La Pequeña Balboa: RADIO: DIA INTERNACIONAL DE...

EN ESTA OCASIÓN NO ILUSTRO EL POST SOBRE RADIO CON FOTOS...SINO CON VÍDEOS...

SOBRE PELÍCULAS Y SERIES QUE HAN CONVERTIDO LA RADIO EN LA PROTAGONISTA...

LA RADIO ENCUBIERTA,

GOOD MORNING VIETNAM

FRASIER,

WKRP-RADIO CINCINNATI ...

ORGULLOSA DE SER RADIOFONISTA

Desde primera hora de la mañana he recibido varios mensajes felicitándome con motivo del Día Mundial de la Radio. Si soy sincera no tenía la más remota idea de la efeméride.

Así que desde que me ha llegado el primer mensaje me he dedicado a buscar información al respecto y a medida que he encontrado los datos que necesitaba he empezado a respirar tranquila.

Al parecer la UNESCO instituyó este día a petición de España en 2011 y tras tomarse un tiempo para consultar entre los estados miembros de la organización al respecto. Es decir que se tomaron su tiempo para decidir si se ponían de acuerdo en rendir homenaje a la radio cada 13 de febrero.

No obstante he repasado “mi vida” retrocediendo tres años y he descubierto porque no tenía ni idea del tema.

En primer lugar porque para mía de la radio es el 14 de noviembre, porque en 1922 la BBC inició sus emisiones y en 1924 Radio Barcelona-EAJ/1 inició su andadura.

En segundo lugar por en ese momento empezó lo que podría denominar como mi Annus Horribilis aunque a diferencia de su Graciosa Majestad Británica Isabel II no ha finalizado.

Si retrocedo un poco más en el tiempo llego a mi primera infancia y recupero decenas de recuerdos sonoros, de melodías y voces que para mí al igual que a miles de personas en este país constituyen la banda sonora de mi vida.

A pesar de pertenecer a una generación que creció con la radio porque solo unos pocos privilegiados tenían acceso a la televisión, nunca pensé en dedicarme a la radio.

Si lo hice fue por “culpa” de mi madre, que un buen día me dijo que se había convocado un curso básico de radio y que me resultaría muy interesante. Y claro si mamá te lo decía seguro que era algo bueno.

Me inscribí en el curso y aprobé las pruebas de ingreso y desde entonces hasta ahora sigo enamorada de este medio de comunicación.

En ese tiempo estudiaba el ciclo final para convertirme en técnico sanitario en la especialidad de Dietética y Nutrición, lo que se traducía en asistir al curso básico de radio después de una larga jornada de estudio y practicas sin olvidar que me ganaba la vida como profesora particular y mecanografiando trabajos de final de carrera (si niños y niñas, en aquella época jurásica no existían los ordenadores y empleábamos folios y corrector líquido o en sobres, el milagroso Typex).

Cada día a las 20:00 empezaba la clase y a medianoche hacíamos una pausa para “cenar” en un establecimiento de bocadillos situado en la Plaça Sant Jaume de Barcelona, en pleno casco antiguo. Esas “cenas” me permitieron descubrir que mi ciudad de noche es hermosa. Después del bocadillo volvíamos a clase y continuábamos hasta las 02:00 de la madrugada. Una compañera de curso que vivía en Terrassa me acompañaba a casa en coche, me acostaba y dormía tres horas puesto que a las 07:00 volvía a clase de Dietética.
Dos meses antes de que acabase el curso una amiga me animó a presentar un proyecto para un programa de radio en una emisora local. La directora me recibió porque teníamos amigos comunes pero sin mirar el proyecto ni hacerme una prueba de voz, me dijo “creo que esto no es lo tuyo, vuelve a casa y olvídalo, sinceramente no creo que tengas futuro” (años más tarde está gran profesional y yo trabajamos como profesoras en el mismo centro y ella no me reconoció, así que esperé a la cena de gala de final de curso para recordarle mis comienzos…ver su cara valió la pena.

Antes de dos semanas la compañera de curso que vivía en Terrassa me ofreció la posibilidad de presentar otro proyecto en otra emisora y un 20 de mayo debuté ante un micrófono.

