Blog Urbano y de Vanguardia. La Pequeña Balboa, desde las ondas a las letras,
comprometiéndose con la actualidad , con los problemas sociales y con el día a día.

Violencia de género, Niños robados, Injusticias sociales,
La realidad de los pensionistas, El Alzheimer
como la gran lacra de la sociedad, Ley de Dependencia...

Opiniones personales, la vida cotidiana. Ideas, reflexiones. Comunicación personal.

martes, 3 de abril de 2012

FUERA DE CONTEXTO


Aprovechando que continúo inmersa en una inusitada crisis organizativa mi proceso de arqueología vital me está deparando verdaderos hallazgos que podrían provocar la envidia de profesionales reputados como el doctor Arsuaga y palidecer sus estudios en Atapuerca.

Y puestos ya a dar una patina de respetabilidad al simple proceso de limpieza general de mi archivo personal doy por bautizada esta humilde leonera como La Sima de los Papeles. Toma ya modestia si señor.

Esta tarde he rescatado un reportaje de julio de 2011 publicado por El País, sobre el doblaje de películas en España. Antes de proseguir vaya por delante mi admiración más sincera a las y los dobladoras y dobladores míticos y grandes de producciones, series, documentales, espacios de teletienda, campañas de publicidad, video juegos y demás productos que llenan miles de horas de nuestra vida y que teniendo en cuenta la incapacidad demostrada en nuestro país para aprender lenguas extranjeras ha resultado desde el principio más que una profesión, un arte, un ejercicio de filigrana fina. Vamos que realizan una labor social.

Pocos recuerdan que los primeros doblajes fueron obra de profesionales de la radio, de los miembros de los cuadros de actores de radioteatro que en épocas heroicas por aquello de los medios precarios y el oído vigilante de la censura, ofrecían momentos memorables a la audiencia de este país sumido en el gris más marengo y oscuro que se pueda imaginar.

Curtidas sus voces en tonos de drama o comedia, con una dicción que todavía enamora y unos ritmos que te permitían ver la historia con los ojos cerrados la sincronización de esas voces con la imagen original sinceramente era y es, teniendo en cuenta los avances técnicos, algo mecánico. Pero gracias a su capacidad interpretativa, a la magia de sus voces las películas resultaban más que atractivas.

Teniendo en cuenta esta gran profesionalidad y calidad interpretativa, los mayores de la casa estarán sonriendo al recordar producciones de Disney que llegaban a nuestros cines dobladas en Latinoamérica. No hace muchos años descubrí a los actores de algunos de estos doblajes en una película de Mario Moreno, Cantinflas.

Gracias a estas producciones, no solo cinematográficas sino también televisivas, aprendimos que el “ocsiso estaba en el piso” o lo que es lo mismo que “el muerto estaba sobre el suelo”.

Capitulo aparte merecen los dibujos animados. Y no me refiero solo a películas como Dumbo o el Libro de la Selva, sino a series animadas que en estas semanas he redescubierto en un canal infantil y cuyos responsables han tenido a bien programarlas con el doblaje que escuché de niña (Scooby Do, ¿Dónde estás? o Los autos locos)

Al parecer las productoras de allende nuestros mares no se fiaban del régimen político que gobernaba el país y el descubrimiento que habían hecho sus responsables de controlar el doblaje de las películas y convertirlo en arma política e ideológica y por tanto las películas y las series llegaban  con la musicalidad que el castellano solo puede adquirir en climas más cálidos.

No obstante algunos de los ejemplos más atroces de doblaje de películas no solo afectaron a producciones extranjeras sino también a productos patrios. Uno de los casos más extraños es una escena de interrogatorio preguntan a Ingrid Bergman si está divorciada. La actriz responde que si y reafirma su respuesta con un gesto afirmativo de cabeza. El doblaje final nos permite escuchar que “no está divorciada” al tiempo que parece que su cabeza ha cobrado vida propia.

En cierta forma me recuerda a una escena de Cantando Bajo la Lluvia en la que la compañera de reparto del personaje de Gene Kelly, dice si y se escucha en la sala “no, no” y Gene Kelly responde “No, no “ y se escucha “si, si”. Solo que Cantando Bajo la Lluvia nos cuenta el inicio del cine sonoro y la falta de sincronía aparente de Ingrid Bergman obedece a un propósito más oscuro. A partir de ahí la lista de desaguisados censores es infinita y podemos dividirla en doblaje a películas rodadas en castellano y doblaje de películas extranjeras.

En el apartado Ibérico destacarían Viridiana y Bienvenido Mr. Marshall. Al parecer no fue necesario censurar ni prohibir la cinta de Buñuel porque simplemente no existió. Se retiró con efecto retroactivo el permiso de rodaje y no tenía existencia legal. No obstante triunfó en el Festival de Cannes al tiempo que fue condenada por el Vaticano. El General exigió ver la cinta en El Pardo, solo. Y cuando acabó la proyección dijo con su sensibilidad habitual que no entendía tanto escándalo por “unos chistes baturros”.

En el caso de Bienvenido Mr. Marshall la censura fue kafkiana. Los censores temían que el discurso de Pepe Isbert  fuese interpretado como una burla de la forma en que el General pronunciaba los suyos cuando “se dignaba a turbar la paz de los hogares patrios”. Así que se procedió a proyectarla en El Pardo y el Jefe del Estado no vio problema alguno. Lo que si mereció tijera fue la escena en la que la maestra del pueblo soñaba con jugadores de rugby altos, jóvenes y sudorosos.

Lo más grave sin embargo se produjo con las cintas extranjeras. La magnífica Senderos de Gloria de Kubrick al mostrar la realidad de la guerra se convirtió en una producción incomoda. Simplemente no se dobló ni estrenó hasta 1986, aunque en 1980 se pudo ver en el Festival de San Sebastián en una retrospectiva del director. El General llevaba 11 años enterrado cuando por fin pudimos ver el mensaje antimilitar que impregna la obra.

Otro de los gloriosos cortes en una película mítica lo sufrió Casablanca. En un momento de la historia alguien le dice a Rick- Bogart que es un soñador que siempre apuesta por causas perdidas como la de apoyar a la República Española. Por tanto ese fragmento delator de las filias del cínico Rick fue suprimido y ya está, a otra cosa mariposa.

Mogambo por su parte es uno de los momentos estúpidos de la censura española. En la historia original el personaje de Clark Gable pretende ligar con el personaje de Grace Kelly, infelizmente casada. El doblaje convierte a Grace Kelly no en adultera faltaría más, sino en incestuosa, porque de un plumazo su marido se convierte en su hermano.

Y el no va más se lo lleva Con Faldas y a lo Loco. La frase final que pronuncia el millonario pretendiente de un Jack Lemon magistralmente travestido “Nadie es perfecto” puso los pelos como escarpias a los censores puesto que se trataba decían de una apología gay.

Así que si revisamos alguna de aquellas producciones dobladas, escucharemos en ocasiones algún salto en el dialogo doblado. No se trata de un fallo de la banda sonora. Simplemente se trata de recuperar el texto original. Lo que resulta más chocante es que visto y escuchado con los ojos de este nuevo siglo, tanto cuidado en proteger los inocentes oídos y ojos del pueblo llano, resultaba innecesario.

El pueblo llano es mucho más listo de lo que creen sus gobernantes y sabe distinguir el contexto de cada acción y analizar cada situación. Quien tenga ojos que vea y quien tenga oídos, que oiga o mejor, que escuche, que es algo que últimamente no hacemos. Escuchar, un arte perdido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario