Resulta
interesante comprobar la influencia del cine en nuestra percepción de la
historia. Algunas de las producciones con pretendido rigor histórico han
contribuido a la revisión de ciertos episodios de forma que los datos que
habitualmente manejamos son incompletos o erróneos.
Durante
décadas la industria cinematográfica ha narrado la colonización de América del Norte de forma espectacular
y poco o nada ajustada a la realidad centrándose en un periodo concreto, La Conquista del Oeste.
Solo
recuerdo una cinta que habla de la relación de los colonos europeos con los
nativos americanos antes del siglo XIX, Los
inconquistables, protagonizada por Gary Cooper.
La
Conquista del Oeste, la niña mimada
de la industria del cine, nos ha dejado bastantes títulos que hablan de la
difícil relación entre nativos y colonos, desde el punto de vista de los
últimos(Centauros del desierto, Los que no perdonan).
A
partir de los 70 encontramos alguna historia interesante como Pequeño Gran Hombre, Soldado Azul o Un hombre llamado caballo, que empiezan a mostrar un nuevo punto de
vista.
Pero
no es hasta la década de los 90 cuando por fin recuperamos el periodo inicial
de la colonización de América del Norte (Los
Inconquistables) y dejando de lado las románticas historias de los protagonistas,
intuimos que pasó algo grave (El último
Mohicano, Bailando con Lobos).
El
resto de las producciones muestran a unos nativos empeñados en rechazar las bondades
de la cultura europea y que como los blancos les lleven la contraria lo primero
que hacen es masacrarlos y cortarles la cabellera en una autentica orgia de
violencia.
Los
blancos por su parte son gentes estupendas que únicamente quieren cultivar la
tierra, hornear pan en casa, coser colchas de patchwood, fumar tabaco en su
pipa de maíz e ir el domingo a la Iglesia, y que no comprenden porque los
indios son tan violentos.
Cuando
Colón llega a América en 1492 las culturas nativas no tienen idea de lo que les
espera. Pero cuando hablamos de la colonización del Nuevo Mundo inevitablemente
pensamos en la presencia española. Parece que nadie recuerda que portugueses,
ingleses, franceses, holandeses, alemanes, noruegos-daneses, suecos y rusos
también participaron en aquel proceso de expolio y violencia.
A
tenor de lo que muestran los libros y la ingente información que encontramos en
Internet deberíamos hablar de dos formas de colonización diferenciadas.
Los
españoles desde el primer momento se interesan por América Central y del Sur
y las Islas del Mar Caribe. Los
portugueses (que según la leyenda urbana rechazan el proyecto de Colón debido a
que consideran más segura la exploración de la costa Africana), al ver que
Castilla y Aragón han encontrado una bicoca, experimentan un súbito interés por
América. Las disputas entre ambos reinos se zanjan el 7 de junio de 1494 con la firma bajo el arbitraje de Roma entre
Isabel y Fernando Reyes de Castilla y Aragón y Juan II Rey de Portugal del Tratado de Tordesillas.
La
cuestión es así de simple. Ambos reinos se reparten el mundo conocido en base a
lo consignado en un mapa. Y ya está. No importa que los territorios repartidos tengan
dueño. No importa lo antiguas y evolucionadas que sean sus culturas o lo
sofisticadas que sean sus estructuras sociales Al fin y al cabo se trata de
gentes que no comprenden la grandeza de Occidente y que de un plumazo se
convierten en súbditos de sus graciosas majestades.
Que
los españoles se emplean a fondo en la colonización es innegable. Digamos que
el marcador juega a su favor frente a los portugueses que como mucho logran
influir en la zona del actual Brasil.
De
esta forma América del Norte queda sin vigilancia y libre para el resto de las
potencias europeas.
INGLATERRA
Los
ingleses llegan por primera vez con la expedición de John Cabot pero no será
hasta. 1497 cuando la corona envie a Sir Walter Raleigh que funda Virginia en
honor a la Reina Isabel I, la Reina Virgen. El 14 de mayo 1607 el capitán Wingfield elige una porción de la
isla de James en el rio James, tierra adentro y fuera de la vista de los
españoles y funda un asentamiento fortificado, Jamestown.
El
embrión de los EEUU fueron las 13 Colonias, fundadas por emigrantes ingleses
que no poseían los rasgos del sistema feudal europeo pero que muestran puntos
diferenciales muy marcados.
En
las colonias del noreste encontramos
a los puritanos, colonos convencidos de que la Iglesia de Inglaterra se ha
contaminado del catolicismo y que llegaron huyendo de la persecución religiosa.
Con la intención de vivir bajo unos preceptos más puros los llamados Peregrinos, cruzaron el Atlántico a
bordo del Mayflower y se establecen
en Plymouth en 1620. Diez años más tarde
una colonia más grande se estableció en el área de Boston y en 1635 los
puritanos empezaron a asentarse en Connecticut.
