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martes, 15 de octubre de 2013

NO RENUNCIAREMOS A NUESTRO SUEÑO



Esta tarde un querido antiguo alumno y desde hace años valioso amigo, me ha invitado a un café para charlar de cosas nuevas, de aspectos profesionales, de lo divino y lo humano.

Es un tipo sólido, honrado, trabajador a carta cabal. Pasó un año en Sevilla con una beca de estudio porque deseaba especializarse en Historia de la Américas.

Podéis imaginar cual es su expediente académico para obtener una beca de tal calibre. Viajó a Sevilla, estudió, aprendió y cuando su beca acabó regresó a casa.

Al poco de regresar su familia y él, como las familias de más de 6 millones de personas vieron como la crisis económicas hacía presa en su magra economía se reinventaron para vivir.

Su padre se convirtió en autonomo, montó un pequeño negocio familiar en el ramo de la alimentación y evidentemente el negocio fracasó, los que sois autonomos y autonomas no necesitáis que os cuente el resto de la historia.

El primer año mi amigo pudo trampear la situación y continuó con su carrera universitaria en la Facultad de Historia.

Trabajó en lo que pudo para sortear las dificultades que plantea el Plan Bolonia, pensado para dedicar todo el tiempo al estudio e impedir que el alumno, la alumna puedan trabajar (bueno cuando se podía claro) para pagar alquiler, comprar comida y esas cosas que hacen los seres humanos empeñados en vivir.

Perdió sus trabajos, buscó otros nuevos. Siguió peleando, estudiando, viviendo. No lo logró. No había nada para él. Se vió obligado a tramitar el subsidio por desempleo. Sus padres perdieron el negocio familiar.

El pasado mes de julio se presentó a los examenes finales y los aprobó con buena nota. Tan buena nota que podía optar a beca, pero...como en el expediente familiar figuraba el dato de que "su padre era empresario" arruinado, endeudado, sin haber cotizado lo suficiente como para optar a una pensión digna, pero "empresario" su beca estaba a punto de desvanecerse.

Pero no solo fue opción a beca fue su futuro lo que se desvaneció, lenta y dolorosamente como humo y niebla.

Cumplimentó los tramites de pre-matricula. Fue el momento exacto en el que supo de que lado estaban los dados. Por supuesto del suyo no.

Los dados estaban del lado de un ministro, que está encantado de conocerse. Un tipo al que las polémicas le sientan bien y se desayuna cada día con unas cien broncas.

Pero que ante todo, por encima de todo, destaca por su nula empatia. Es incapaz de sentir nada por los demás.Especialmente si los demás son pobres, le llevan la contraria y se atreven a opinar.

Ese ministro, que no goza  precisamente del afecto de buena parte de la población lo que por otra parte se la trae al pairo (por no expresar una grosería) ha ideado una ley de reforma educativa perversa, alejada de la realidad y las necesidades educativas y culturales de quienes forman parte bien como alumnos bien como docentes de la comunidad académica.

Una ley que ha logrado lo que nadie pudo imaginar. Unir a padres, madres, hijos, hijas, profesores, profesoras y ciudadania en general, en un estado de rechazo y cabreo que ha convertido en aliadas a generaciones que habitualmente andan a la greña y estamentos que solo se cruzan por el pasillo.
Su ley ha sido refrendada gracias a la mayoría absoluta que ostenta su partido tras las últimas elecciones generales. Más que aprobada, ha sido jaleada, elevada a los altares de la sinrazón.

Solo falta que un día de estos nos suelte "Toma toma tomaaaa, chupate esa...yo tengo una ley chachi y tu te vas a tragar articulo por articulo y además el presi me quiere a mi y a ti nooo".
Tanta demostración de fuerza, tanta sobervia lo único que ha logrado es que mueran miles de sueños antes de florecer, que miles de futuros profesionales queden en la cuneta de la vida, que toneladas de talento queden enterradas entre toneladas de papeles que se desvanecerán en el tiempo hasta que no quede rastro alguno de las vidas truncadas que el egoismo de tan pocos ha causado en tantos.
Después de hablar con mi amigo me ha confesado que ha tenido que dejar la carrera a tan solo seis asignaturas del final.

Seis asignaturas que cuestan 6.000 euros. Seis asignaturas solo seis le separan de alcanzar una meta. Pero bueno no importa total solo se trata de un joven honrado, trabajador, educado, simpático y con talento, que siempre ha vivido según las normas de la más absoluta corrección.

Que más da que sea uno de los 10.000 alumnos y alumnas que se quedarán fuera de la vida académica.

Jovenes que por otra parte tampoco no tienen un futuro claro porque si para sus padres el futuro laboral es inexistente para ellos, para ellas, ya ni se percibe.


Mi sobrina mayor (ya os he hablado de ella) es otra joven con talento. No lo digo porque sea mi sobrina. Me remito a sus logros academicos. Desde el parvulario ha demostrado que es tenaz, inteligente, talentosa, una buena niña, educada, que quiere a sus padres, a su familia, que nunca ha causado el menor contratiempo, que adora a su hermana pequeña.

Las últimas dos semanas las ha pasado presa de una crisis de angustia, en la que únicamente repetía entre lágrimas "Que va a ser de mi vida, que haré con mi vida". El responsable de esta crisis es el mismo tipo que ha hecho posible que mi amigo abandone una prometedora carrera universitaria.

Mi sobrina accedió a la universidad con un buen expediente, cursó los dos primeros años en Madrid y mientras estudiaba trabajó en lo que pudo para ahorrar. Su sueño es especializarse en estudios medievales. Su mejor oportunidad esforzarse por obtener una beca Erasmus en Francia. Logró su beca sobradamente y además se pagó varios cursos de francés para prepararse convenientemente.

Su estancia en Francia en Bordeaux ha sido una experiencia increíble. Alejada de su familia, a la que siempre ha estado muy unida, intentado en todo momento no salirse del presupuesto, estudiando un año academico de nivel universitario en una lengua extrangera. El resultado fue grande. Aprobadas las asignaturas.

El último año de carrera lo ha cursado en Madrid de nuevo. Digamos que la crisis no permite demasiados lujos. Y estas dos semanas, tras batallar con un director de proyecto inepto, que nunca acababa de dar las especificaciciones adecuadas para su trabajo, logró presentarlo. El objetivo cursar un Master.

Para ello necesita un pequeño empujón, una beca. Hoy 14 de octubre se ha presentado a la sesión informativa del Master, sin tener una idea clara sobre el tema de su beca
 
 
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Pero no importa el ministro está feliz. Provocar violencia verbal le pone a tono, le hace sentir invencible. No importa si una familia ha pasado los últimos años ahorrando, si una joven encantadora y con talento ha demostrado sobradametne su valia. No importa.

El sistema ha estado a punto de engullirla unicamente por la afición de seres ebrios de poder que no la conocen personalmente pero que pueden arruinarle la vida.


No hace muchos días aparecía en la prensa la historia de una joven de 16 años de Madrid, cuyo expediente académico es de sobresalientes y matriculas de honor, que sueña con ser criminologa que tal vez a fecha de hoy haya dejado el instituto.

Sus padres son desempleados de larga duración que no pueden reunir los 60 euros que cuesta mensualmente el transporte que la lleva de casa al instituto.

Otro talento perdido, desperdiciado, porque alguien ha decidido que debe dejar sus estudios por 60 euros mensuales.



 


Y todo este caos, este desastre, este lío de proporciones dantescas...¿porque? Simple. Por egoísmo y ambición desmedida.

Lo único que me gustaría pedir a quienes arruinan vidas que no conocen...es que dejen los despachos, salgan a la calle  y nos digan a la cara, a cada uno, a cada una que quedamos eliminados del juego, que no hemos pasado la prueba exigida, que somos prescindibles...
A estas alturas de mi vida, ya he asumido que el sistema  me ha apeado de la carrera. Lo asumo aunque no lo apruebe o comprenda.
Pero hacerlo con los jóvenes, con el futuro de una sociedad, es un ejercicio de crueldad tan gratuita como innecesaria.

Señor ministro pregunte a su presidente algo que me no acierto a comprender. Cuando ya no quede nadie más por eliminar, cuando ya no queden más victimas que ofrecer a la gran maquinaria impuesta por Berlín (por favor no nos engañemos hace tiempo que Bruselas fue borrada de la lista de invitados) ¿se ofrecerán ustedes para aplacar las iras de este sistema que por mucho que insistan en lo contario, está fuera de control?
Le aseguro que hoy me hubiese gustado compartir con usted el instante amargo en el que mi antiguo alumno, ahora mi amigo, me ha contado que se ha visto obligado a dejar volar su sueño, su pasión.


No creo que llegue a entender el desastre que ha provocado ya la defensa ciega de la macroeconomía.
Estoy de acuerdo en que el ejecutivo del que forma parte lidia con problemas heredados.

Pero también convendrá usted conmigo que si tantos no hubiesen metido la mano en las arcas públicas, a estas alturas todavía podríamos mantener la cabeza fuera del agua y hacer pie. Así que...

Espero que algún día sienta
los remordimientos.
Pero no lo creo.
Usted ha nacido para arruinar sueños.
 
 
 

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