Hoy se han casado dos colegas de
profesión y una querida amiga ha celebrado su vigésimo segundo aniversario de
boda.
Resulta reconfortante que a pesar de que
las malas noticias sean las protagonistas a diario de los últimos años, todavía
quede tiempo para las buenas noticias.
No me refiero en si al tema del
matrimonio, sino a que una buena parte de la humanidad continua empeñada en
buscar la felicidad, en creer en el futuro.
La gente continua enamorándose, buscando
el amor, encontrando el amor, perdiendo el amor, recuperando el amor.
La vida se abre paso a pesar de los obstáculos
que las circunstancias adversas y de los que las crean.
Hoy me siento optimista. El edificio
situado frente a mi hogar, se ha llenado de nuevo de vidas nuevas, vidas
pequeñas, ruidosas y encantadoras. Son mis vecinos más pequeños pero más
valiosos. Desde que el sol apunta en el horizonte hasta que se pone, puedo
calcular las horas no gracias al reloj sino gracias a sus voces cristalinas y
divertidas.
Cantan, juegan, preguntan, exploran, se
divierten, lloran, se alegran. Son maravillosos mis vecinos más bajitos.
Hoy mis dos colegas y otros muchos han
apostado por un proyecto de futuro. No me refiero solo a una ceremonia y la
firma de unos papeles. Para mí quienes deciden compartir su vida, pasen o no
por el tramite oficial son unos valientes y unos optimistas.
He asistido ya a unas cuantas bodas a lo
largo de mi vida. Y en todas me he divertido y me he sentido feliz. Porque
cuando alguien te invita a su boda es de agradecer. Resulta muy generoso que
quieran compartir contigo esos instantes únicos.
Lo de menos es el banquete o la
celebración aunque siempre resulta el punto más comentado y recordado.
Lo de más es el hecho de que compartan
contigo la felicidad por la que apuestan.
También hoy he recordado que mi carrera,
breve pero entusiasta, como monologuista, empezó precisamente con motivo de una
boda.
La novia había encargado a una amiga que
organizase la despedida de soltera. Pero no deseaba una celebración típica, con
strippers masculinos, chistes verdes, alcohol y demás elementos típicos de
estas reuniones. Deseaba una reunión con mucho humor y mucha alegría.
Así que cada una de las asistentes se
preparó una actuación, un discursito, una sorpresa para amenizar la sobremesa.
Y a mi me tocó en suerte escribir e
interpretar un monologo que hablase del matrimonio, desde el punto de vista de
una soltera con pocas esperanzas de casarse y menos experiencia aún en el tema.
Pasados los años, continuo soltera, sin
planes de boda y evidentemente sin experiencia.
Si me lo permitís hoy no hablaré de políticos,
corruptelas, violencia y demás temas de los que acabo hablando aunque no
quiera.
Hoy quisiera compartir aquel texto, que
continua siendo un modelo de ingenuidad.
MONOLOGO SOBRE EL
MATRIMONIO. PRONUNCIADO EN UNA DESPEDIDA DE SOLTERA, ALLÁ POR EL 2003 EN EL
COMEDOR DEL HOTEL DE EL PRAT DE LLOBREGAT. PROVINCIA DE BARCELONA.
Esta noche me ha tocado
en suerte hablar del matrimonio. A mí, que no tengo la más remota idea del tema
y que la máxima experiencia que puedo aportar proviene de mis largas
observaciones como invitada a un buen número de bodas.
He consultado el
diccionario para conocer un poco mejor el tema del matrimonio. He consultado estadísticas,
he consultado manuales, he consultado encuestas. La primera conclusión a la que
he llegado es que no se conoce la fecha exacta de como empezó esto del
matrimonio y de que no existe cultura alguna que no se lo plantee.
Para algunos es una
condena. Para otros una forma de vida. Recordemos por ejemplo a Enrique VIII,
Liz Taylor, Zsa Zsa Gabor.
Incluso los más
modernos aquellos a los que las normas establecidas les parece una abominación,
se convierten en pareja de hecho.
He llegado también a la
conclusión de que lo más importante del matrimonio no es la boda, el banquete o
los invitados. Lo más importante es la vida cotidiana: las compras del super,
la familia política, decidir el destino en vacaciones, subir o bajar la tapa
del wáter, no dejar pelos en la ducha... Todo ello convierte el matrimonio en
una actividad digna de ser considerada modalidad olímpica, parecida a las
carreras de fondo.
Para llegar a la meta
sano y salvo, debes salir tranquilo, con paso firme, sin esprintar, controlando
la respiración y la mente y solo así lograrás el éxito.
Es tan complicado que
incluso se ha elaborado un estudio sobre los aniversarios de boda que miden la
resistencia de la pareja con el paso de los años.
Los primeros
aniversarios son de papel, seda, algodón, flores…elementos frágiles. Luego la
resistencia aumenta y hablamos de bodas de madera, marfil, caoba.
Pasados los primeros
siete años llega la primera crisis gorda, Son aniversarios de cristal,
porcelana. Cuidado. Es el momento en que se escucha “Me voy con mi madre” y un
portazo monumental.
Si sobrevivimos
llegamos a las bodas de plata y de oro. Y la mejor las bodas de platino. 75
años de casados. Te admiramos sinceramente.
Pero lo más interesante
no es la boda en si, la ceremonia, el banquete, los invitados, la luna de miel.
Lo más interesante es
la planificación de l boda, la preparación del evento. Que estresss por favor.
Todo empieza un día en
que has quedado con tu amiga para tomar café. Y ella que es puntual no solo
llega tarde sino que trae una cara, diferente.
Le preguntas “¿Café?” y
te responde “Si” Le preguntas “¿Llueve?” y te responde “Si”. Le preguntas “¿Has
invertido en bolsa?” y te responde “Si”. Malo. Empieza a soltar suspiros y a
derramar el café y finalmente te confiesa que se ha enamorado. No sabes cuando
le perdiste la pista pero en algún momento en que estabas con la guardia baja
se ha enamorado.
Que no cunda el pánico.
Lo mejor será conocer al autor de los hechos. Porque está claro que si tu amiga
te interesa lo suficiente si la quieres, lo mejor es que el autor de los
hechos, el asesino de solterías, te caiga bien. Sino el futuro no es demasiado
esperanzador.
El tiempo pasa y la
agenda de tu amiga es un constante equilibrio entre su amor y tu afecto.
No quiere dejarte
tirada pero claro las cosas han cambiado y ahora la compartes con él.
Un buen día, llega de
nuevo tarde y su cara es más extraña que antes, habla más deprisa, sonríe como
si se hubiese tragado una percha…Se casa. El le ha pedido que se casen o se lo
ha pedido ella o lo han decidido los dos. No importa como pero tu amiga del
alma se casa.
El siguiente paso es
buscar casa. La acompañas a todas las visitas y aprendes mucho del mercado
inmobiliario. Donde lees “reformado, para entrar a vivir” en realidad debería
decir “antigua zona de conflicto bélico”. Si se anuncia como “bien comunicado
con el centro” en realidad es “si pero después de tres trasbordos de metro y
bus”.
Luego llega el vestido
de novia. El gran dilema. Porque hasta la más moderna corre el riego de acabar
vestida como Sissi Emperatriz.
Más tarde toca el turno
al maquillaje y el peinado para el gran día. Pruebas y más pruebas seis meses
antes de la fecha elegida.
Y no podemos olvidar lo
de “algo prestado, algo usado y algo azul”. Faltaría añadir unos ajos y agua
bendita. Porque parece más que protegemos a la novia de una ceremonia vudú y no
de una inocente boda.
Y los zapatos. Comodos.
Que el dia,la tarde o la noche son largoooos y los pies de la novia deben
aguantar, pisotones, valses, y evidentemente la ceremonia.
Y el ramo. Que sea fácil
de manejar, que quede bien en las fotos y que al lanzarlo a la orda de solteras
no resulte un misil peligroso.
El restaurante es otro
tema delicado. El menú no puede ser excesivo porque te expones a una critica
segura ni tampoco minimalista y de nueva cocina o también te criticarán porque
los invitados pasaron hambre.
Los invitados…gran
apartado. Antes de organizar la mesas debes leer El Arte de la Guerra y las
reglas del Estratego porque sino también escucharás criticas sobre lo poco simpática
que es la amiga de tu suegra.
Y llega el punto final.
El viaje de novios, la luna de miel. Porque el destino dependerá del
presupuesto.
La convivencia empieza a
ponerse en juego en el aeropuerto, debido al exceso de equipaje.
Por no hablar de la
lista de bodas, otro capitulo fascinante que por lo menos te ahorra tener 7
jarrones iguales o 12 lamparas de infarto.
Hoy nos encontramos
reunidos aquí para perpretrar una despedida de soltera. Si se supone que te
casas convencida porque te “despides”. Suena a la ultima voluntad del
condenado. Si te casas ya no vuelves a comer, beber o bailar nunca más en tu
vida. Acaso no volverás a mirar a otro tío ni siquiera en la pantalla del
televisor.
A partir del momento en
que comunicas a tus allegados que te casas no dejas de escuchar frases
pretendidamente ingeniosas como “El matrimonio, los casados pretenden salir y
los solteros se mueren por entrar”.
Aunque mi favorito es
un aserto italiano que dice que el matrimonio es como una sandia, hasta que no
la abres y la catas no tienes idea de como resultara.
EPILOGO
Después de este monologo he asistido a más despedidas de soltera y más bodas. Y las conclusiones son las mismas.
Después de este monologo he asistido a más despedidas de soltera y más bodas. Y las conclusiones son las mismas.
Por fortuna la mayoría de los
contrayentes siguen juntos, discutiendo por el presupuesto familiar, la tapa
del wáter, los hijos, las vacaciones y las familias políticas.
Espero que todos lleguéis a las bodas de
platino como mínimo.
Feliz aventura diaria para todas y para
todos.
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