Esta
Nueva Inglaterra muestra una gran
rigidez religiosa y un moralismo intolerante. Los puritanos creían que los
gobiernos debían hacer cumplir la ley según la moral de Dios y castigaban
severamente a bebedores, adúlteros, violadores del descanso del Séptimo Día y
herejes. El derecho a voto se limitaba a los miembros de la iglesia y el
salario de los clérigos se pagaba de los impuestos.
Roger
Williams fue obligado en 1635 a salir de Massachusetts
puesto que se oponía a las decisiones de la comunidad y sostenía que el estado
no debía intervenir en temas religiosos. Este destierro fue el principio de la
fundación de Rhode Island que
garantizaba la libertad religiosa y la separación de estado e iglesia. Un año
antes Maryland se convirtió en
refugio para los católicos y más tarde Pensilvania
(1681) fundada por el cuáquero William Penn se unen a esta corriente de
tolerancia religiosa que atrae a nuevos grupos de colonos.
En
las colonias del sureste se instalan
grandes y pequeños propietarios que organizan un sistema esclavista en el que varios
millones negros trabajan las plantaciones de tabaco, algodón y azúcar.
Inglaterra
se enfrentará a Francia en la Guerra de los Siete años. Aunque la primera
ganará el conflicto gracias al esfuerzo económico y militar de las colonias no reconocerá
los nuevos vientos de cambio e ignorando las necesidades de los colonos
aumentará los impuestos ya existentes y creará unos nuevos sobre el azúcar.
Conscientes
de su fuerza los colonos se oponen a este aumento fiscal y se enfrentan a
Londres en una guerra colonial que desemboca en la Guerra de la Independencia
de los EEUU. Aunque parecía que ganarían los ingleses la entrada en el
conflicto de Francia y España (1779) y posteriormente de Holanda obligó a Londres
a reconocer en 1783 la independencia de las colonias.
FRANCESES
En
el siglo XVI los franceses intentaron asentarse en el territorio norteamericano
pero abandonan la idea puesto que obtienen grandes beneficios de la pesca y el
curtido de pieles artículo de gran demanda en Europa. Para ello contaron con la
habilidad de los nativos con los que iniciaron una lucrativa relación
comercial. Francia fundó puestos en Nueva
Escocia y Annapolis y una factoría
peletera muy importante, Quebec
(1608) a la que se sumó Montreal.
A
diferencia de los primeros ingleses que se quedaron en la costa, Francia aprovechó
su relación con sus aliados comerciales, los hurones, apoyándoles en sus
guerras con otros pueblos nativos y protegidos por estos, se adentró en los
bosques, ampliando fronteras comerciales y religiosas. En la primera mitad del
siglo XVIII la presencia francesa se hizo notar en Detroit, Niagara, Illinois y New Orleans, controlando las rutas terrestres y marítimas desde
Canadá hasta Luisiana. Los productos cultivados en las islas francesas como
azúcar, algodón, cacao y tabaco se impusieron en el nuevo mundo puesto que los
barcos españoles eran interceptados sistemáticamente.
HOLANDESES
Desde
mediados del siglo XVI aplicaron una política irregular de colonización: realizaron
incursiones en las colonias españolas de las Antillas (Las Guayanas), fundaron
el primer asentamiento continental (Nueva Ámsterdam actual Nueva York en 1625)
e intentaron establecerse en Brasil pero fueron expulsados en 1654. Por ello
además de Las Guayanas se asentaron en Curazao y Surinam. El sistema de
plantación de estas colonias abastecía de productos tropicales a Holanda y provocó
una de las mayores concentraciones de esclavos y la constante lucha de estos
por su libertad.
ALEMANES
También
intentaron instalarse en América pero fracasaron. El Emperador Carlos I de
España y V de Alemania otorgó a la familia de banqueros Welser tierras en la
actual Venezuela. Los nativos fueron dominados militarmente por Ambrosius
Ehringer que esperaba encontrar el mítico El Dorado. Para explotar las minas de
oro de la zona llegaron a la colonia gran número de mineros alemanes y 4000
esclavos africanos que debían cultivar caña de azúcar. Pero los Welser y los
españoles no sintonizaron y los primeros cedieron sus derechos integrando el
territorio en el Nuevo Reino de Granada.
ITALIANOS
El
duque Fernando I de Toscana organizó una expedición en 1608 hacia el norte de
Brasil comandada por el capitán Thornton de origen inglés. Cuando este regresó
en 1609 para informar sobre su expedición Fernando I había muerto y su sucesor
Cosimo II anuló el proyecto.
DINAMARCA
Las
tierras del Norte más extremo fueron para Dinamarca y Noruega que se unieron en
1536. El nuevo reino continuó reclamando las colonias existentes en Groenlandia
a comienzos del siglo XV, pero que habían sido abandonadas debido a un
deterioro del clima, conocido como La Pequeña Edad de Hielo. Los antiguos
asentamientos se refundan en 1721 y actualmente continúan bajo soberanía danesa
aunque provista de autogobierno.
SUECOS
Fundaron
pequeñas colonias en América del Norte y el Caribe a partir del siglo XVI. Los
colonos procedían de regiones de Finlandia que hasta 1809 formaron parte de
Suecia. En el siglo XVII se asentaron en Nueva
Suecia (Delaware), Nuevo Estocolmo
(Bridgeport) y Swedesboro (Nueva
Jersey) posteriormente anexionadas por los holandeses.
RUSOS
En
1731 descubrieron Alaska en donde se
establecieron creando una rica industria peletera y siguieron hacia las Islas
Aleutianas llegando casi hasta el Norte de California, lo que despertó la
desconfianza de los españoles que para limitar la presencia rusa ocuparon la
costa oeste hasta Vancouver.
El
9 de abril de 1867 Rusia vendió Alaska a los EEUU por 7.200.000 dólares, puesto
que la situación económica rusa tras la Guerra de Crimea era critica. El
conflicto había dejado las arcas vacías. Si hubiesen esperado un poco más
habrían disfrutado de valiosos yacimientos de oro y petróleo descubiertos en
1890.
COLONOS-NATIVOS
La relación inicial entre colonos y nativos al principio comercial cambió de
signo desde el momento en que se organizaron milicias de defensa tras el
conflicto surgido con Londres.
Este fue el primer paso de un proceso marcado por la violencia contra a las
naciones nativas y que provocó la disminución de la población.
Tras la Guerra de la Independencia y el posterior enfrentamiento con los
ingleses en el marco de las Guerra Napoleónicas, los nativos se vieron
empujados a abandonar sus territorios de caza y sus asentamientos de verano e
invierno.
La primera oleada de europeos fue la de los colonos que buscaban tierras
para asentarse. La siguiente fue la de los buscadores de oro. Posteriormente
llegaron los ganaderos. Y a todo ello debemos sumarle la presencia del ejército
en un avance imparable debido a la presencia del ferrocarril. Que el Este y el
Oeste quedasen conectados fue cuestión de tiempo-
Al principio los colonos y los mineros atravesaban el país sin establecerse
de forma fija. Los primeros intentaban llegar al actual estado de Washington y Oregón
en donde las tierras para cultivo eran muy ricas. El objetivo de los mineros
eran los nuevos yacimientos auríferos, de California o Montana.
Para todos ellos el territorio era un lugar de paso. Cazaban para subsistir
y seguían su camino. Pero el número de caravanas y la necesidad de alimentarlas
aumentó. De esta forma la población de bisontes pilar de la subsistencia nativa
disminuyó drásticamente.
Por otra parte el contacto de nativos y colonos generó un gran número de
enfermedades que diezmaron tribus enteras. El sistema inmunológico de las
poblaciones del continente americano que no registraban infecciones graves no
resistió la exposición a agentes infecciosos extraños.
Los indios quedaron en una posición vulnerable que permitió al ejército
dominarlos a su antojo. El Nuevo Mundo del Norte era una tierra desolada, que
reclamaba de los que sobrevivían una gran adaptación al entorno, como fue el
caso de los indios, o una fe sólida y una capacidad de esfuerzo y trabajo
indiscutible, como sucedió con los mormones.
Los nativos además de la disminución de la caza, las nuevas enfermedades y
la violencia del ejército, tuvieron que enfrentarse a otro punto que resultó más
dramático. El estrés cultural. Los indios no comprenden el mundo blanco y las
reglas de conducta de los colonos. Para los ellos el equilibrio que proporcionaban
las alianzas, enemistades o relaciones comerciales entre las diferentes
naciones eran vitales: lakotas con Cheyennes, Crows con Shoshones y Ariakas…
Los enfrentamientos entre tribus eran constantes pero siempre estaban
regulados por una conducta honorable. Valoraban al guerrero valiente que sin
armas tocaba al enemigo: Caballo Loco atacó en solitario a 16 guerreros
Shoshone, tocándoles únicamente con su hacha, uno a uno sin herirles, resultó
ileso y regresó a casa.
Por tanto una cultura que valoraba más allá de la muerte la valentía en la
batalla no comprendía a los blancos y mucho menos sus necesidades e intereses.
Los indios frecuentemente ayudaban a los blancos en problemas. Por ejemplo
los Nez Perce ayudaron a Lewis y Clark a cruzar Las Rocosas, pues que lo normal
era atender a los viajeros en problemas. La ironía es que los Nez Perce
atravesaron la misma ruta siete décadas después huyendo del ejercito de los
EEUU.
