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lunes, 28 de mayo de 2012

NIÑOS ROBADOS:ESPAÑA-ARGENTINA-CHILE


¿Cómo puedo hablar de este tema, escribir sobre este tema sin que los que dicen que no es necesario recordar, sin que los que dicen que no hace falta airear el pasado de este país porque corremos el riesgo de abrir heridas, sin que los que se definen como gentes de buen pensar y mejor actuar, se ofendan, se sientan aludidos, se escandalicen?

¿Cómo puedo hablar de este tema sin que me duela el alma y el corazón?

Va a resultar imposible. Lo se. Porque los que todavía creen tener la razón se sentirán ofendidos y escandalizados. Porque la pena todavía está viva puesto que muchas de las protagonistas de este terrible episodio están vivas. Porque la prensa en los últimos meses habla de un nuevo capitulo de este Monstruo de la Sinrazón que hubiese pintado perfectamente Francisco de Goya y Lucientes.

No quiero ofender, no quiero molestar, no quiero que nadie se sienta incomodo, pero cuando yo nací en agosto de 1965 todo lo que cuentan los libros y la prensa, aun sucedía.

OCTUBRE 2005

En octubre de 2005 una orden religiosa femenina española recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia por su gran labor en favor de los más desfavorecidos. Cuando leí en la prensa la noticia en un principio no me resultó extraño el dictamen del Jurado de tan prestigiosos premios. Pero lo que me desconcertó fue saber que la citada orden había desempeñado un activo papel en la reducación de las presas políticas de los centros penitenciarios del régimen franquista. Y a pesar de ello se les concedía este galardón.

Tan solo una década antes los expertos pudieron acceder a la documentación existente sobre las historias de las reclusas españolas que desde 1939 habían cumplido condenas graves en las cárceles únicamente por ser de izquierdas, rojas.

Desde entonces las noticias sobre el tema no han dejado de fluir por los cauces subterráneos de la historia reciente de este país, los fantasmas no han dejado de subir a la superficie desde la profundad del lago subterráneo de la memoria de este país, al que fueron arrojadas con la total seguridad de que nunca verían la luz, lastradas por el silencio y el miedo.

En los últimos meses el proceso se ha convertido en una tormenta más violenta que ha dejado al descubierto que las practicas llevadas a cabo en las cárceles franquistas, continuaron vigentes en algunos centros hospitalarios hasta bien entrada la década de los 80 del siglo pasado.

Estas prácticas penitenciarias no solo se referían a la reducación de las reclusas, sino a la sustracción de sus hijos, al proceso de reasignación de identidad, a la continuación de lo que el historiador Paul Preston ha titulado El Holocausto Español.

La justicia española se ha visto desbordada por las reclamaciones de cientos de personas a las que se les dijo que sus hijos habían nacido muertos o que habían muerto al poco de nacer, de cientos de personas que bucean entre un inmenso océano de documentos en busca de su verdadera identidad, de sus raíces, porque han descubierto que fueron robados, sustraídos, apartados de sus verdaderas familias para ser entregados a otras que deseaban tener hijos y que para lograrlo pagaron cifras inimaginables de dinero.

Uno de los nombres que se ha hecho famoso a su pesar en todo este proceso judicial es el de una monja de aspecto frágil llamada Sor María, que en un primer momento prestó declaración ante el juez que la considera responsable directa de este lamentable episodio y que hace unos días se negó a declarar por segunda vez.

Lo terrible es que la religiosa en cuestión es miembro de la orden que en 2005 recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia y que fue una de las 15 ordenes encargada de dirigir los centros penitenciarios femeninos durante la dictadura franquista.

ARGENTINA-CHILE

Cuando el los años 80 supimos que un grupo de madres argentinas se concentraban cada semana en la Plaza de Mayo de Buenos Aires, rogando información sobre sus hijos, sus hijas, sus nietos, sus nietas, desaparecidos y desaparecidas durante la Dictadura Militar Argentina, nos sentimos horrorizados y consternados. ¿Cómo podía suceder algo así en un mundo tan civilizado como el nuestro?

Y es que andábamos inmersos en la vanguardia artística y creativa de los 80, obsesionados por vivir al máximo, por recuperar los colores y las sensaciones que la dictadura nos había negado, haciéndole un corte de mangas continuo a las normas establecidas, orgullosos de haber plantado cara a un intento de golpe de estado, hablando de política, libertad de expresión y sexo todo al mismo tiempo.

