Faltan 2 horas para que El Día Internacional
del Trabajo acabe. No se vosotros pero yo no he notado nada especial en este
día. La época reivindicativa se me pasó y no tengo nada que “celebrar”.
Esta semana se han conocido los datos de
la EPA (Encuesta de Población Activa) y ha resultado una experiencia no por
esperada menos dolorosa.
A pesar del discurso triunfalista del gobierno,
hasta la fecha se ha destruido el 20% del tejido industrial, en el último
trimestre se han destruido puestos de trabajo, ha aumentado el número de
desempleados…
Cuando hablan desde fuentes oficiales de
que han bajado el número de “parados”, el número del paro, se refieren a los
expedientes registrados en las oficinas del INEM.
Los motivos por los que los
desempleados no renuevan su inscripción en esas oficinas, son variados.
Por una parte tenemos a quienes no solo
no encuentran un puesto de trabajo, sino que además tampoco reciben subsidio
alguno o ayuda económica y que han pasado depender de la beneficencia, de
familiares, amigos y vecinos.
Los más jóvenes han optado por abandonar
el país en busca de ingresos tal y como sus abuelos y sus padres hicieron no
hace tanto tiempo.
Esta semana un economista comentaba que
para que una región “monetaria” se recupere tras una crisis económica uno de
los factores decisivos es la movilidad. Para ilustrar sus palabras hacía
referencia a dos ejemplos, EEUU y Europa.
En EEUU se produce movilidad constante de
población en busca de oportunidades laborales, lo que significa que cuando en
una zona la economía se deprime la población tiende a trasladarse a otras zonas
en las que se esté produciendo una mejoría económica.
Aunque se trate de un
desplazamiento que implique centenares de kilómetros, quienes toman esa
decisión cuentan con una baza importante. El idioma y la cultura es la misma en
todo el país.
En Europa la movilidad de la población se
divide en dos zonas, la Europa de la Unión y el resto de países que no forman
parte de la misma.
La Unión Europea es una amplia extensión
territorial, en la que la diversidad idiomática y cultural convierte la
movilidad en una auténtica pesadilla para quienes tan solo se la plantean.
De nada te servirá que sepas inglés, a no
ser que decidas buscar suerte en El Reino Unido.
Si optas por Alemania no solo
los usos y costumbres son diferentes sino que el idioma constituye un obstáculo,
al igual que sucede en Francia, Italia, Rumania, Chequia, Eslovaquia, Portugal,
Países Bajos.
No hablamos de trabajar para organismos
oficiales de la Unión Europea que emplean el inglés como idioma vehicular
común.
Hablamos de empleos que requieren no solo formación técnica sino conocimientos
idiomáticos.
Teniendo en cuenta que nuestro país es
uno de los que presenta el nivel más bajo por lo que respecta a conocimiento de
lenguas extranjeras, no hace falta añadir nada más.
Por lo que respecta a nuestro país, no es
necesario recordar los conflictos que suscita el tema lingüístico y que tampoco
es viable la movilidad de la población puesto que todas las comunidades
registran indicies de desempleo similares.
En las décadas de 1950 y 1960 resultaba
relativamente sencillo dar salida a las bolsas de desempleo nacional puesto que
Europa tras la Segunda Guerra Mundial requería mano de obra no cualificada para
contribuir al proceso de reconstrucción y expansión de los países que quedaron
devastados.
La presión social generada en aquel
tiempo en España, se liberó gracias a la salida de trabajadores y trabajadoras
y a la entrada de divisas gracias a los ingresos que enviaban los emigrantes a
sus familias.
En este cuadro tan desalentador tampoco
debemos olvidar la cuestión de la edad de quienes buscan trabajo.
El segmento de población sobre el que
recae casi toda la atención es el más joven que a su vez se divide en dos
grupos.
El primer grupo presenta un nivel de
formación técnico óptimo, sabe idiomas y no tiene responsabilidades familiares
en la mayoría de los casos.
El segundo grupo dejó los estudios y
encontró trabajo en el sector de la construcción, uno de los motivos por no
calificarlo como el motivo principal del origen de la crisis. A pesar de que se
trataba de un trabajo duro estaba bien remunerado lo que les permitió
convertirse en candidatos a una hipoteca y en muchas ocasiones a formar una
familia.
Otro grupo que centra o centraba hace
unos meses la atención de las administraciones, por lo menos desde un nivel
teórico es el de los jóvenes que están a punto de acabar su formación académica
y técnica y los jóvenes que forman parte del llamado “fracaso escolar”.
Pero el grupo olvidado, el grupo que ha
quedado a medio camino, el grupo que no tiene futuro es el de los no tan jóvenes,
los maduros.
No tenemos edad suficiente como para
jubilarnos y aunque lo lográsemos la debilidad que s empresarios consideran que
la posibilidad de que la candidata sea madre o que pueda serlo como un obstáculo
insalvable.
Hace dos semanas la presidenta del
Circulo de Empresarios, Mónica de Oriol, afirmó en el transcurso de un desayuno
informativo organizado por el Club Internacional de Prensa, ante los medios que
veía claros “aunque insuficientes síntomas de recuperación económica”.
Para
acelerar la creación de empleo la Sra. Oriol proponía que los trabajadores menos
cualificados perciban “sueldos inferiores al Salario Minimo Interprofesional,
que se reduzca la diferencia entre el coste del despido de trabajadores
temporales e indefinidos (a estos últimos los calificó como bunkerizados) hasta
unos 18 días por año algo que estaría en línea con la UE. En España es más
complicado romper una relación laboral que un matrimonio”.
Para ello Mónica Oriol pidió que el “Gobierno
diese una segunda vuelta a la reforma laboral, que debería acompañarse de una
mayor reducción de empleos en la Administración Pública y de la rebaja de las
cotizaciones de las empresas en el marco de la reforma fiscal, con el fin de
apuntalar la recuperación” lo que se concreta con “mantener el Salario Minimo
Interprofesional a partir de cierta cualificación o que cumplan un programa
dual en la empresa”.
La Sra Oriol recordó que tras la crisis
inmobiliaria alrededor de 1 millón de personas jóvenes quedaron sin trabajo ni
cualificación y que no considera adecuado que la normativa obligue al
empresario a pagar a los trabajadores aunque “no valgan para nada” puesto que
es un “salario mínimo que no produce”.
Mónica Oriol para hablar de este sector
de la población señaló que “todos compramos cuando lo que se nos ofrece es a
precio razonable”.
Otro de los puntos que criticó
la Sra Oriol fue “que la actual prestación por desempleo no incentiva la
búsqueda activa de empleo y favorece situaciones de parasitismo entre los
desempleados” sin olvidar que “ la gran segmentación de las categorías profesionales
hace que los trabajadores rechacen empleos que les ofrecen los Servicios
Públicos de Empleo (SEPE) por no corresponder con su perfil”.
Por ello apuesta
por "reducir las categorías profesionales a tres o cuatro en función del grado
de formación y facilitar que los desempleados puedan trabajar allí donde se les
requiera”.
Tan instructiva disertación finalizó
con la mirada puesta de nuevo en la Administración Pública puesto que a juicio de
la Sra Oriol por si no había quedado claro “hay que seguir adelgazando este
sector puesto que los recortes de personal público cuyas plantillas están a
niveles de 2008 es insuficiente si tenemos en cuenta que los ingresos del
Estado son también menores”.
Para rematar el panorama el 30 de abril el gobierno comunicó en rueda de prensa tras Consejo de Ministros (que habitualmente se celebran los viernes pero estamos en medio de un laargooo puente, por lo menos en la comunidad de Madrid) que…
Para rematar el panorama el 30 de abril el gobierno comunicó en rueda de prensa tras Consejo de Ministros (que habitualmente se celebran los viernes pero estamos en medio de un laargooo puente, por lo menos en la comunidad de Madrid) que…
-estamos en la buena senda
-que la economía se recupera
-que hemos salido de la
recesión
-que cumplimos los objetivos
que marcan los mercados…
-que en 2015 se calcula que la tasa de
desempleo será del 20% (a un gobierno responsable le parece aceptable que en 2015 20 de cada cien personas de este país no tengan empleo)
-que en dos años más o menos se crearán
600.000 puestos de trabajo
-que creceremos económicamente hablando…
Era tal el subidón de adrenalina y
alegría del jefe del Ejecutivo que ante la pregunta de los medios sobre su
valoración…teniendo en cuenta el varapalo que representaban los resultados de
la EPA 24h antes que confirmaban que
-los desempleados están cada vez más
cerca de los 6 millones
-que casi 2 millones de personas no
perciben ayuda alguna
-casi 1 millón de familias tienen a todos
sus componentes en situación de desempleo
comentó que estaba “muy contento”.
Pues nada…de recuperar el tejido
productivo, abandonar las políticas de austeridad económica, aumentar los
salarios, bajada de impuestos…lo que llevaría a un aumento del consumo
interior, aumento de la recaudación tributaria… mejor no hablamos porque se
tratan de medidas con las que se podría iniciar la verdadera senda de la
recuperación…y eso no conviene a los mercados...
Uish perdón acabo de pensar en voz alta.
Blanca Fernández
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