Desde el primer momento los nativos defendieron sus principios, de forma que
franceses e ingleses primero y colonos después, aprendieron el mecanismo de las
alianzas entre tribus en beneficio propio.
Los americanos se aliaron con los Crow y los franceses con los Lakota y los
Cheyenne. Por su parte los Crow siguieron el consejo de uno de sus líderes
espirituales de no atacar a los blancos. Y aunque no hubo una batalla entre el ejército
y los Crow, estos atacaron a comerciantes franceses en territorio Lakota.
Los blancos conocían el juego de las alianzas pero no comprendían su
verdadero sentido. Cuando Caballo Loco antes de rendirse a los americanos, les
pidió salir de caza tras las últimas manadas de bisontes, le dijeron que si a
cambio de que ayudase a atrapar a fugitivos Nez Perce. Caballo Loco respondió
que “mataría a todos los Nez Perce hasta que no quedase ni uno” pero el
traductor cambió Nez Perce por blancos y convirtió las palabras de Caballo Loco
en declaración hostil. Al día siguiente estaba muerto.
LAS
GUERRAS INDIAS
Tampoco el cine ha contribuido a que comprendamos esta parte de la historia
de la colonización. Los Crow no lucharon nunca contra los americanos, por consejo
de sus líderes espirituales. Pero se convirtieron en exploradores del ejército,
no como forma de traición o de rendición sino como parte de una estrategia.
Si los americanos se enfrentaba a los Lakota y los Cheyenne, enemigos de
los Crow era correcto ayudar a los blancos y estar en armonía con ellos. Es la
forma india de interpretar los “Enemigos de mis amigos son mis enemigos”.
No obstante los exploradores guiaban al ejército pero no participaban en
las batallas. Los exploradores de Custer en Little Big Horn sobrevivieron,
porque el propio general les dio permiso para marchar tras guiarles hasta el
campamento de la alianza Lakota-Cheyenne-Arapahoe.
LITTLE
BIG HORN (1878)
El 25 de junio de 1878 es una fecha importante para las naciones nativas,
tanto que varias reservas celebran el día como festivo, porque el General
Custer y sus hombres sucumbieron a manos de la coalición guiada por Toro
Sentado como líder espiritual y político y por Caballo Loco como líder militar.
Las limitaciones y errores de Custer, un oficial arrogante y soberbio para
aquellos que le conocieron y sirvieron a sus ordenes, el hecho de dividir sus
tropas en tres columnas o de no esperar refuerzos, permitieron a los indios
ganar la batalla. Pero la situación de los nativos sin bisontes y rodeados de
colonos que seguían avanzando, era terrible y un año después se rindieron al
ejercito.
LA MASACRE DE WOUNDED KNEE
Confinados la mayor parte de los indios en reservas para evitar que
interfiriesen en el avance del progreso, el gobierno de EEUU tenía las manos
libres para continuar explorando el territorio.
El presidente Benjamin Harrinson al abrir el territorio de Oklahoma,
permitió la invasión y destrucción de las tierras indias de forma implacable.
En
1890 los colonos se inquietan ante el rumor de que las tribus se congregan para
llevar a cabo La Danza de Los Espíritus que les permitiría recuperar los
territorios ocupados de nuevo. Para lograrlo deben contar con un líder, un mesías
que les dirija y permita el despertar de los guerreros muertos. Quien participe
en esa ceremonia será inmune a las balas del ejército. El gobierno cree que el mesías
será Toro Sentado pero se equivocan. En realidad se trata de un paiute, llamado
Wovoka que afirma haber tenido visiones en las que al finalizar un eclipse de
sol los indios vencerán a los blancos.
El ejército
intenta apresar a Toro Sentado y Caballo Loco, pero ambos son asesinados en la
operación. La ira se desata en las reservas de Standing Rock y Pine Ridge y
para evitar un levantamiento llegan nuevas divisiones de caballería que rodean
la zona.
La
opinión de los jefes está dividida. Unos prefieren entablar un dialogo pacífico
con los soldados para convencerles de que se trata de una danza multitudinaria
ritual que no entraña peligro alguno para los blancos. Otros están decididos a
llamar a las armas a sus hombres. Big Foot jefe de una pequeña tribu sioux
favorable al dialogo pero temeroso del ataque del ejercito, recorre bajo la
nieve 840 kms hasta la reserva de Pine Ridge para quedar bajo la protección de
Nube Roja. Antes de llegar y tras 3 días de marcha agotadora la tribu de Big
Foot es interceptada por una unidad del Septimo de Caballería, comandada por el
Coronel Foryht y que no ha olvidado Little Big Horn.
