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domingo, 3 de junio de 2012

MATRIMONIO,BODAS,OPTIMISMO,ESPERANZA


Hoy se han casado dos colegas de profesión y una querida amiga ha celebrado su vigésimo segundo aniversario de boda.

Resulta reconfortante que a pesar de que las malas noticias sean las protagonistas a diario de los últimos años, todavía quede tiempo para las buenas noticias.

No me refiero en si al tema del matrimonio, sino a que una buena parte de la humanidad continua empeñada en buscar la felicidad, en creer en el futuro.

La gente continua enamorándose, buscando el amor, encontrando el amor, perdiendo el amor, recuperando el amor.

La vida se abre paso a pesar de los obstáculos que las circunstancias adversas y de los que las crean.

Hoy me siento optimista. El edificio situado frente a mi hogar, se ha llenado de nuevo de vidas nuevas, vidas pequeñas, ruidosas y encantadoras. Son mis vecinos más pequeños pero más valiosos. Desde que el sol apunta en el horizonte hasta que se pone, puedo calcular las horas no gracias al reloj sino gracias a sus voces cristalinas y divertidas.

Cantan, juegan, preguntan, exploran, se divierten, lloran, se alegran. Son maravillosos mis vecinos más bajitos.

Hoy mis dos colegas y otros muchos han apostado por un proyecto de futuro. No me refiero solo a una ceremonia y la firma de unos papeles. Para mí quienes deciden compartir su vida, pasen o no por el tramite oficial son unos valientes y unos optimistas.

He asistido ya a unas cuantas bodas a lo largo de mi vida. Y en todas me he divertido y me he sentido feliz. Porque cuando alguien te invita a su boda es de agradecer. Resulta muy generoso que quieran compartir contigo esos instantes únicos.

Lo de menos es el banquete o la celebración aunque siempre resulta el punto más comentado y recordado.

Lo de más es el hecho de que compartan contigo la felicidad por la que apuestan.

También hoy he recordado que mi carrera, breve pero entusiasta, como monologuista, empezó precisamente con motivo de una boda.

La novia había encargado a una amiga que organizase la despedida de soltera. Pero no deseaba una celebración típica, con strippers masculinos, chistes verdes, alcohol y demás elementos típicos de estas reuniones. Deseaba una reunión con mucho humor y mucha alegría.

Así que cada una de las asistentes se preparó una actuación, un discursito, una sorpresa para amenizar la sobremesa.

Y a mi me tocó en suerte escribir e interpretar un monologo que hablase del matrimonio, desde el punto de vista de una soltera con pocas esperanzas de casarse y menos experiencia aún en el tema.

Pasados los años, continuo soltera, sin planes de boda y evidentemente sin experiencia.

Si me lo permitís hoy no hablaré de políticos, corruptelas, violencia y demás temas de los que acabo hablando aunque no quiera.

Hoy quisiera compartir aquel texto, que continua siendo un modelo de ingenuidad.



MONOLOGO SOBRE EL MATRIMONIO. PRONUNCIADO EN UNA DESPEDIDA DE SOLTERA, ALLÁ POR EL 2003 EN EL COMEDOR DEL HOTEL DE EL PRAT DE LLOBREGAT. PROVINCIA DE BARCELONA.

Esta noche me ha tocado en suerte hablar del matrimonio. A mí, que no tengo la más remota idea del tema y que la máxima experiencia que puedo aportar proviene de mis largas observaciones como invitada a un buen número de bodas.

He consultado el diccionario para conocer un poco mejor el tema del matrimonio. He consultado estadísticas, he consultado manuales, he consultado encuestas. La primera conclusión a la que he llegado es que no se conoce la fecha exacta de como empezó esto del matrimonio y de que no existe cultura alguna que no se lo plantee.

Para algunos es una condena. Para otros una forma de vida. Recordemos por ejemplo a Enrique VIII, Liz Taylor, Zsa Zsa Gabor.

Incluso los más modernos aquellos a los que las normas establecidas les parece una abominación, se convierten en pareja de hecho.

He llegado también a la conclusión de que lo más importante del matrimonio no es la boda, el banquete o los invitados. Lo más importante es la vida cotidiana: las compras del super, la familia política, decidir el destino en vacaciones, subir o bajar la tapa del wáter, no dejar pelos en la ducha... Todo ello convierte el matrimonio en una actividad digna de ser considerada modalidad olímpica, parecida a las carreras de fondo.

Para llegar a la meta sano y salvo, debes salir tranquilo, con paso firme, sin esprintar, controlando la respiración y la mente y solo así lograrás el éxito.

Es tan complicado que incluso se ha elaborado un estudio sobre los aniversarios de boda que miden la resistencia de la pareja con el paso de los años.

Los primeros aniversarios son de papel, seda, algodón, flores…elementos frágiles. Luego la resistencia aumenta y hablamos de bodas de madera, marfil, caoba.