Pronto habíamos olvidado que para que la transición política fuese del gusto de los que cada vez que alguien saca los pies del tiesto le salvan en nombre del orden, habíamos firmado una ley que nos ataba de pies y manos para acusar o pedir explicaciones a los que durante tantos años habían sembrado el temor en nuestras almas.

Éramos demócratas, todos sin excepción. Incluso aquellos que habían participado activamente en la Guerra Civil, aquellos que durante la postguerra habían sostenido un régimen insostenible, aquellos que todavía justifican lo injustificable. Así que borrón y cuenta nueva.

Aquí no había pasado nada. Nada en absoluto. Todos compartíamos el mismo mantel y las mismas viandas. Todos éramos tan progresistas que mirábamos hacia adelante sin recordar a los que se habían quedado en las cunetas, las fosas comunes o el exilio.

Por eso nos asombraba que el país del tango, la emigración, las grandes extensiones, el acento suave y amable y tantas y tantas cosas lindas como tiene Argentina (un país es su gente y no sus políticos) pasaran esas cosas. Es decir que la gente desapareciese de sus casas y no volviese, que los niños se perdiesen en el limbo, en la niebla.

Pero aquellas locas de Plaza de Mayo lo consiguieron. Y el mundo supo que algo no andaba bien. Y que la cosa no paraba en su país, sino que seguía en Chile o Uruguay.

Con el tiempo les llegó a esos hermosos países también la democracia. Y también ellos vivieron sus leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Es decir borrón y cuenta nueva y “sí, obré mal pero obedecía órdenes de mis superiores”.

No obstante en los últimos años la justicia de estos países se ha puesto las pilas y aunque sea de forma simbólica y escasa está plantándole cara a los que les represaliaron, torturaron, vejaron y humillaron.

Y si la justicia no llega es el pueblo el que lo hace. Que se lo pregunten sino a los que han sufrido las campañas organizadas por La Funa en Chile. Uno de ellos ahora reconvertido en ejecutivo era conocido como El Príncipe y fue responsable de la muerte del poeta y cantautor chileno Víctor Jara cuyo cadáver apareció con las manos amputadas, quien sabe si para que no les atormentará desde la Eternidad.

ESPAÑA
En 1931 llegó un soplo de aire fresco llamado Segunda República, que no fue perfecta porque estaba formada por seres humanos, con grandes planes y poca experiencia libertaria. En enero de 1936 el gobierno de derechas del momento se vi obligado a dimitir y convocar nuevas elecciones debido a un grave escandalo de sobornos y corruptelas.

Y ganó de nuevo la izquierda. Y ese fue el principio del fin. Los que siempre nos salvan aunque no queramos ser salvados, se conjuraron para salvar a la patria. Al parecer lo que no tuvieron en cuenta es que un buen número de ciudadanos y ciudadanas no estaban por la labor de ser salvados y salieron a la calle contra los sublevados.

Empezaba la Guerra Civil Española, que gracias a la inversión de 2000 millones de pesetas de la época en valor oro, en material bélico alemán y a la ayuda de alemanes e italianos, ganaron los sublevados.

Puesto que en septiembre de 1939 empezó la Segunda Guerra Mundial, el proceso de postguerra en España fue una barra libre de violencia soterrada o publica, de represión y de un afán insano y obsesivo de eliminar a la izquierda, los marxistas, los comunistas, los anarquistas, los rojos, sin que nadie echase un vistazo desde el exterior. Tampoco importó mucho puesto que las potencias internacionales, a pesar de saber lo que ocurría y temerosas de la influencia de Stalin en la Peninsula, abandonaron a la República a su suerte.

Para ello el general Franco que tenía las ideas muy claras sobre como llevar un país, aplicó dos políticas distintas: una para los hombres y otra para las mujeres.

HOMBRES: ESCLAVOS

En Mayo de 1937 Franco gracias a la idea del jesuita José Antonio Pérez del Pulgar crea el Patronato para la Redención de Penas que cuenta con un Fichero Fisiotécnico. Es decir, las penas de los reclusos, en su mayoría por cuestiones políticas se reducían mediante el trabajo, por una parte para la reconstrucción del país y por otra como empleados en diversas empresas, algo que continuará vigente hasta 1970 (recuerda tanto este método al Campo de Mauthausen!!!)

En este fichero en diciembre del 39 figuran censados oficialmente 67.711 presos, reunidos en 24 industrias, abarcando 602 oficios y unos 13.000 ya estaban trabajando al servicio del Estado en condiciones laborales y de vida infrahumanas, sin recibir salario y con la única esperanza de reducir sus condenas tipificadas en la Ley de Responsabilidades Políticas.

Estos prisioneros no solo estaban localizados en la red penitenciaria sino también el los Campos de Concentración diseminados por toda la geografía. En ocasiones incluso sus familias se instalaban en zonas próximas al cautiverio de sus familiares, naciendo de forma espontanea nuevos núcleos de población como El Palmar de Troya, Dos Hermanas, Los Palacios o los barrios sevillanos de Torreblanca y Bellavista,

Para purgar sus culpas, construyeron

-el Valle de los Caidos,

-el Pazo de Aday,

-más de 15.000 crucifijos para escuelas y otros centros, facturados a los talleres Penitenciarios de Alcalá de Henares,

-los embalses del Ebro, Benagéver, Entrepeñas, Pálmaces, Mediano, Riosequillo, Revenga, Barasona, Mansilla de la Sierra, González Lacasa, El Cenajo, Torre del Águila, Barrios de Luna, Yesa, San Esteban y Linares, la Real Acequia del Jarama,

-canales como el Bajo del Guadalquivir, Bajo del Alberche, Montijo, Jarama, Bárdenas, Monegros, Toro-Zamora, Bierzo, Badarán y Linares del Arroyo

-saltos como los del Nansa y el Sil.

-reconstruyeron pueblos y ciudades como Belchite, Brunete, Oviedo, Teruel, Toledo, Huesca, Lleida, Gernika, Amorebieta, Éibar, Potes, Quinto de Ebro, Mediana de Aragón, Puebla de Albortón, Boadilla del Monte, Villamanín, Vilanova de la Barca, Sabiñánigo o Figueres, entre otros.

-trabajaron en las minas de mercurio de Almadén, en los pozos Maria Luisa, Fondón y San Mamés de Duro Felguera, en las minas de antracita de Fabero y en muchas otras empresas mineras, en Asturias, Leñón, Pontevedra, Lleida, Ourense, Teruel, Albacete, Murcia y Cartagena,

-en la construcción del ferrocarril Madrid-Burgos, Zamora-A Coruña, Tudela de Veguin a Lugo de Llanera, Pedernales-Bermeo, en la primera estación ferroviaria de Chamartín, en Madrid,

-en carreteras como Canfranc, A Coruña a El Escorial

-variantes de carreteras Madrid-Valencia Puerto Contreras, Honrubia, Oropesa

-los puertos del Escudo y del Arzobispo

-el túnel de Vielha

-aeropuertos como los de Sondica o Labacolla

-los estadios municipales de Valladolid y Palencia

-cárceles como la de Carabanchel.

-la reconstrucción de la catedral y el seminario de Vic, el colegio de los escolapios de San Antón en Madrid, el seminario orensano de Ervedelos, la vallisoletana iglesia del Carmen y los conventos de las madres adoratrices de Cartagena, Valladolid y Alcalá de Henares.

Entre las empresas privadas españolas que más frecuentemente tuvieron a su servicio como trabajadores forzados a prisioneros políticos destacan Dragados y Construcciones, Banús, A. Marroquín, San Román, Hermanos Nicolás Gómez y Construcciones ABC.

Otras empresas fueron Babcock-Wilcox, Carbones Asturianos, Constructora Naval, Industrias Egaña, Talleres La Trefilera, Plasencia de las Armas, Esperanza y Compañía SA, Talleres Murga, Cementos Portland-Iberia, Cementos Asland, Metro de Madrid, Riegos Asfálticos, Sacristán, Portolés y Compañía, Sicot, José M. Padró, Carbonífera Palomar, Montes de Galicia, A.Villalón, E.Osis, Elizarrán, Hidro Nitro Española, Minas del Bierzo, Experiencias Industriales, Gutiérrez Oliva, A.Carretero, Sanz Bueno, Salvador Cuota, Maquinista y Fundición del Ebro, Regino Criado, Ferrocarriles y Minas, Antracitas Gaiztarro, Múgica-Arellano y Cía, Minero Siderúrgica de Orallo, ECIA, Vías y Riegos, Duro-Felguera, C.Peña, Julián A. Expósito, Cimentaciones y Obras, E.Medrano, C.Mardellano, D.L.Pastora, M.Llagostera, I.Arribalaga, J.Dobarco, Sociedad Marcor, Ramón Echave, SAFA, Burés, Industrias Artísticas Agrupadas ...

Otro grupo de condenados fueron enviados a la Alemania Nazi, tras la firma el 21 de agosto de 1941 entre ambos países de un convenio que en cierta forma garantizaba la devolución de la deuda española. Los enviados fueron 10.500 a los que pronto se sumaron 40.000 exiliados apresados en Francia tras la ocupación alemana sin olvidar que 12.000 acabaron en campos de concentración y exterminio.

ROJAS, MARXISTAS, MUJERES.
El destino de las mujeres fue distinto. Por completo. Nunca se las consideró presas políticas. Rojas, marxistas, inferiores a las prostitutas.  

La Segunda República Española inició un proceso legislativo basado en la igualdad entre hombres y mujeres. Una igualdad, que en poco tiempo caló hondo entre la población femenina española. Pronto las mujeres de este país empezaron a ser visibles, a formarse intelectual y laboralmente, a tomar las riendas de sus vidas.

Y fue eso y solo eso lo que las convirtió en sospechosas a los ojos del nuevo régimen desde el principio de la sublevación.

Famosas y recordadas son las alocuciones del General Queipo de Llano desde Radio Sevilla. Uno de sus momentos estelares llegaba cuando llamaba a las violaciones masivas. Textualmente llegó a decir que "nuestros valientes legionarios y regulares han enseñado a los rojos lo que es ser hombres. De paso han enseñado también a sus mujeres, que ahora por fin han conocido hombres de verdad, y no esos castrados milicianos. Dar patadas y berrear no las salvará".

Por tanto el ejército, la falange y la guardia mora, empezaron la caza de “rojas”: eran secuestradas y utilizadas como rehenes para obligar a los familiares que estaban en el frente, escondidos o huidos a que diesen la cara. Pero en muchas ocasiones esto no sucedía simplemente porque el marido o el padre, había sido fusilado o había muerto en combate. Entonces cualquier afecto al nuevo régimen podía violarlas cuantas veces quisiera. Algunas se casaban con su violador y aunque salvaban la vida ingresaban definitivamente en el infierno.

Otras fueron objeto de estudio junto con brigadistas internacionales capturados en el frente.


PSIQUIATRIA DE GUERRA

Todo empezó a finales de agosto de 1938, cuando un correo militar entregó a la Inspección de Campos de Concentración de Prisioneros, en Burgos, un telegrama postal, el nº 1565, fechado el 23 del mismo mes remitido por Francisco Franco al Jefe de los Servicios Psiquiátricos Militares, el comandante Antonio Vallejo-Nájera.

Según el profesor Ricard Vinyes, historiador y profesor de la UB, el telegrama decía así: «En contestación a su escrito del 10 del actual proponiendo la creación de un Gabinete de Investigaciones Psicológicas cuya finalidad primordial será investigar las raíces psicofísicas del marxismo, manifiesto que de conformidad con su mencionada propuesta, autorizo la creación del mismo». El Gabinete empezó su trabajo.

Cabe recordar que Vallejo-Nájera había viajado a Berlín como agregado de la Embajada de España. Posteriormente dirigió el sanatorio madrileño de Ciempozuelos. Con ese telegrama empezó la tarea de psiquiatrizar a la disidencia, a la vez que dio un impulso a su carrera dentro del nuevo régimen y que le llevó a presidir el Primer Congreso Internacional de Psiquiatría, celebrado en París en 1950.

Vallejo-Nájera, director de las Investigaciones Psicológicas de los Campos de Concentración, estudió dos hipótesis.

-1ªLa inferioridad mental de los partidarios de la igualdad social y política o desafectos»

-2ªLa perversidad de los regímenes democráticos favorecedores del resentimiento que promociona a los fracasados sociales con políticas públicas, a diferencia de lo que sucede con los regímenes aristocráticos donde sólo triunfan socialmente los mejores.

Para Vallejo, los revolucionarios natos eran “individuos con cualidades biopsíquicas y tendencias instintivas que movilizadas por complejos de rencor y resentimiento tendían a trastocar el orden social”.

