Blog Urbano y de Vanguardia. La Pequeña Balboa, desde las ondas a las letras,
comprometiéndose con la actualidad , con los problemas sociales y con el día a día.

Violencia de género, Niños robados, Injusticias sociales,
La realidad de los pensionistas, El Alzheimer
como la gran lacra de la sociedad, Ley de Dependencia...

Opiniones personales, la vida cotidiana. Ideas, reflexiones. Comunicación personal.

martes, 17 de septiembre de 2013

DESAPARECIDO. LA HISTORIA DE CHARLES HORMAN EL HOMBRE QUE SABIA DEMASIADO


Nueve años después de que el golpe de estado militar liderado por el General Augusto Pinochet triunfase en Chile los norteamericanos y el resto del mundo pudieron hacerse una idea aproximada de lo que había sucedido el 11 de septiembre de 1973.

El director de cine Costa Gavras conocido por una carrera centrada en la denuncia y compromiso político y social,  presentaba ante el público Desparecido (Missing) una producción basada en la novela de Thomas Hauser  The Execution of Charles Horman, An American Sacrifice, (La Ejecución de Charles Horman Un Sacrificio Americano).

Ambas obras narran , a partir de los testimonios de amigos y parientes de Charles Horman el encubrimiento y la implicación de militares y funcionarios de la embajada de EEUU en Santiago de Chile en el arresto, asesinato y desaparición de Horman y de otro estadounidense Frank Terrugi Bombatch

 

EL VERDADERO CHARLES HORMAN

 

La producción de Gavras presenta a un joven periodista que vive en Santiago de Chile con su esposa y que frecuenta grupos de izquierdas, con los que comparte momentos de trabajo y ocio.

La acción que transcurre a tiempo pasado reconstruye a partir de los testimonios de sus amigos y de sus propias notas las últimas horas de Horman tras su detención.

Pero la sorpresa llega cuando consultamos la biografía de esta víctima de la dictadura de Pinochet y descubrimos una trayectoria activa, comprometida y que únicamente se detiene porque le asesinan.

Horman no es únicamente el joven simpático e indolente según su padre, interpretado por un gran Jack Lemon.

 

 

Charles Edmund Horman Lazar nació en el seno de la familia de clase media formada por Ed y Elizabeth en Nueva York el 15 de mayo de 1942.

Asistió a la escuela Allen-Stevenson (se graduó en 1957), continuó su formación en la Phillips Exeter Academy (1960) y se graduó como periodista en la Universidad de Harvard en 1964.

Desde ese año hasta su muerte trabajó para Christian Science Monitor, The Nation e Innovation, fue documentalista de la WNetTv (Nueva York) y de Kmg Tv (Seattle y Portland), guionista y cofundador de la agencia FIN (Fuente de Información Norteamericana)

Horman trabajó en la organización de una gigantesca marcha sobre Washington como colaborador de Poor Peoples Campaign (La Campaña de los Pobres) y cubrió la convención demócrata de 1968 interrumpida por violentas manifestaciones contra la guerra de Vietnam.

CHARLES HORMAN Y AMERICA LATINA

Su interés por América Latina empieza cuando colabora en la revista de izquierdas The Nailon.

Steve Volk, catedrático de Historia de la Universidad de Oberline, Ohio (que viajó desde principios de los 60 a Santiago para estudiar el tema de las clases sociales desde la época colonial), trabajó estrechamente con Horman y Frank Teruggi (estudiante de ciencias políticas).

A mediados del 73 preparaban “un paquete mensual de noticias y análisis para La Nación, El Siglo, Clarin y otras publicaciones, con reportajes sobre las relaciones USA/Chile que tuvieron gran difusión”.

Volk fue el primero que buscó a Horman y Terrugi por todo Santiago tras su desaparición y reconstruyó con Terri Simon, amiga de Joyce que estaba en Chile como turista y que le acompañó a Valparaiso aprovechando un viaje de trabajo de Charles. Volk reconstruyó el viaje que hicieron a Valparíso y rescató los apuntes que tomaron en esos días salvando la única versión que existe sobre el tema. En 1991 Volk publicó un relato sobre el grupo FIN como parte del libro Frei, Allende y la Mano de la CIA.

 

HORMAN Y CHILE

 

Acompañado por Joyce su esposa, Horman viaja en 1972 a Chile para trabajar como escritor independiente. Antes de que el periodista se traslade a Santiago, se celebra una reunión en la sede de FIN y allí “se plantea la importancia de presentar al mundo en general y a EEUU en particular, a la gente de Chile, inmersa en un proceso de cambio profundo y complicado que ha producido un periodo de conmoción política” para los miembros de FIN “en EEUU la gente también quería cambios y que no solo era la tierra en la que prosperaban grandes empresas”.

Durante su estancia en Santiago, Horman no solo se dedicó a escribir su “novela”, también preparó y envió mensualmente noticias y análisis de las relaciones entre EEUU/Chile al tiempo que colaboraba en la redacción de un documento destinado a informar a la sociedad norteamericana sobre la realidad del proceso chileno, un documento que pretendía ser más objetivo y transparente de lo que hasta ahora había sido el trabajo de la prensa norteamericana y que había influido negativamente a la opinión pública.

Horman sentía que " la gente en los EE.UU. probablemente no comprenden del todo la importancia de los acontecimientos recientes y una de las razones de esta falta de comprensión es la manera sistemática en que se distorsionan y malinterpretan las raíces del conflicto actual.

 

HORMAN Y LA CIA

 

El grupo de Horman descubrió que varios agentes de la CIA que operaban en Chile y se relacionaban con grupos golpistas, llegaron a Santiago y que era imposible que el embajador Nathaniel Davis no tuviese conocimiento de ello.

Davis, que llegó a Santiago cuando Allende ganó las elecciones, había estado en Guatemala al mismo tiempo que asesores diplomáticos y militares que colaboraron en la organización de grupos terroristas de extrema derecha  (La Mano Blanca, Nueva Organización Anticomunista y el Consejo Anticomunista de Guatemala) responsables del asesinato de miles de estudiantes, trabajadores y campesinos.

Horman envió la información al FIN y esta se hizo pública. Lo que el grupo no calculó fueron las consecuencias de su trabajo.

El instinto de Horman le llevó a investigar la relación entre la CIA y el asesinato del Comandante en Jefe del Ejército Chileno René Schneider en octubre del 70.

Schneider murió tras tres días de agonía a causa de las heridas que sufrió el 22 de octubre en una tentativa de secuestro por parte de un grupo de ultraderecha que pretendía evitar la elección de Allende en el Congreso Pleno.

 

FRANK TERUGGI

Ex seminarista, liberal y vinculado a la Teología de la Liberación, Frank Teruggi despertó la atención del FBI por su participación en el Grupo del Área de Chicago para América Latina, ong  progresista y anti-imperialista que Washington consideraba subversiva. También era frecuente verle en las manifestaciones y junto a grupos de activistas contrarios a la guerra de Vietnam.

Durante su estancia en Chile Teruggi trabajó como traductor y redactor del FIN al tiempo que asistió a clase en el Centro de Estudios de la Realidad Nacional dependiente de la Universidad Católica y el Centro de Estudios Económicos y Sociales de la Facultad de Economía para conocer mejor a la sociedad chilena y aprendía francés en el Instituto Chileno Francés de Cultura.

Desde que puso el pie en Santiago la CIA empezó a seguirle. En el memorándum del 28 de noviembre de 1972 el director ejecutivo del FBI desde la embajada de Bonn califica a Teruggi de subversivo y ruega que se proteja a la fuente que ofrece la información en ese momento situada en Heidelberg, Alemania.

 

 

 

VALPARAISO- VIÑA DEL MAR-11 DE SEPTIEMBRE DE 1973

 

Días antes del golpe militar Charles Horman viaja a Valparaiso acompañado de Terry Simon una amiga de la familia que está de vacaciones. De regreso a Santiago les sorprende el golpe militar y se ven obligados a instalarse en el hotel Miramar de Viña del Mar.

Era el mismo hotel en el que también estaba el equipo de inteligencia naval y militar de EEUU que habían participado en el pronunciamiento.

Como Horman y Simon eran “compatriotas” los militares se confiaron y no fueron cuidadosos en sus conversaciones. Por su parte Horman hizo demasiadas preguntas.

Charles y Terri conocieron a Patrick Ryan teniente coronel del cuerpo de marines, que les dijo que venía de Valparaíso. Allí se había reunido con otros oficiales comprometidos y con el Jefe de La Armada, el almirante Toribio Merino.

La presencia de estadounidenses en Viña del Mar se debía a que las acciones más importantes se coordinaron desde esta ciudad.

En el hotel también estaba Arthur Cráter, ingeniero naval retirado llegado el 6 de septiembre vía Panamá. Cráter simpático y de lengua suelta, les contó confidencialmente que “había estado en alta mar y que había venido a cumplir un trabajo que ya estaba hecho”. Cráter conocía perfectamente las operaciones iniciadas en Valparaíso en la madrugada del 11 de septiembre que se extendieron luego a todo el país.

Ed el padre de Charles, tras estudiar los apuntes de su hijo, llegó a la conclusión de que Cráter, embarcado en el Destructor Jesse L. Brown era el encargado de comunicaciones de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad) la organización de inteligencia más secreta del gobierno de EEUU,

Por último también conocieron a Ray Davis, jefe del grupo militar de EEUU que tenía su oficina en el ministerio de Defensa chileno. Davis trasladó en su propio automóvil a Charles y Terry a Santiago. No obstante Horman no acepta que les lleve hasta su domicilio. Al parecer Davis se instaló definitivamente en Chile como jubilado.

 

ELIMINAR AL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO

El 17 de septiembre de 1973 mientras Joyce estaba en casa de una amiga y por tanto no pudo regresar a su casa antes del toque de queda nocturno, Horman fue apresado por soldados chilenos. Un camión militar se detuvo delante de la casa en Avenida Vicuña Mackenna 4126, en donde hacía muy poco que se habían instalado desde Los Dominicos. Una mujer que viajaba en coche camino de su casa, se cruzó con el camión y vio que se dirigía al Ministerio de Defensa.

Una vez en el interior Horman fue conducido hasta el noveno piso e introducido en un despacho situado a pocos metros de la oficina de Ray Davis, que se había reunido con el general Augusto Lutz y el coronel Hugo Barrías director y subdirector respectivamente del Servicio de Inteligencia Militar (SIM) y un estadounidense no identificado.

Según el testimonio de Rafael González ex agente de seguridad adscrito al estado mayor de defensa y que se refugió en la embajada italiana en septiembre de 1975, los asistentes a aquella reunión acordaron eliminar a Horman porque “sabía demasiado”.

Gonzalez que actuó en el edificio en los primeros días como oficial de inteligencia de enlace en relación a los detenidos que llegaban, interrogó a Horman puesto que hablaba inglés. Según González, Lutz ordenó eliminar al detenido. Posteriormente fue llevado al Estadio Nacional de Chile, convertido en campo de detención y en cuyas instalaciones los detenidos eran interrogados, torturados y ejecutados de forma extrajudicial.

Lutz, quien se enemistó con Manuel Contreras, murió en el hospital militar el 28/11/1974, a causa de un "inyección equivocada" mientras se curaba una dolencia sin importancia.

Frank Teruggi fue secuestrado junto con David Hathaway, en el piso que compartían en la calle Hernán Cortés de Ñuñoa. De los tres Hathaway  logró salir con vida del infierno chileno.[]

 

DESAPARECIDO

Joyce llamó a los padres de Charles a Nueva York y Ed tomó el primer vuelo rumbo a Santiago.

Para Ed hubo un antes y un después en su concepción de la política y el mundo tras su viaje a Chile.

Ed Horman era un hombre de hábitos y costumbres rectas, creyentes y convencidas de la rectitud y la limpieza del gobierno de su país.