Tras
registrar y requisar a los sioux rodea la zona con cañones situados en las
colinas para intimidar a los indios. Sin mediar orden se escucha un disparo y
los soldados empiezan a atacar a la tribu, con gran número de mujeres y niños.
En medio de una escena dantesca y lanzando gritos de venganza en memoria de Custer los soldados disparan rifles, pistolas, cañones y cargan a degüello con los sables reglamentarios destrozando a mujeres, niños, ancianos y guerreros y protagonizando escenas imposibles de describir.
En medio de una escena dantesca y lanzando gritos de venganza en memoria de Custer los soldados disparan rifles, pistolas, cañones y cargan a degüello con los sables reglamentarios destrozando a mujeres, niños, ancianos y guerreros y protagonizando escenas imposibles de describir.
Mueren
200 indios y 29 soldados resultan heridos por fuego amigo. Han vengado a un
hombre Custer al que sus superiores no soportaban, alejado del sentido de la
disciplina militar, rebajado de rango en la guerra civil y que llevó a sus
hombres a la muerte en un acto de soberbia suprema.
La
acción de Wounded Knee fue calificada de masacre por el General Nelson A. Miles
en una carta dirigida al Comisionado de Asuntos Indios.
MINNECONJOU
Otro de los episodios menos conocidos de la represión de ejército sobre los nativos americanos se registro el 29 de diciembre de 1890. Quinientos soldados del Séptimo de Caballería y varias unidades de fuerzas regulares rodean el campamento Lakota de Minneconjou con la orden de escoltar a la tribu hasta el tren que los deportará a Omaha, Nebraska.
Las órdenes eran que antes de subir al tren los lakota debían ser registrados y desarmados. Para ello las tropas se situaron muy cerca de los indios. A punto de finalizar el registro, empezó un tiroteo, que provocó la muerte de 25 soldados y 135 lakotas (62 mujeres y niños)
EL EXODO
Entre 1879 y 1881 los Nez Perce y los Cheyenne huyeron de las reservas en
las que fueron reagrupados. Las condiciones de vida de estos pueblos eran
terribles y en un último intento de recuperar el mundo que les era familiar,
intentaron llegar a territorios no ocupados por blancos. A pesar de
protagonizar actos heroicos extremos fueron derrotados, capturados y conducidos
de nuevo a la reserva. Negociaron mejoras en los asentamientos pero jamás
salieron a cazar algunos de los 1000 bisontes que quedaban de los más de 60
millones que se calcula que ocupaban las praderas cuando los blancos llegaron.
Las
deportaciones, las condiciones de vida y las enfermedades hicieron el resto. En
2006 se estimó que en los primeros 130 años de la colonización murió entre un
90-95% de la población nativa total. Y para remplazar la mano de obra nativa
los europeos secuestraron a millones de hombres y mujeres de Africa y los
convirtieron en esclavos y en una nueva fuente de ingresos.
LOS INDIOS Y EL
CINE
Desde el primer momento en que la industria cinematográfica de EEUU
descubrió el gusto del publico por las escenas de persecuciones a caballo entre
indios y blancos, la puerta del espectáculo poco respetuoso con la historia y
la ridiculización de la cultura nativa esta abierta de par en par.
Los indios siempre eran salvajes, taimados, culturalmente inferiores,
depravados, viciosos. Los blancos eran justos, luchaban por el país, la tierra,
el hogar, la fe verdadera, la familia.
Muchos de los actores y actrices que encarnaban el papel designado a los
indios eran blancos maquillados y vestidos con atuendos alejados de la riqueza
y el sentido ritual de las ropas nativas tradicionales.
Con el tiempo los indios continuaron divirtiendo desde la pantalla a los
blancos. Los falsos indios claro está a los que se les añadieron actores y
actrices nativos que poco o nada pudieron decir sobre el planteamiento de la
historia de sus antepasados y que necesitaban trabajar para sobrevivir.
MARLON BRANDO
RECHAZA EL OSCAR
Hablar de Marlon Brando es hablar de la esencia de la interpretación, del
actor en estado puro, de un animal teatral indomable y complejo, de un hombre
imposible de definir y catalogar. Y evidentemente hablar de Marlon Brando, incluso
en el ocaso de sus días, es hablar de ese animal es estado puro aun cuando su
atractivo para la pantalla había dejado paso a un cuerpo marcado por sus
tormentas internas.
Si decimos Marlos Brandon, estamos invocando a una galería de hombres
universales que construyeron historias como La Ley del Silencio, El Rostro
Impenetrable, La Condesa Descalza, Un Tranvia Llamado Deseo, El Motin de La
Bounte y evidentemente de El Padrino, de Vito Corleone un superviviente que
forma parte de la historia contemporánea de Norteamérica nacido de la pluma de
Mario Puzzo y convertido en carne y sangre gracias al empeño del productor Bob
Evans (Love Story) y de Francis Ford Coppola.
En 1973 Brando fue nominado para el Oscar al Mejor Actor por su papel en la
cinta de Coppola. ero para sorpresa de propios y extraños el actor decidió no
asistir a la ceremonia de entrega. Según él no deseaba participar en una fiesta
organizada por una industria que había difamado y desfigurado a los nativos
americanos durante más de seis décadas. Por otra parte Brando tenía poderosas
razones de conciencia para no asistir al evento.
Al día siguiente de su llegada, 300 agentes del FBI , del Buró de
Asuntos Indigenas, mariscales federales, el departamento de Justicia y la policía
local y estatal rodean la reserva. La respuesta por parte de los nativos es
clara: se organiza una defensa armada y el cerco dura 71 días.
Por tanto Brando aprovechó la difusión internacional de la ceremonia de Los Oscars para informar a la nación y al mundo entero de lo que estaba pasando en Wounded Knee 100 años más tarde.
Por tanto Brando aprovechó la difusión internacional de la ceremonia de Los Oscars para informar a la nación y al mundo entero de lo que estaba pasando en Wounded Knee 100 años más tarde.
Así que envió sin avisar a la organización a Sacheen
Littlefeather, Pequeña Pluma una actriz nativa americana (Maria Cruz) y amiga
de Brando, para que leyera un breve discurso explicando porque rechazaba el
premio en nombre del actor. El productor de la ceremonia evitó que leyera el
discurso redactado pro Brando pero la joven nativa improvisó unas palabras que
dejaron clara la situación.
Una de las personalidades que perdieron los papeles en aquella
ceremonia fue durante años la imagen de La Conquista del Oeste. Dicen que se
sintió humillado por Pequeña Pluma y que bebió en exceso. Tanto que algunos de
sus amigos tuvieron que sujetarle para que no agrediese a Pequeña Pluma. Hablamos
evidentemente de El Duque, John Wayne, el cow-boy, militar, héroe y espíritu del
sueño americano convertido en hombre.
Brando de un plumazo se había cargado el trabajo y las
convicciones poco objetivas de Wayne que se había labrado una solida carrera
interpretativa desde que empezó en la década de los 20 a actuar.
Pero Marlon Brando con aquel gesto abrió una puerta a través de la
cual muchos no querían mirar pero se vieron obligados. El cine había
desvirtuado la propia imagen de los EEUU de tal forma que resultaba
irreconocible el espíritu libertario de las primeras colonias de la joven
nación.
Que Europa conociese en vivo a los temidos indios americanos se debe a un
aventurero y empresario llamado William Frederick Cody, Buffalo Bill que entre
finales del siglo XIX y principios del siglo XX fue considerado como una
celebridad mundial.
Desde que a los 11 años se vio obligado tras la muerte de su padre, a
hacerse cargo de su familia, Buffalo Bill, fue cazador de bisontes para
alimentar a los trabajadores del ferrocarril, entregó mensajes, fue ayudante de
un transportador de carga, miembro no-oficial de los exploradores del ejercito
camino de Utah, buscador de oro, agente del Pony Express, fue soldado,
proveedor de alimentos para Fort Laramie, luchó en la guerra civil, vivió un matrimonio
infeliz y vió morir uno por uno a sus hijos de corta edad,
Atraido por la moda de los grandes espectáculos y los actores viajeros del
circo de Barnum y Bayles, encontró un socio y montó su espectáculo El Salvaje
Oeste de Buffalo Bill que como un circo recorria EEUU regularmente. En 1887
actuó en Londres en el jubileo de la reina, viajó por Europa y en 1893 se
instaló cerca de la Feria Mundial de Chicago.
Durante más de 20 años su espectáculo recorrió EEUU dando trabajo a más de
1200 empleados. Los caballos, los jinetes, las acrobacias, eran el centro de su
producción. Entre los actores estaba Toro Sentado y veinte de sus guerreros que
junto a Annie Oakley, su espos Frank Butkler y Calamiti Jane realizaban exhibiciones
de tiro.
La muerte de Buffalo Bill el 10 de enero de 1917
marcó el fin de una época. Fue enterrado un puesto de observación de Colorado. Pero
a pesar de su imagen de hombre duro y rudo, Buffalo Bill impulsó los derechos
de los indios americanos y de las mujeres, apoyó la conservación de los
bisontes y otras especies, luchó contra la caza furtiva y presionó para la
instauración de la temporada de caza con el fin de garantizar la supervivencia
a muchas especies.
En la Navidad de 1889 Buffalo Bill llegó a
Barcelona, levantando un gran revuelo en la prensa.. Se dice que victimas de la
gripe varios de los guerreros de Todo Sentado enfermaron y murieron y que
posteriormente fueron enterrados en el Cementerio de Poble Nou, aunque si esta
posibilidad es real cabe pensar que fueron enterrados en el cementerio de
Montjuich.
EPILOGO
Contrariamente
a lo que podríamos pensar y a pesar de los errores llevados a cabo por los
europeos desde el primer contacto con los nativos americanos tanto Canadá como
EEUU desde hace unas décadas llevan a cabo al menos sobre el papel una
política, en el caso canadiense con una regulación menos complicada que la de
EEUU, alejada de los episodios más violentos de la historia reciente.
Ambos países han destinado grandes extensiones de su territorio a las llamadas reservas indias en los que las tribus nativas aplican una soberanía limitada y que en el caso de EEUU pueden llevar a cabo actividades prohibidas en otros estados como abrir casinos y locales de juego.
Por
otra parte la población de las Naciones Originarias de Canadá, se incrementó 10
veces. En la primera mitad del siglo XX no obstante el crecimiento demográfico
no fue el deseado, debido a las condiciones de vida en las reservas. Fue a
partir de la década de 1960 cuando la mortalidad infantil descendió y la
población creció en un 161%. Desde la década de 1980 esta población ha
duplicado su número y casi la mitad de los miembros de las Naciones Originarias
de Canadá tienen menos de 25 años lo que permite aventurar que en los próximos
años estos pueblos volverán a crecer espectacularmente.
El
siguiente documento es la carta que envió en 1855 el jefe indio Seattle de la
tribu Suwamish al presidente de los Estados Unidos Franklin Pierce en respuesta
a la oferta de compra de las tierras de los Suwamish en el noroeste de los
Estados Unidos, lo que ahora es el Estado de Washinton. Los indios americanos
estaban muy unidos a su tierra no conociendo la propiedad, es más consideraban
la tierra dueña de los hombres.
Así Termina la Vida y Comienza la supervivencia. Carta del Jefe Indio Seattle
El
Gran Jefe de Washington manda decir que desea comprar nuestras tierras. El Gran
Jefe también nos envía palabras de amistad y buena voluntad. Apreciamos esta
gentileza porque sabemos que poca falta le hace, en cambio, nuestra amistad.
Vamos a considerar su oferta, pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco
podrá venir con sus armas de fuego y tomarse nuestras tierras. El Gran Jefe de
Washington podrá confiar en lo que dice el Jefe Seattle con la misma certeza
con que nuestros hermanos blancos podrán confiar en la vuelta de las
estaciones. Mis palabras son inmutables como las estrellas.
¿Cómo
podéis comprar o vender el cielo, el calor de la tierra? Esta idea nos parece
extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del agua.
¿Cómo podríais comprarlos a nosotros? Lo decimos oportunamente. Habeis de saber
que cada partícula de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada hoja
resplandeciente, cada playa arenosa, cada neblina en el oscuro bosque, cada
claro y cada insecto con su zumbido son sagrados en la memoria y la experiencia
de mi pueblo. La savia que circula en los árboles porta las memorias del hombre
de piel roja.
Los
muertos del hombre blanco se olvidan de su tierra natal cuando se van a caminar
por entre las estrellas. Nuestros muertos jamás olvidan esta hermosa tierra
porque ella es la madre del hombre de piel roja. Somos parte de la tierra y
ella es parte de nosotros. Las fragantes flores son nuestras hermanas; el
venado, el caballo, el águila majestuosa son nuestros hermanos. Las praderas,
el calor corporal del potrillo y el hombre, todos pertenecen a la misma
familia. "Por eso, cuando el Gran Jefe de Washington manda decir que desea
comprar nuestras tierras, es mucho lo que pide. El Gran Jefe manda decir que nos
reservará un lugar para que podamos vivir cómodamente entre nosotros. El será
nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por eso consideraremos su oferta de
comprar nuestras tierras. Mas, ello no será fácil porque estas tierras son
sagradas para nosotros. El agua centelleante que corre por los ríos y esteros
no es meramente agua sino la sangre de nuestros antepasados. Si os vendemos
estas tierras, tendréis que recordar que ellas son sagradas y deberéis enseñar
a vuestros hijos que lo son y que cada reflejo fantasmal en las aguas claras de
los lagos habla de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El
murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.
Los
ríos son nuestros hermanos, ellos calman nuestra sed. Los ríos llevan nuestras
canoas y alimentan a nuestros hijos. Si os vendemos nuestras tierras, deberéis
recordar y enseñar a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos y
hermanos de vosotros; deberéis en adelante dar a los ríos el trato bondadoso
que daréis a cualquier hermano.
Sabemos
que el hombre blanco no comprende nuestra manera de ser. Le da lo mismo un
pedazo de tierra que el otro porque él es un extraño que llega en la noche a
sacar de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermano sino su enemigo.
Cuando la ha conquistado la abandona y sigue su camino. Deja detrás de él las
sepulturas de sus padres sin que le importe. Despoja de la tierra a sus hijos
sin que le importe. Olvida la sepultura de su padre y los derechos de sus
hijos. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano el cielo, como si fuesen
cosas que se pueden comprar, saquear y vender, como si fuesen corderos y
cuentas de vidrio. Su insaciable apetito devorará la tierra y dejará tras sí
sólo un desierto.
No
lo comprendo. Nuestra manera de ser es diferente a la vuestra. La vista de
vuestras ciudades hace doler los ojos al hombre de piel roja. Pero quizá sea
así porque el hombre de piel roja es un salvaje y no comprende las cosas. No
hay ningún lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ningún lugar
donde pueda escucharse el desplegarse de las hojas en primavera o el orzar de
las alas de un insecto. Pero quizá sea así porque soy un salvaje y no puedo
comprender las cosas. El ruido de la ciudad parece insultar los oídos. ¿Y qué
clase de vida es cuando el hombre no es capaz de escuchar el solitario grito de
la garza o la discusión nocturna de las ranas alrededor de la laguna? Soy un
hombre de piel roja y no lo comprendo. Los indios preferimos el suave sonido
del viento que acaricia la cala del lago y el olor del mismo viento purificado
por la lluvia del mediodía o perfumado por la fragancia de los pinos.
El
aire es algo precioso para el hombre de piel roja porque todas las cosas
comparten el mismo aliento: el animal, el árbol y el hombre. El hombre blanco
parece no sentir el aire que respira. Al igual que un hombre muchos días agonizantes,
se ha vuelto insensible al hedor. Mas, si os vendemos nuestras tierras, debéis
recordar que el aire es precioso para nosotros, que el aire comparte su
espíritu con toda la vida que sustenta. Y, si os vendemos nuestras tierras,
debéis dejarlas aparte y mantenerlas sagradas como un lugar al cual podrá
llegar incluso el hombre blanco a saborear el viento dulcificado por las flores
de la pradera.
Consideraremos
vuestra oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, pondré una
condición: que el hombre blanco deberá tratar a los animales de estas tierras
como hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de conducta. He visto
miles de búfalos pudriéndose sobre las praderas, abandonados allí por el hombre
blanco que les disparó desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo
como el humeante caballo de vapor puede ser más importante que el búfalo al que
sólo matamos para poder vivir. ¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los
animales hubiesen desaparecido, el hombre moriría de una gran soledad de
espíritu. Porque todo lo que ocurre a los animales pronto habrá de ocurrir
también al hombre. Todas las cosas están relacionadas ente sí.
Vosotros
debéis enseñar a vuestros hijos que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus
abuelos. Para que respeten la tierra, debéis decir a vuestros hijos que la
tierra está plena de vida de nuestros antepasados. Debéis enseñar a vuestros
hijos lo que nosotros hemos enseñados a los nuestros: que la tierra es nuestra
madre. Todo lo que afecta a la tierra afecta a los hijos de la tierra. Cuando
los hombres escupen el suelo se escupen a sí mismos.
Esto
lo sabemos: la tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la
tierra. El hombre no ha tejido la red de la vida: es sólo una hebra de ella.
Todo lo que haga a la red se lo hará a sí mismo. Lo que ocurre a la tierra
ocurrirá a los hijos de la tierra. Lo sabemos. Todas las cosas están
relacionadas como la sangre que une a una familia.
Aún
el hombre blanco, cuyo Dios se pasea con él y conversa con el -de amigo a amigo
no puede estar exento del destino común-. Quizá seamos hermanos, después de
todo. Lo veremos. Sabemos algo que el hombre blanco descubrirá algún día: que nuestro
Dios es su mismo Dios. Ahora pensáis quizá que sois dueño de nuestras tierras;
pero no podéis serlo. El es el Dios de la humanidad y Su compasión es igual
para el hombre blanco. Esta tierra es preciosa para El y el causarle daño
significa mostrar desprecio hacia su Creador. Los hombres blancos también
pasarán, tal vez antes que las demás tribus. Si contamináis vuestra cama,
moriréis alguna noche sofocados por vuestros propios desperdicios. Pero aún en
vuestra hora final os sentiréis iluminados por la idea de que Dios os trajo a
estas tierras y os dio el dominio sobre ellas y sobre el hombre de piel roja
con algún propósito especial. Tal destino es un misterio para nosotros porque
no comprendemos lo que será cuando los búfalos hayan sido exterminados, cuando
los caballos salvajes hayan sido domados, cuando los recónditos rincones de los
bosques exhalen el olor a muchos hombres y cuando la vista hacia las verdes
colinas esté cerrada por un enjambre de alambres parlantes. ¿Dónde está el
espeso bosque? Desapareció. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Así termina la
vida y comienza la supervivencia....
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