Pasados los primeros siete años llega la primera crisis gorda, Son aniversarios de cristal, porcelana. Cuidado. Es el momento en que se escucha “Me voy con mi madre” y un portazo monumental.

Si sobrevivimos llegamos a las bodas de plata y de oro. Y la mejor las bodas de platino. 75 años de casados. Te admiramos sinceramente.

Pero lo más interesante no es la boda en si, la ceremonia, el banquete, los invitados, la luna de miel.

Lo más interesante es la planificación de l boda, la preparación del evento. Que estresss por favor.

Todo empieza un día en que has quedado con tu amiga para tomar café. Y ella que es puntual no solo llega tarde sino que trae una cara, diferente.

Le preguntas “¿Café?” y te responde “Si” Le preguntas “¿Llueve?” y te responde “Si”. Le preguntas “¿Has invertido en bolsa?” y te responde “Si”. Malo. Empieza a soltar suspiros y a derramar el café y finalmente te confiesa que se ha enamorado. No sabes cuando le perdiste la pista pero en algún momento en que estabas con la guardia baja se ha enamorado.

Que no cunda el pánico. Lo mejor será conocer al autor de los hechos. Porque está claro que si tu amiga te interesa lo suficiente si la quieres, lo mejor es que el autor de los hechos, el asesino de solterías, te caiga bien. Sino el futuro no es demasiado esperanzador.

El tiempo pasa y la agenda de tu amiga es un constante equilibrio entre su amor y tu afecto.

No quiere dejarte tirada pero claro las cosas han cambiado y ahora la compartes con él.

Un buen día, llega de nuevo tarde y su cara es más extraña que antes, habla más deprisa, sonríe como si se hubiese tragado una percha…Se casa. El le ha pedido que se casen o se lo ha pedido ella o lo han decidido los dos. No importa como pero tu amiga del alma se casa.

El siguiente paso es buscar casa. La acompañas a todas las visitas y aprendes mucho del mercado inmobiliario. Donde lees “reformado, para entrar a vivir” en realidad debería decir “antigua zona de conflicto bélico”. Si se anuncia como “bien comunicado con el centro” en realidad es “si pero después de tres trasbordos de metro y bus”.

Luego llega el vestido de novia. El gran dilema. Porque hasta la más moderna corre el riego de acabar vestida como Sissi Emperatriz.

Más tarde toca el turno al maquillaje y el peinado para el gran día. Pruebas y más pruebas seis meses antes de la fecha elegida.

Y no podemos olvidar lo de “algo prestado, algo usado y algo azul”. Faltaría añadir unos ajos y agua bendita. Porque parece más que protegemos a la novia de una ceremonia vudú y no de una inocente boda.

Y los zapatos. Comodos. Que el dia,la tarde o la noche son largoooos y los pies de la novia deben aguantar, pisotones, valses, y evidentemente la ceremonia.

Y el ramo. Que sea fácil de manejar, que quede bien en las fotos y que al lanzarlo a la orda de solteras no resulte un misil peligroso.

El restaurante es otro tema delicado. El menú no puede ser excesivo porque te expones a una critica segura ni tampoco minimalista y de nueva cocina o también te criticarán porque los invitados pasaron hambre.

Los invitados…gran apartado. Antes de organizar la mesas debes leer El Arte de la Guerra y las reglas del Estratego porque sino también escucharás criticas sobre lo poco simpática que es la amiga de tu suegra.

Y llega el punto final. El viaje de novios, la luna de miel. Porque el destino dependerá del presupuesto.

La convivencia empieza a ponerse en juego en el aeropuerto, debido al exceso de equipaje.

Por no hablar de la lista de bodas, otro capitulo fascinante que por lo menos te ahorra tener 7 jarrones iguales o 12 lamparas de infarto.

Hoy nos encontramos reunidos aquí para perpretrar una despedida de soltera. Si se supone que te casas convencida porque te “despides”. Suena a la ultima voluntad del condenado. Si te casas ya no vuelves a comer, beber o bailar nunca más en tu vida. Acaso no volverás a mirar a otro tío ni siquiera en la pantalla del televisor.

A partir del momento en que comunicas a tus allegados que te casas no dejas de escuchar frases pretendidamente ingeniosas como “El matrimonio, los casados pretenden salir y los solteros se mueren por entrar”.

Aunque mi favorito es un aserto italiano que dice que el matrimonio es como una sandia, hasta que no la abres y la catas no tienes idea de como resultara.

EPILOGO
Después de este monologo he asistido a más despedidas de soltera y más bodas. Y las conclusiones son las mismas.

Por fortuna la mayoría de los contrayentes siguen juntos, discutiendo por el presupuesto familiar, la tapa del wáter, los hijos, las vacaciones y las familias políticas.

Espero que todos lleguéis a las bodas de platino como mínimo.

Feliz aventura diaria para todas y para todos.

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