La desaparición de su hijo y la experiencia que vivió en el transcurso del mes siguiente, le llevaron a entender un poco mejor el mundo a través de los ojos de Charles y comprendió como funcionaba la política exterior de EEUU.

Durante días la embajada norteamericana aseguró a Ed y Joyce que Frank Terrugi había salido por su propio pie camino de su casa y que probablemente estaría en Nueva York. Pero fue Volk quien  encontró el cuerpo de Frank mientras visitaba uno tras otro los lugares en los que los cadáveres sin identificar se amontonaban.

Mas tarde se entrevistaron con David Hathaway que había sobrevivido al infierno y que les confirmó que se habían llevado a Frank pocas horas después de detenerles y conducirles al Estadio Nacional.

A partir de ese momento Ed Horman cambió su actitud y no cesó de poner en tela de juicio cada acción de la embajada de EEUU. Durante más de un mes los funcionarios americanos no supieron dar explicaciones sobre el paradero del cuerpo de Charles.

Más tarde se supo que después de su ejecución fue enterrado en una pared del Estadio Nacional, pero que un mes más tarde apareció en una morgue de la capital.

Tanto el régimen militar chileno como el Gobierno de EEUU sabían que había pasado con los restos de Horman. Según el certificado de defunción, falleció a las 9:45 del 18 de septiembre de 1973 a causa de heridas múltiples de bala. Su cuerpo fue encontrado en las calles de Santiago y trasladado al Instituto Médico Legal. No se reconoció el cadáver hasta el 18 de octubre y la Junta Militar tardó 5 meses en autorizar la repatriación de los restos, que llegaron a Nueva York el 5 de marzo de 1974

En la investigación llevada a cabo tras la desclasificación de documentos del FBI, la CIA y el Ejercito, se supo que el cónsul Frederick Purdy que también se instaló en Chile tras el golpe fue complice en los hechos que sucedieron en los primeros días del pronunciamiento.

Entre esos documentos desclasificados, se encuentra un informe firmado por tres funcionarios del Departamento de Estado, Rudy Fimbres, RS Driscoll y WV Robertson[] y dirigida a Harry Schlaudeman un funcionario de alto rango en la división de América Latina del departamento que describe el caso Horman como “molesto” debido a los informes en la prensa, las investigaciones del Congreso y la carga mediática que implicó el asunto lo que resultaba “una negligencia por nuestra parte o peor aun, la complicidad en la muerte de Horman”.

En aquel momento Henry Kissinger era Secretario de Estado.

LA INVESTIGACIÒN DE ED HORMAN

Ed Horman, padre de Charles, investigó sin  tregua las circunstancias del asesinato de su hijo, hasta su fallecimiento en Nueva York en 1994.

"He pasado varios años de mi vida investigando la muerte de mi hijo y, contra mí voluntad, he llegado a concluir que se está desviando la responsabilidad del gobierno militar chileno por una razón muy sencilla: si el dedo acusador lo señalara, de inmediato surgiría detrás la mano de Washington. La auténtica responsabilidad de la muerte de mí hijo está en la propia embajada de EE. UU. Su vida fue sacrificada para encubrir las actividades estadounidenses en Chile"

En 1973, los medios de comunicación no mostraron gran sagacidad en comprender el alcance de las operaciones encubiertas en Chile: la administración Nixon, acosada por Watergate, negaba una y otra vez la intervención ilegal contra el gobierno de Allende

Ed Horman concluyó que Charles y su amiga Terri "tropezaron en Viña del Mar con pruebas concluyentes de la participación de EE.UU. en el golpe de Estado". Al principio, el personal militar habló sin reparos en presencia de la pareja de jóvenes "gringos", pero a los pocos días, alguien de la cúpula de la embajada se inquietó por lo que pudieron haber visto y oído.

 

EPILOGO

Joyce no se casó de nuevo. Regresó a Nueva York con Ed y se instaló en el apartamento de sus suegros a los que cuidó con afecto y con los que compartió cada paso de la investigación.

Ella y varios testigos de los últimos días de Charles y Frank regresaron en varias ocasiones a Chile para presentar cargos y declarar.

 

El caso de Charles Horman sigue abierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario