de comprar o salir”.

Los delgados y las delgadas, son más listos y listas, más majos y majas, están más preparados y preparadas, son más eficientes…

Los gordos y las gordas solo pensamos en comer, no demasiado responsables, siempre estamos de buen humor, no dejamos de sonreír, aguantamos todas las bromas y chistes porque somos buena gente y si estamos gordos o gordas en realidad es porque queremos porque somos un poquito vagos y descuidados. 

Esto último lo he escuchado en boca de una amiga que me conoce hace 46 años, tras la frase de un médico que no se molestó en leer el informe que adjuntaba mi endocrina. El especialista de turno me preguntó “si había pensado en perder peso…”. Cuando comenté con mi amiga la indignación que me había provocado ese ella me dijo “que en el fondo muchos de los que están gordos no tienen cuidado con lo que comen y claro luego ya se sabe”.  

Un especialista en diagnostico por la imagen pasó la media hora que duraba una prueba de densidometria ósea comentando en voz alta “claro ahora hay que hacer esta prueba pero no se preocupa en perder peso y está tan gorda”. 

En la misma semana me he bajado de dos autobuses antes de perder los nervios, porque dos personas distintas me han insultado y una de ellas me ha clavado su codo en las costillas porque “soy tan gorda que no le permitía viajar cómodamente”. Ni el resto del pasaje ni el conductor expresaron la mínima solidaridad hacia mi persona. 

EL FUTURO...

Nuestra sociedad mantiene una relación errónea con los alimentos. Nuestra sociedad necesita cambiar sus parámetros.

Los más pequeños deben ser educados para comprender la relación entre alimentación y salud. 

Los adultos deber recordar que cada persona es la suma de un millón de circunstancias. 

La próxima vez que os presenten a alguien con sobrepeso no os quedéis mirándole fijamente.

Si, de acuerdo, esta gordo o gorda. Pero si os dais una oportunidad probablemente descubriréis que es inteligente, sensible, amable, puede que incluso de vuestro mismo equipo de fútbol. Si os fijáis un poco más descubriréis que su sonrisa es encantadora, o que su mirada es dulce o que tiene una voz agradable. 

Nosotros nunca juzgaremos a los delgados y las delgadas por su aspecto. Al contrario os admiramos porque la madre naturaleza os dotó con material genético de ganadores.  

No importa los esfuerzos que haga por reforzar mi autoestima. Nunca serán suficientes. Siempre habrá un comentario, una actitud, un gesto, que atravesará mis convicciones y llegará hasta mi corazón. Y ese musculo os aseguro que no es tan fuerte como aparenta. Es mucho más delicado y frágil de lo que pensáis. 

Así que tardaré en olvidar la llamada recibida hace dos días. Mi presencia en aquel evento no se debía a mis cualidades emocionales o intelectuales. Simplemente se debió a que según los cánones de belleza, no soy socialmente aceptable. Soy fea. Así de simple y así de complicado. 

Ser consciente de que tu cuerpo es un error según la sociedad en la que vives, es doloroso. 

Pero más que doloroso resulta agotador tener que justificar porque eres diferente. 

Blanca R. Fernández

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SIRIA, VIETNAM...IMAGENES DE GUERRA

Aunque se ha hecho famoso sin saberlo, su situación y la de miles de niños y niñas como él no cambiará. No al menos a corto o medio plazo.

Su historia es la historia de millones de pequeños ciudadanos del mundo que nacieron en el lugar y el momento equivocados y que pagan por ello un alto precio.

Tiene 4 años y se llama Marwan. Le encontró un grupo de ACNUR en Siria, mientras atravesaba el desierto de Jordania, cargando una bolsa de plástico más grande que él y vestido con un chándal. 

Estaba solo, porque se había perdido en la huida. Más tarde ACNUR encontró a su familia en un campo de refugiados y Marwan ha vuelto con ellos.

Marwan, 4 años

Andrew Harper representante de ACNUR en Siria y que se encontraba en la frontera jordana para recibir y atender a los refugiados que llegaban, difundió la imagen de Marwan en su perfil de Twitter por lo que significaba.

Pero Marwan no es el único que experimenta esta situación. El conflicto de Siria ha matado a más de 130.000 personas y ha convertido en refugiados a más de 6 millones.
Marwan es uno de los 600.000 refugiados sirios que han llegado a Jordania, desde marzo de 2011.

La ONU calcula que en Siria 250.000 personas siguen atrapadas en áreas sitiadas y 3 millones malviven en zonas de dificil acceso como Alepo, Hama, Raqqa y el Damasco rural, para las agencias humanitarias.

 Raghad tiene 5 años.
Llegó cargando su almohada ,
 el  23 de enero con su familia al mismo campamento que Marwan. 

Pero la historia de Marwan no es un hecho aislado. A diario llegan a Jordania y Libano, decenas de niños sirios sin padres. A finales de 2013 ACNUR registró a unos 1.320 menores no acompañados en Jordania y 2.440 en Libano.

Los padres de estos menores pueden estar muertos, detenidos o desaparecidos o simplemente envían a los niños al exilio, solos, porque o no pueden salir con ellos o no tienen dinero para pagar el viaje.

Malala Yousafzai,que plantó cara a los talibanes,
en el campamento de refugiados al que llegó Marwan.

Desde que asistimos a la visión de la guerra a través de la televisión sentados en casa, los conflictos bélicos se superponen unos a otros de forma que la población civil, verdadera protagonista y víctima de la guerra, queda relegada a un rincón oscuro tras aparecer un nuevo conflicto un nuevo foco de atención que atrae a las cámaras.

Las imágenes de destrucción, brutalidad y terror están presentes día y noche en los medios de comunicación. Captan la atención de la opinión pública desde el principio, constituyen el punto central de la programación.

Nos hablan de cifras, nos muestran imágenes que a cada conflicto son más terribles, nos bombardean con la necesidad de socorrer a las víctimas.

Crecí con las imágenes de la Guerra de Vietnam que ofrecían los “telediarios” de televisión española. Unas imágenes que no he podido olvidar y que en blanco y negro resultaban más terribles para una mente de cinco años.

Kim Phuc 8 de junio de 1972

No olvido a Kim Phuc de 9 años, corriendo cerca de Trang Bang desnuda,con la piel hecha jirones, tras un bombardeo estadounidense con napalm sobre su aldea el 8 de junio 1972 

1 de febrero 1968. Nguyen Ngoc Loan
dispara a Nguyen Van Lem en Saigon

No olvido la secuencia en la que el general de Vietnam del Sur Nguyen Ngoc Loan jefe de la policia nacional, disparaba el 1 de febrero de 1968, a plena luz del día en medio de una calle de Saigon a Nguyen Van Lem presunto miembro del Vietcong 

No son imágenes de una película. Son imágenes reales, convertidas en iconos.



Con el tiempo llegaron más conflictos y ocuparon su espacio en los informativos. Pero ya nos habíamos acostumbrado. Después la información subió otro peldaño: la guerra en directo.

Una madrugada de febrero de la década de los 90 una cadena retransmitió en directo el inició de la Primera Guerra del Golfo. El corresponsal dijo “que luces más increíbles, parecen las luces de una gran árbol de Navidad”. Solo alguien con una piedra en lugar de corazón es capaz de decir una barbaridad como esta.

A partir de ese momento, cada conflicto, bombardeo y desastre ha sido peor que el anterior. Cada imagen, cada fotograma, cada historia ha sido peor que la anterior. Los medios de comunicación han logrado que la guerra sea banal, que la veamos desde casa a la hora de comer y ya no nos inmutemos.

Recuerdo el verano del 92, cuando Barcelona era sede de los Juegos Olímpicos, Madrid celebraba una muestra cultural y Sevilla era sede de la Exposición Universal. Ese verano, a varios kilómetros de aquí, los niños de Sarajevo subían en la parte trasera de los camiones intentando suicidarse, los francotiradores mataban y mutilaban a quienes se atrevían a salir de casa para comprar pan. En los medios de comunicación la sangre de los inocentes se mezclaba con los himnos olímpicos.

Desde entonces hemos visto miles de muertos, heridos, mutilados, ríos de sangre, llantos. Hasta un 11 de septiembre, en que la muerte experimentó una nueva vuelta de tuerca. Y aquella guerra que veíamos a través de la televisión llegó a la puerta de casa. Llegó a Madrid un mes de marzo y a Londres un mes de Julio.

Siria está en guerra desde 2011.Una guerra que ha provocado más de 130.000 muertes. En esta ocasión no se trata de un conflicto “tradicional” sino de un enfrentamiento económico, político, social, religioso y étnico entre los 22 millones de habitantes que forman la población siria. Los sectores implicados en este conflicto son tan variados y los motivos tan complejos como lo fueron en la guerra de Irak.

No obstante como la mayoría de los conflictos que se inician en la zona, lo que verdaderamente preocupa a los países occidentales es un tema energético: el petróleo.

El potencial energético de Siria es indiscutible: 2.500 millones de reservas de crudo, que es más de lo que tienen sus vecinos menos Iraq y una situación geográfica privilegiada para los oleoductos alternativos. Perder el control en estos enclaves, sería muy peligroso para los intereses de compañías europeas y estadounidenses que cuentan con sus rutas. 

Pero en este conflicto también tienen sus intereses Turquía, Irán e Irak. A los 130.000 muertos registrados se sumarán muchos más puesto que la pacificación no parece que pueda producirse en los próximos meses.

El mapa bélico en esta ocasión es diverso y variado.

-El Gobierno Sirio y sus aliados extranjeros. Desde 2000 el país está gobernado por Bashar Hafez al –Asad hijo del fallecido presidente Hafez al-Asad, que presidió Siria durante más de 30 años. 

Ambos han formado parte del Partido Baath Arabe Socialista, presente también en Iraq. Médico oftalmólogo, Bashar trabajó en el ejército hasta la muerte de su hermano, heredero natural de su padre. 

Los Asad dirigen el país desde hace más de 40 años y han creado una élite, que se ha enriquecido a través de la corrupción.
Las protestas de la oposición al abrigo de la llamada Primavera Árabe, que denunciaban que la política neoliberal aplicada por la familia Asad, dio como resultado pobreza alarmante, desempleo y desigualdad, fueron el detonante de la guerra en Siria.

La represión aplicada por los Asad antes de la guerra se ha traducido en la denuncia hecha por Amnistía Internacional sobre la muerte y desaparición de decenas de personas. 

Finalmente en marzo de 2011 esta situación desembocó en conflicto armado y las tropas sirias emplean contra los “rebeldes” bombas de racimo, bombardeos contra hospitales, bombardeos con misiles sobre ciudades como Homs o Alepo, torturas, ejecuciones al margen de la ley, asesinatos y secuestros de periodistas.

Ante la indefensión que sufrían los civiles sirios decidieron armarse y posteriormente una parte del ejército ha abandonado la estructura oficial y se ha unido a los llamados rebeldes.

-IRÁN: El aliado más fuerte de Siria es la República Islámica de Irán, que ofrece tropas y sustento económico. 

Aunque para Teherán, Siria es un elemento estratégico muy importante relacionado con los corredores energéticos, el tema religioso también pesa. 

La influencia religiosa chiita iraní llega al mundo árabe a través de Siria. Por tanto perder este bastión significaría el posible enfrentamiento a un régimen sunni hostil y el alejamiento de sus aliados en Hezbolá y Hamas.

-RUSIA: Desde la Guerra Fría Siria es aliada de Moscú que tiene la única base naval fuera de su territorio en el puerto de Tartus. Por ello Rusia ha votado en contra de las sanciones contra el gobierno de los Asad.
Según un informe de Amnistía Internacional, entre 2005-2010 un 10% de las exportaciones del armamento producido por Rusia fueron adquiridas por Damasco, lo que equivale a unos 4.000 millones de Dólares que Moscú perdería con las sanciones. Rusia secundada por Beijing y alegando el derecho de Siria a la no injerencia externa, ha frenado las sanciones a Damasco y Teherán.

La oposición siria:
-Consejo Nacional por el Cambio Democrático Sirio: Alianza de 13 partidos de izquierda, que exigen el fin de la dictadura y la caída de Asad, pero rechazaran la intervención extranjera. En esta alianza encontramos al PYD partido que controla los territorios del Norte, de mayoría kurda y que es una ramificación del PKK partido kurdo en Turquía.

-Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución de Siria: Principal frente opositor, creado en 2012 y reconocido por las 6 petromonarquias del Golfo Pérsico y países como EEUU, Reino Unido, Alemania, Francia o Australia entre otros, como gobierno legítimo de Siria. Entre los países que reconocen al CNFORS se encuentran Qatar y Bahrein dos regímenes que oprimen de forma brutal a sus opositores.

-Ejercito Libre Sirio. Brazo militar del CNFORS y principal grupo armado rebelde. Formado inicialmente por opositores al gobierno y desertores militares acoge a fundamentalistas (yihadistas y sunnitas salafistas). Ha cometido actos graves como fusilamiento de soldados y paramilitares capturados, adiestramiento de niños que se convierten en escudos humanos. La Liga Árabe provee de armas a este ejercito y EEUU le facilita millones de dólares en concepto de “ayuda no letal”.

-Frente Al Nusra: Entre 5 y 10 mil soldados “yihadistas” fundamentalistas que juran lealtad a Al Qaeda, y consideran a EEUU e Israel como “enemigos del Islam”. Asesinan y torturan a soldados capturados o se inmolan en explosiones suicidas, junto a grupos como Ahar al-Sham, las brigadas de Al-Haqq, Liwa al-Tawhid o Fajr al-Islam


-EEUU: Interviene política y económicamente y sus principales garantes son Francia e Inglaterra. Bajo la defensa de los Derechos Humanos, Washington presiona a Asad y sus aliados. Preocupados por dominar esta rica zona energética y conscientes de que los problemas en Siria afectan a sus empresas, el Ejercito de los EEUU solo intervendría si se comprobase el uso de armas químicas contra la población civil. Washington teme perder credibilidad si interviene en un conflicto que como los de Iraq y Libia no supo manejar.

-Turquia: Su intervención evita que EEUU se implique en un conflicto regional. El petróleo y combatir a las milicias kurdas refugiadas en el norte de Siria mueven a Ankara.
Israel: enemigos irreconciliable de Irán, ambos países tienen el mismo problema con motivos diferentes. Aunque Tel-Aviv se oponía a Asad por su apoyo a Hezbolá y Hamas, también sabe que los extremistas de Al Qaeda pueden desplazarse a otros enclaves más cercanos que Siria y atacarles. Por otra parte la caída del gobierno sunnita de Asad puede significar el apoyo a Hamas, el gran enemigo de Israel.
Las negociaciones entre el gobierno de Asad y los “rebeldes” no parece que permitan llegar a un acuerdo o como mínimo a elaborar un borrador que permita iniciar el camino hacia la paz.


La primera vez que se encontraron cara a cara ambos bandos en Ginebra hace escasas semanas uno de los comentarios que sin intentarlo resulto irónico y poco apropiado, fue el del ministro de exteriores español Margallo, que aconsejó a los beligerantes que tomasen ejemplo de la Transición Española.
Visto lo visto es preferible que Siria tras un alto el fuego efectivo, se dedique a depurar responsabilidades entre quienes han llevado el país a la guerra civil y más tarde avanzar dentro del marco legal.
Si optan por una transición a la española, se encontraran con graves problemas a medio y largo plazo.

Blanca Fernández

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Gracias a todos por vuestra lectura y comentarios, 

HISTORIAS DE LA COLMENA:MANIPULACIÓN DE LOS MEDIOS

Hoy estaba preparando un post, ahora no importa el tema, con mi libreta de apuntes, unos cuantos libros de consulta y no he podido seguir con el tema porque mi neurona que es muy suya, se ha dedicado a divagar, colapsada por tanto estimulo informativo disparatado y contradictorio que parece excesivo, pero que tras el impacto inicial, resulta sencillo comprobar que es insuficiente. 


Dicen que nos informan porque debemos saber, necesitamos saber, pedimos saber. Estoy de acuerdo. Debo saber, quiero saber y necesito saber. Pero ante todo pido saber la verdad. La verdad sin artificios, matices o enmiendas. No obstante se, sabemos que conocer la verdad en nuestros días es una tarea imposible. Vamos que antes encontramos un unicornio en el pasillo que datos sin manipular.


Quienes están en el negocio de la información, manejan el material que generan, crean y diseñan ofreciéndolo en dosis adecuadas a conveniencia de quienes disponen de las riquezas del mundo. En realidad se trata de mantener la colmena de obreros en constante tensión, condicionando el comportamiento y las reacciones de la masa, en un intento de anular la capacidad de pensamiento conjunto. Un pensamiento que permita al enjambre tomar decisiones que les lleven a plantar cara y liberarse, a reclamar lo que les pertenece y les es negado. 


Por mucho que me cuenten y expliquen, desconozco cómo funcionan estos mecanismos en otras latitudes, porque yo vivo aquí.
Lo que veo y percibo aquí sinceramente no me gusta. En absoluto. 
Si hablo de cadenas de televisión la situación es muy entretenida. 

Las anteriormente cuatro cadenas privadas ahora son 2 x 2. Vale ya sé que el orden de los factores…pero en este caso el orden de los factores varía el producto. 

Cuatro y Telecinco se han convertido en la misma cara de una moneda que si tenemos en cuenta las divisiones que aporta Telecinco, más que moneda es un cubo de Rubyck y ofrece tantas caras como giros permite el sistema. 
Cuatro apuesta por series cuyos capítulos repite hasta la saciedad y vuelve a repetir en las divisiones de Telecinco. 

La información de Cuatro se sirve recubierta de cierta seriedad y la de Telecinco acompañada con una guarnición “espeluznante” y remata la jugada con reportajes y telerealidad convenientemente editada y montada.

El resto de la parrilla de Telecinco se retroalimenta de platos crudos, cocinados o pasados basados en el potaje patrio, el hígado crudo y demás vísceras de personajes que se autodefinen “de interés público” y muestran sus amores, bodas, banquetes, bautizos, divorcios, arrejuntamientos, infidelidades, embarazos, partos, redefiniendo constantemente los límites de la salud mental de emisores y receptores.

Antena3 nacida entre la elite, se postulaba como cadena privada selecta y educada y ofrecía productos serios que no tenían comparación con las señoritas de escultural visión que animaban día y noche a la competencia italiana. 

En medio de este lío y por sorpresa apareció una cadena, con el único propósito de entretener e informar, y cuya programación resultaba refrescante y agradable. La Sexta fue como colirio para las pupilas de la audiencia tras pasar largo rato en penumbra y en un ambiente viciado con el paso del tiempo. 

Y llegó la Televisión Digital Terrestre que teóricamente constituiría la solución a todos los problemas de emisión, ofrecería una parrilla más variada y amplia y…nada más. Porque los contenidos eran los de siempre, no encontrabas nada nuevo bajo el sol. 

Con el tiempo La Sexta se convirtió en centro de la polémica al presentar su candidatura al Festival de Eurovisión. Por primera vez las televisiones públicas quedaron fuera de una carrera hecha a medida para ellas durante décadas. 

Lo que La Sexta demostró con su participación fue que las grandes estructuras estatales de información habían quedado obsoletas. 
El siguiente paso del ciclo fueron las fusiones. Telecinco se unió a Cuatro y Antena3 fagocitó La Sexta. 

Ahora La Sexta es la cara amable de una moneda en cuyo reverso encontramos a la “cadena bien y educada” convertida en una madurita conservadora, que viste de diseño caro y luce collares de perlas de tres vueltas. 

La Sexta aparentemente conserva en su interior a la niña gamberra que fue y se muestra crítica con el poder y las estructuras de gobierno. Pero no podemos olvidar que pertenece a un conglomerado que yo considero conservador y que cuenta entre sus ramas con la cabecera de La Razón y su director que no es precisamente un tipo que despierte simpatía. 

En cuanto a la oferta pública se divide entre TVE 1-2-Canal24 horas que no ofrece una parrilla atractiva y las cadenas autonómicas, que no tengo idea de la oferta en otras comunidades, pero que en este lado del Mediterráneo, en fin…digamos que antes a me resultaba más atractiva. 

Lo más curioso es que no importa si se trata de cadenas públicas o privadas a la hora de informar. La formula es la misma y los que informan y opinan en interminables y largas mesas redondas, en las que una tertulia que nada tiene que envidiar a las de café con churros, se convierten en sesudos debates, en los que gritarse unos a otros, insultarse y comportarse como párvulos al grito de “y tu más” es la norma, son siempre los mismos y las mismas.

Así que me limito a picotear segmentos informativos y a visionar películas en dos canales que programan producciones clásicas y otro canal cuyo plato fuerte son los documentales que van más allá de los animalitos de la selva africana que se comen mutuamente.

En cuanto a la oferta radiofónica…bueno…digamos que si quiero estar informada suelo conectarme con la radio francesa y si quiero cosas interesantes me dedico a explorar la oferta internacional a través de internet. 
Por lo que respecta a la prensa escrita…si acaso lo dejamos para otro día, ¿de acuerdo? Resulta más interesante leer prensa en formato digital y consultar otros blogs. 

Echo de menos comprar el periódico y desayunar leyéndolo, subrayar artículos de opinión y aprender con cada párrafo. Pero eso fue en otra vida…una vida lejana que ya no volverá.
El panorama actual lo único que refleja es una polarización grande y tensa en el enjambre, con demasiadas aspirantes a reina de la colmena que no pasan de ser bichos comunes y corrientes, zánganos que se enriquecen de forma obscena sin trabajar y obreros desesperados a los que ya no les llega el polen ni la miel. 


Y mientras las aspirantes a reina y los zánganos siguen aprovechándose de los obreros, para evitar que estos reclamen lo que les pertenece les suministran información manipulada a pequeñas dosis sin saber que puede que un día la colmena despierte y reclame la verdad. 

Blanca Rosa Fernández

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