No se vosotros pero yo hace tiempo que no
espero nada nuevo de las cifras que contienen las encuestas con las que periódicamente
el gobierno, no importa cual, nos obsequia.
No espero nada de las encuestas o los
estudios sobre intención de voto, los problemas que preocupan a la población,
las tendencias políticas, culturales o los indicies de desempleo a nivel local,
autonómico, nacional o global.
Para empezar soy de letras, lo que significa,
al menos en mi caso, que a la que veo más de dos números juntitos y felices me
entra un no sé que qué se yo que se traduce en mareo, taquicardia y respiración
agitada.
Me sucedía cuando era muy chiquita y en el
colegio me enseñaban a sumar, restar, multiplicar o dividir…ya ni os cuento
cuando la cosa se complicó y llegamos a los quebrados y demás.
En esa época si no eras buena en matemáticas
sino destacabas en ciencias te ganabas la desaprobación general y un bonito
cartel de “no si no es tonta pero…”.
Así que mi relación con las matemáticas
siempre ha sido un tanto tormentosa.
Al llegar a bachillerato empezamos entre
otras cosas a estudiar estadística. Y mi situación empeoró.
Luego el tiempo me ha dado la razón (vale es
una percepción personal pero me ha ayudado a ver que no soy tan “rara” y es
cierto, la estadística no es una ciencia exacta.
Por ejemplo, cuando se dice que las mujeres
españolas tienen una media de 2’4 niños…el “coma 4” ¿a qué se refiere? ¿Dos
hijos y un mechón de pelo, una uña de más?
Esta mañana muchos expertos se han despertado
esperando con ilusión los resultados de la encuesta sobre empleo-desempleo.
El pasado fin de semana el presidente del
gobierno dijo en presencia de algunos afiliados de su partido “que las cifras
sobre el paro demostrarían que la política económica del gobierno era acertada,
que los sacrificios hechos por la población habían sido los precisos…”
Sinceramente no me sentí ni mejor ni peor que
horas antes de escuchar esas palabras. Simplemente no estuve de acuerdo.
Mucha de la gente que quiero y aprecio ha
pasado a engrosar las listas de desempleo en las últimas semanas y otras muchas
se han incorporado a sus puestos de trabajo con desazón puesto que no tenían
claro si todo seguiría bien o si se enfrentarían a un nuevo desastre personal.
Y por fin ha llegado el día de hoy, la mañana
de este 3 de septiembre de 2013 y nos han contado como estaba el tema.
Y hemos pensado que éramos víctimas de una
broma de mal gusto. Que se trataba de una tomadura de pelo. Pero era cierto. No
era una broma.
El gran avance, el gran triunfo del mes de
agosto de 2013 en materia de empleo, ha arrojado una cifra que no olvidaremos.
Han encontrado trabajo 31 personas.
31 personas de un total de 6.000.000.
¿Me está diciendo usted, si usted Sr
Presidente, que este resultado es el que le producía tanto alborozo?
Perdone pero acaba de superar el aserto “Tienes más moral que el Alcoyano que iban
20 a 0 y pedían prórroga para empate”
Los plumillas rendidos admiradores del
presidente del gobierno, sus logros, su programa, su partido, sus gafas, sus
corbatas…han pasado el día comentando lo fantástico que resulta este dato, la esperanza
que trae a nuestras vidas…que es la muestra más clara y nítida de que la política
económica del gobierno va “viento en
popa a toda vela y que no corta el mar sino que vuela”.
La gente un poco más sensata no se ha
limitado a decir que la cifra no es positiva. Ha aportado datos para rebatir el
entusiasmo mañanero.
En agosto de 2012 la cifra de parados era de
4.625.634
En agosto de 2013 la cifra de parados era de
4.698.783
Los afiliados a la Seguridad Social en caído
casi en 100.000.
Los contratos indefinidos han sido 60.000 y
solo el 60% han sido a tiempo completo.
En agosto se mantuvieron los sectores de hostelería
y servicios pero perdieron su empleo 43.790 educadores, 8.000 científicos y
19.000 obreros de la construcción.
Y por lo visto es cierto que exportamos más…pero
no porque nuestro nivel de producción se haya incrementado sino porque no
consumimos a nivel interior.
La conclusión es que estas cifras son las
peores desde 2002.
La destrucción de empleo parece que no acaba.
Parece que han perdido la hoja de ruta, el mapa, el bono-bus y la brújula y que
por tanto la puñetera senda de la que tanto hablan los expertos oficiales se
les ha perdido entre la maleza.
Lo único que si espero para tener las cosas
claras es la encuesta de población activa. Esa es la de verdad. Porque incluso
el Instituto Nacional de empleo dice que las cifras son un auténtico desastre.
Una cadena ha realizado un reportaje
informando sobre las 31 personas que han encontrado trabajo. Uno de los
afortunados vive en Barcelona y han logrado un contrato indefinido.
En fin gente maravillosa que habéis
encontrado un puesto de trabajo, me alegro muchísimo. Os felicito de corazón.
Me alegra que por fin se hayan acabado vuestros problemas. Espero que remontéis,
que dejéis detrás tanta angustia.
El resto, bueno, ahí vamos. Yo acabaré la prórroga
por desempleo en octubre. 63Euros. No es una cantidad como para comprar
pirotecnia pero menos da una piedra. Y el 12 de octubre renovaré mi ficha en la
Oficina del Inem.
Ficharé porque siempre respeto las reglas del
juego. Porque no quiero quedarme fuera del sistema. Pero lo más importante por
fastidiar las estadísticas.
Teniendo en cuenta lo que dicen por ahí sobre
los que estamos en las listas del Inem iré puntualmente a fichar en la oficina
que me han asignado. Más que nada por hacerme ver por dejar claro que sigo
peleando.
Y mientras seguiré navegando e intentaré
encontrar un empleo.
Ya se que mi futuro es negro. No tendré
derecho a una pensión. No tendré un plan de pensiones más que nada porque me lo
he gastado. Pero mientras tenga vida, mientras mi cabeza siga razonando y mi
corazón tenga un latido…no me rendiré.
Gracias por la paciencia y la atención.
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