Desde entonces hasta hoy han pasado muchas cosas, muchos minutos ante el micrófono, muchas horas preparando guiones. He sonreído, reído y carcajeado como no imaginé que fuese posible. También he llorado de cansancio y de frustración. Las lágrimas de cansancio son comprensibles, porque en ocasiones para lograr que cinco minutos suenen a gloria empleas cinco horas.

Las últimas lágrimas de frustración las vertí en julio de 2012 cuando se puso en duda mi profesionalidad y entre otras cosas me acusaron de no preparar mis clases, de ser una profesora anticuada, de no adaptarme a los tiempos, resulta poco dinámica y evidentemente de provocar que una larga lista de alumnos no querían volver al centro si yo era su profesora…los agravios afortunadamente no incluía mi presunta implicación en algún complot que hubiese desembocado en la guerra franco-prusiana.

El resto…ya lo sabéis…

-al igual que 6 millones de personas desempleadas no tengo futuro inmediato y el futuro a largo plazo tal vez no sea mucho mejor puesto que mi cotización a la SS de los últimos años ha sido un chiste

-mi salud no es precisamente de hierro y es un punto negativo en mi cuenta

-ser mujer, tener casi 50 años y no contar con un físico precisamente atractivo tampoco no cuenta en mi favor.

Afortunadamente sigo vinculada a la radio, hago radio, respiro radio, sueño radio y vivo radio. Eso no me lo pudieron quitar ni me lo podrán quitar porque forma parte de mi piel.

No he recibido premios, siempre he sido finalista, siempre he colaborado, siempre he producido, siempre he escrito…siempre he aprendido. Eso es lo que importa.

Empecé en la radio trabajando con magnetófonos de cinta abierta (conocidos popularmente como Revox), con vinilos de 33rpm-45rpm, no existían los cd's, ni los md's, ni los ordenadores,ni había llegado internet, ni youtube...nada de eso...simplemente hacíamos radio.

No he llegado a las cotas más altas de popularidad ni he roto los índices de audiencia, pero he intentado presentar mi trabajo de forma digna.

El hecho de dedicarme a la radio local al parecer para muchos no resulta remarcable o interesante.

De entre todas las anécdotas que he vivido en estos años, que han sido muchas y muy divertidas, destacaría una que en mi opinión dice mucho de lo que en la mayoría de los casos se vive entre bambalinas, cuando el micrófono se apaga.

Alguien me consiguió una prueba de voz para el departamento de publicidad en una emisora vinculada a una graaaaan cadena radiofónica. Con apenas fallos, resolví el guion que se me proporcionó cinco minutos antes de grabar la prueba.

Pasadas dos semanas recibí una llamada del jefe del departamento de publicidad para comunicarme que no había sido seleccionada. La razón principal, fue como diría una gran amiga mía “de traca”: no era la candidata que buscaban porque mi voz y mi estilo sonaban “demasiado profesionales”.

Mi respuesta fue que “agradecía el comentario, porque si después de más de 30 años en la radio no sonaba profesional entonces mejor me retiraba y me dedicaba al cultivo de rábanos”.

En fin…no penséis que soy una resentida con la profesión, pero me he encontrado en este largo camino con gente estupenda, pero la poca gente no tan estupenda con la que me he encontrado ha resultado efectiva para comprender lo que no debes hacer nunca fuera o ante micro.

Os aseguro que a estas alturas de mi vida profesional, sigo aprendiendo. Sé que me quedan pocos años ante micro, por ello intento aprovechar al máximo cada segundo y buscar otras formas alternativas como por ejemplo este blog…

En fin, que lo mejor que me llevo es a gente maravillosa que fueron alumnos y alumnas y ahora son amigos y amigas, gente estupenda.
Gente que ha estado y está a mi lado en momentos muy difíciles y en momentos alegres.

A pesar de todo, no cambio por nada la sensación de hablar ante un micrófono e intentar conectar con quienes escuchan. Si he logrado que alguien sonría o se sienta mejor durante un minuto, ha valido la pena.

Eso vale más que las audiencias millonarias que crean líderes de audiencia, que en ocasiones son ídolos con los pies de barro. Aunque claro está que no le haría ascos a un buen sueldo, a un sueldo digno...valeeee...simplemente a un sueldo...jajajajaja