También creía que “el imbécil social incluía a esa multitud de seres incultos, torpes, sugestionables, carentes de espontaneidad e iniciativa, que contribuyen a formar parte de la masa gregaria de las gentes anónimas”.

Las conclusiones que obtuvo del estudio de los Brigadistas Internacionales, procedentes todos ellos de países americanos, fueron que «los marxistas aspiran al comunismo y a la igualdad de clases a causa de su inferioridad, de la que seguramente tienen conciencia. Y por ello se consideran incapaces de prosperar mediante el trabajo y el esfuerzo personal. Si se quiere la igualdad de clases no es por el afán de superarse, sino de que desciendan a su nivel aquellos que poseen un puesto social destacado, sea adquirido o heredado. Acaso sea la conclusión más aprovechable de nuestro trabajo, desde el punto de vista de la educación del pueblo, el elevado porcentaje de marxistas que deben sus creencias a la Prensa revolucionaria, coligiéndose la decisiva influencia de la prensa diaria y del cinematógrafo sobre las gentes de mediana o inferior inteligencia».

Su trabajo entre el grupo de presas malagueñas asesorado por agentes de la Gestapo, fue publicado como “Investigaciones psicológicas en marxistas femeninos delincuentes”.

La misoginia de Vallejo le marca profundamente y afirma que “Recuérdese para comprender la activísima participación del sexo femenino en la revolución marxista su característica debilidad del equilibrio mental, la menor resistencia a las influencias ambientales, la inseguridad del control sobre la personalidad ( ) Cuando desaparecen los frenos que contienen socialmente a la mujer ( ) entonces se despiertan en el sexo femenino el instinto de crueldad y rebasa todas las posibilidades imaginadas, precisamente por faltarle las inhibiciones inteligentes y lógicas, característica de la crueldad femenina que no queda satisfecha con la ejecución del crimen, sino que aumenta durante su comisión ( ) Además, en las revueltas políticas tienen la ocasión de satisfacer sus apetencias sexuales latentes».

Entre las detenidas malagueñas, 33 de ellas estaban condenadas a muerte, 10 a reclusión perpetua y 7 a penas entre de 10 y 20 años, Vallejo diagnostica a «13 sujetos» que califica de «libertarias congénitas, revolucionarias natas, que impulsadas por sus tendencias biopsíquicas constitucionales desplegaron intensa actividad sumadas a la horda roja masculina».

La conclusión inmediata estaba clara: «La Medicina exige una política, el marxismo es una enfermedad y en nuestras manos está en gran parte su tratamiento». Sus conclusiones eran la síntesis de sus trabajos precedentes publicados en 1937, bajo los títulos Eugenesia de la hispanidad y regeneración de la raza.

Es allí donde afirma: «Agradezcamos a Nietzsche la resurrección de las ideas espartanas acerca del exterminio de los inferiores orgánicos y psíquicos, de los que llaman parásitos de la sociedad. La sociedad moderna no admite tan crueles postulados en el orden material, pero en el moral no se arredra en llevar a la práctica medidas incruentas que coloquen a los tarados biológicos en condiciones que imposibiliten su reproducción y transmisión a la progenie de las taras que les afectan El medio más sencillo y fácil de segregación consiste en internar en penales, asilos y colonias a los tarados, con separación de sexos». Este estudio fue la base del libro publicado en 1939 en Valladolid La locura en la guerra. Psicopatología de la guerra española.

LOS NIÑOS PERDIDOS

Los estudios de Vallejo-Nájera legitimaron el proceso posterior de eliminar cualquier vestigio marxista en España modificando la política penitenciaria. A las reclusas políticas, se las consideró siempre presas comunes. Nunca se les aplicó una política de redención de condena a través del trabajo como sucedió con los presos masculinos. Se las mezcló con las prostitutas y las estraperlistas, que las miraban con recelo, debido a los mitos construidos por la propaganda franquista sobre la peligrosidad de aquellas mujeres vinculadas con la política roja.

Muchas de ellas fueron encarceladas en estado de gestación, dando a luz en la prisión o acompañadas de sus hijos e hijas, muchos de ellos de corta edad. Una parte del estudio de Vallejo-Nájera se centró en las relaciones de las presas con sus hijos.

La mayoría vio morir a sus hijos de hambre o enfermedad, a otras se les impidió cuidarlos y no volvieron a saber de su paradero. Se creó un centro para Madres Lactantes, donde solo podían tener contacto con sus bebés una hora al día.

Pero los niños perdidos no son solo los robados a sus madres en las cárceles franquistas. Muchos de estos pequeños habían perdido a sus familiares durante la guerra y estaban recluidos en centros oficiales. Otros fueron los niños enviados a países de acogida para alejarlos de los bombardeos.

A medida que los nazis ocupaban Europa el proceso se cerraba. Entre abril y septiembre del 39 el gobierno de Franco había reclamado a los citados países la vuelta de los niños refugiados. Ante la negativa de estos a entregarlos sino era a sus padres o familiares directos, Franco esperó. Cuando los nazis se convirtieron en vencedores del primer tramo de la guerra, el régimen recuperó a los niños evacuados. Previamente se les cambió los apellidos de forma que los familiares que podían reclamarles siempre pensaron que habían muerto.

En 2006 el Consejo de Europa ofreció el primer reconocimiento internacional a los hijos de presas republicanas cuyos apellidos fueron modificados.

EPILOGO
Es difícil llegar hasta aquí sin sentir el llanto de las madres y los hijos, de los muertos, los desaparecidos y los exiliados.

La práctica de arrebatar a las madres sus bebés continúo al parecer en España hasta bien entrada la década de los 80, no solo obedecía una cuestión ideológica sino también a la posibilidad de ganar dinero fácil.

Ahora solo cabe esperar que la justicia no sea ciega y sea justa. Que los que lo hicieron sean condenados. Que den datos a las familias para saber que sucedió. Y sobre todo que no se repita jamás. Nadie puede erigirse en juez, jurado y verdugo. Nadie.

DATOS PARA RECORDAR

-La cifra de niños robados, perdidos durante esta etapa se calcula que pudo ser de entre 200.000-300.000

-Muchos eran entregados a familias afectas al regimen, otros quedaban a cargo de instituciones como Auxilio Social y otros ingresaban en Seminarios.

-Uno de los centros penitenciarios primero republicano después franquista fue el de Les Corts de Barcelona, que dio paso al centro penitenciario de Reina Amalia, derribado al principio de la guerra civil. Actualmente en su emplazamiento original se levanta el edificio del El Corté Inglés de Diagonal, y tan solo una pequeña placa en una pared recuerda el horror vivido.

-Desde el 29 de enero de 1939 hasta finales de 1955 fue Centro Prisión Provincial de Mujeres.

-Las ordenes religiosas encargadas de las presas fueron Las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul (Paulas, galardonadas en 2005 con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia y orden a la que pertenece Sor María) y las Mercedarias.

-Entre 1939-1940 fueron fusiladas 11 reclusas de este centro en el Camp de La Bota, de Barcelona. Ahora es una parte de la costa recuperada tras las olimpiadas y zona favorita de recreo estival.

-En 1940 y 1941 varias disposiciones legales hacían que los padres perdieran la patria potestad que pasaba al estado y por tanto se podían cambiar los apellidos de los hijos de las reclusas que por otra parte no podían permanecer con sus madres más allá de los 3 años.

-En 1941 la ley permite cambiar los apellidos a los niños repatriados.

-En 1942 tutelados por el estado en centros religiosos y públicos: 9.050 niños y niñas. En 1943: 12.042

-El testimonio de Carlota O’neill, periodista republicana, sobrina del dramaturgo Eugene O’neill y esposa del aviador Virgilio Leret es demoledor. Ella escribe las primeras horas del alzamiento en Melilla y luego la situación en las cárceles de mujeres franquistas. Virgilio Leret al mando de la Plaza de Melilla fue asesinado tras una dura defensa de la Republica. Carlota O’neill fue condenada por dos consejos de guerra que emplearon sus notas sobre la guerra como prueba. Sobrevivió escribiendo folletines románticos y en 1959 pudo exiliarse a Venezuela con sus dos hijas. Allí escribió su historia.

-María Salvo pasó 16 años en prisión por cuestiones políticas. Uno de sus destinos fue Les Corts. Cuando abandonó la cárcel, descubrió que las torturas y las palizas la habían incapacitado para ser madre.

-Tras un Concierto entre el Servicio Nacional de Prisiones y las ordenes religiosas respectivas, estas se hacen cargo de las reclusas.

-En diciembre de 1940, 342 religiosas de 15 órdenes supervisan 40 cárceles femeninas españolas. En ese mismo año la población reclusa femenina era de 280.000 mujeres.

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