Blog Urbano y de Vanguardia. La Pequeña Balboa, desde las ondas a las letras,
comprometiéndose con la actualidad , con los problemas sociales y con el día a día.

Violencia de género, Niños robados, Injusticias sociales,
La realidad de los pensionistas, El Alzheimer
como la gran lacra de la sociedad, Ley de Dependencia...

Opiniones personales, la vida cotidiana. Ideas, reflexiones. Comunicación personal.

lunes, 30 de septiembre de 2013

LAS CHICAS DE LA ONU. UNA EXPERIENCIA GENIAL


 
 Estoy sentada esperando mi turno en la sucursal del banco de mi barrio. Miro y vuelvo a mirar el extracto de mi famélica cartilla de ahorros y calculo cuanto puedo pedir en efectivo para comprar algo de comida sin desestabilizar el presupuesto y que no quede una factura sin pagar.

De pronto una voz suave y joven me saluda en un idioma que me trae buenos recuerdos. As-sa-laam a-le-kum y yo respondo de forma automática con una sonrisa a-le-kum-as-sa-laam.

Ella viste como es tradicional en su país, Pakistán. Llegó a Barcelona siendo niña, se casó con un muchacho pakistaní que falleció hace unos años y es madre de un chico. Habla castellano muy bien, con un acento dulce y suave.

Nos besamos y nos damos un abrazo y mientras esperamos sentadas nos ponemos al día. Mi primera pregunta es para interesarme por “las chicas de la ONU” y ella pacientemente me cuenta como están sus compañeras y amigas.

Las chicas de la ONU…que divertido fue. No sé quien aprendió más si ellas o yo. Pero os aseguro que la experiencia me marcó profundamente y me permitió conocer algo más del mundo real.

 Fue en septiembre de 2012. Pocas semanas después de engrosar la gran legión de desemplead@s de este país y de descubrir que no tenía futuro, que todo en lo que había sido educada ya no existía: mis antiguos empleadores habían cotizado por mí en la SS lo mínimo y el gobierno de Rajoy había dado otra vuelta de tuerca a la reforma laboral. Así que mi prestación por desempleo quedó reducida a 139Euros durante 6 meses.

Más tarde pude comprobar, todos pudimos comprobar, que las cosas podían ser peores.

Pero lo que más añoraba era dar clases. Es algo que me llena de energía.

Una amiga me comentó que en un centro ecuménico se impartían clases voluntarias y gratuitas a adultos para que aprendiesen castellano y catalán con el fin de naturalizarse y en muchos casos adaptarse a nuestras costumbres.

Hombres y mujeres recibían clase por separado puesto que las responsables del centro descubrieron que si ambos sexos compartían aula ellas no preguntaban ni participaban en la clase ante la presencia de sus hombres.

En cambio sí estaban solas con una profesora la dinámica mejoraba.

Mi primera tarde de clase de castellano fue una sorpresa que resulta difícil de describir.

Eran unas 20 alumnas, 20 sonrisas, 20 manchas de colores diversos, 40 ojos curiosos y una variedad de acentos que me hicieron llamarlas “LAS CHICAS DE LA ONU”.

Muchas de ellas no sabían leer o escribir en su propio idioma. Así que era la primera vez que se enfrentaban a la disciplina del estudio, la lectura, tomar un lápiz entre sus dedos, deslizarlo por una hoja.

Pero por más que nos esforzábamos no avanzábamos en el programa de trabajo.

Al final descubrimos el problema. No existe una correlación entre sus abecedarios y el nuestro.

No, no me he equivocado… sus abecedarios y el nuestro. Mis alumnas hablaban urdú (Pakistán), marroquí (Marruecos), hindi (India) y bangra (Bangladesh).

Un credo común para Pakistán, Marruecos y Bangladesh y otro para India.

Pero excepto mis chicas de Marruecos, las restantes me echaban una mano traduciendo a sus compañeras en urdú.

Con Marruecos interactuaba en un francés rudimentario y con el resto en Ingles.

El problema más importante era que su caligrafía es como un bordado, una obra de arte que no tiene correspondencia con el alfabeto latino. Ya no os cuento en lo que se refiere a la pronunciación.

Lo mejor llegó en noviembre con la incorporación de dos alumnas más. Suegra y nuera. Maravillosas, divertidas, animadas.

Pero…de Armenia. Encajar a dos cristianas ortodoxas que de entrada pertenecen a un país que no ha olvidado el genocidio llevado a cabo por parte de Turquía durante la Primera Guerra Mundial, que se saldó con la muerte de más de 2.000.000 de armenios y el exilio forzado de muchas familias al resto de Europa,. (uno de los casos más conocidos fue el de la familia del cantante Charles Aznavour)  fue difícil.

El hecho de hablar de genocidio armenio constituye la negación por parte de Turquía, crisis diplomáticas con EEUU o amenazas graves a intelectuales como el turco Nobel de Literatura Orhan Pamuc.

No imagináis la cara de mis alumnas armenias cuando descubrieron que compartían clase con mujeres musulmanas. No importaba que no fuesen turcas, eran musulmanas.

El alfabeto armenio es muy parecido al alfabeto cirílico ruso, así que ya podéis imaginar que sucedió. Exacto. Mis clases eran un sucesivo baile entre diccionarios con pronunciaciones diferentes, formas de vestir diferentes, mucha curiosidad, risas y un continuo responder a preguntas.

Si la profesora del aula contigua no podía asistir a clase, entonces mi frente se abría a unos 20 objetivos más…agotador pero maravilloso.

Al llegar la Navidad, asistimos a una celebración ecuménica, en la que estuvieron presentes, católicos, musulmanes, hindúes, sijs y ortodoxos. Fue fascinante, emocionante, una experiencia muy grande.

Después de la Navidad, dejé de asistir a clase durante una semana. Mi madre falleció tras pasar cinco días en el hospital.

Cuando regresé a clase, me recibieron con un afecto, un respeto y una ternura que provocó que mi dique emocional se rompiera. No había llorado desde que mamá ingresó en el hospital. Lloré minutos después de su muerte y en pompas fúnebres un poco. Pero eso fue todo. No me permití llorar. Debía ser fuerte por mi padre.

Y fue junto a ellas, que me desbordé y lloré y me consolaron. Fueron mis madres, hermanas y amigas. Me consolaron con acentos dulces y extraños. Pero el amor, el afecto que me ofrecieron fue tan grande, tan inmenso que me dejé llevar.

Llegó la primavera y me vi obligada a dejar las clases por cuestiones de salud. La despedida fue difícil para todas.

Pero mis Chicas de la ONU, me hicieron sentir bien, me regalaron muchas cosas y me permitieron ver el mundo sin viajar.

Ahora soy capaz de adivinar de que país viene cada mujer de Asía con la que me cruzo por la calle. Porque aunque creamos que todas las prendas de vestir femeninas son iguales, no es así.

Y de vez en cuando las veo por el barrio y me saludan y me abrazan y me preguntan…y charlamos de todo y de nada.

Os cuento todo esto, no solo por compartir una experiencia que para mí resultó muy hermosa.
 
 
 

Sino porque ayer mientras empezaba la temporada de radio, algunos de mis amig@s me preguntaban por la dirección de internet y la frecuencia…pero sabía que no podrían seguir la emisión…

Porque ell@s hablan castellano y la emisión era en catalán.

Hechos diferenciales. Realidades tangibles. Y el absurdo elevado al cubo.

Estamos asistiendo a una crisis grave en el sistema educativo balear.

Para rebajar el impacto de la inmersión lingüística en catalán en las Islas Baleares ahora el gobierno balear pretende imponer el modelo educativo en tres idiomas, castellano, catalán e inglés.

Imponer…palabra negativa y con poca perspectiva de éxito.

Unos amigos de los de toda la vida con los que he crecido son padres de dos hijos. Mi amiga nació en Catalunya, por tanto habla castellano y catalán, aprendió inglés (habitual en su trabajo con Turquía, Grecia o China) tiene nociones de francés y también de italiano, sin olvidar gallego porque su madre es natural de aquella comunidad.

Lo del italiano le viene por parte de su marido, nacido en Barcelona, de madre catalana y padre croata, que habla italiano porque al acabar la Segunda Guerra Mundial su pueblo quedó en la frontera con Italia. Así que sus hijos, son capaces de hablar en castellano, catalán, italiano, inglés sin olvidar nociones de gallego.

En mi caso somos menos internacionales. Mi familia es de Córdoba, mi abuelo materno era de Manzanares, mis sobrinas y otra parte de la familia viven en Madrid y yo vi la luz en Barcelona. Así que hablo castellano, catalán, algo de inglés, algo de francés, comprendo el gallego gracias a la inmersión vivida en casa de mi buena amiga Alicia, cuya familia nunca ha dejado de hablar en su idioma materno en casa.

Y ahora estoy dispuesta a aprender algunas palabras en Euskera y Asturiano. Me apetece mucho aprender algo de asturiano, porque suena a música.

Alfonso X El Sabio rey de Castilla, creó la Escuela de Traductores de Toledo, un organismo en el que se trabajaba en la traducción de textos en castellano, latín y hebreo, al tiempo que el rey componía Las Cantigas A La Virgen en gallego porque consideraba que era la lengua adecuada para la poesía.

En esa época de ebullición cultural en la península, en Catalunya Ramón Llull o Raimundo Lulio, inventaba palabras nuevas a partir del latín para definir nuevos conceptos científicos, geográficos palabras que todavía utilizamos…

Sin olvidar que los árabes se instalaron en la península durante 8 siglos legándonos más de 10.000 palabras que empleamos hoy en día.

O las raíces hebreas que siguen presentes en nuestra gastronomía, en el lenguaje y ciertas costumbres.

 

Creo que convertir el idioma en rehén es un error. Algo que no debería suceder. Por una y otra parte.

Porque un idioma, la lengua que empleamos para expresarnos, es el vehículo emocional más poderoso que  existe para compartir sentimientos, pasiones, descubrimientos e información.

Ponerle vallas al bosque es ridículo y demuestra una gran falta de sensibilidad.

En mi memoria siguen resonando los ecos de cierto discurso en inglés o las imágenes de presidentes de gobierno sucesivos que a pesar de la proyección internacional de este país son incapaces de alternar con presidentes de otros países en inglés el idioma de los negocios por ahora, hasta que se acabe de posicionar el chino.

La soberbia humana no tiene límites. Lo malo es cuando algunos grupos siguen apoyando este sentimiento de revancha y dominación.

Lo ideal sería abrir nuestras mentes y dejar de ser prisioneros de los prejuicios.

No comprendo porque en el programa de estudio del país no se pueden incluir las lenguas naturales de antiguos reinos transformados en modernas comunidades.

La Guerra Civil acabó. Pero al parecer algunos no lo han comprendido o no quieren hacerlo.

Mientras yo seguiré con mi exploración del mundo. Es hermoso expresar sentimientos en diferentes idiomas.

El concepto habitualmente es el mismo, pero los matices…son deliciosos.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario