El único aspecto positivo de la crisis
económica en la que nos metieron en 2007 es que además de arruinarnos la vida,
es que ha dejado al descubierto lo mejor y lo peor de la mayoría de los seres
racionales que habitan este planeta.
Por el momento gana el equipo de “lo peor”:
recortes en política social, exigencia de sacrificios extremos a los sectores
más desfavorecidos de la sociedad, incapacidad de encontrar soluciones viables
por parte de los mismos que provocaron la crisis, incapacidad de sentir empatía
con la gente que sufre…sin olvidar el aspecto más marcado: un ansia desmedida
por acumular riquezas, por continuar amasando fortunas, por defender con uñas y
dientes sus estructuras de poder, su red de contactos, de amigos, de conocidos,
de benefactores.
El equipo de “lo mejor” hace lo que puede.
Construye redes solidarias un tanto precarias, intenta compartir comida, ropa,
libros, medicinas y en caso de tenerlo algo de dinero, calderilla comparada con
las cifras económicas que maneja el otro “equipo”.
Las noticias sobre corrupción que
presuntamente salpican a las más altas esferas de poder en España no respetan
nombres o apellidos importantes. Son lanzadas por los medios a la opinión
pública como quien lanza la inmundicia depositada en un contenedor de basura a
los transeúntes.
Cada día nos levantamos con la esperanza de
que todo haya acabado. De que nos digan que la pesadilla ha acabado, que nuestra
vida volverá a ser normal: tendremos un trabajo, un sueldo, pagaremos nuestras
facturas, los que amamos estarán seguros, la sanidad, la enseñanza, la justicia
estarán garantizadas.
Pero lo único que escuchamos cada mañana es
un nuevo capítulo de esta lamentable historia que no parece tener fin. Cada vez
que pensamos que han llegado al límite comprobamos que no es cierto, que aún se
mantienen en pie ideando nuevas fórmulas para robar y estafar, burlar a la
justicia, mentir a los comunes mortales y todo ello sin sonrojo, sin titubeo,
con chulería, con la cabeza muy alta, sonrisa desafiante y gesto despectivo.
Uno de los sectores sobre el que pesa la
responsabilidad directa de lo que sucede es la banca. Una banca corrupta que
acumuló cifras inimaginables de lo que denominan “activos malos o negativos”
que en un lenguaje más sencillo podría traducirse que en realidad algunas
entidades bancarias intentaron jugar en la liga de “los grandes bancos” y eso
les llevó a “tragar más operaciones” de las que sus estructuras podían
resistir.
Lo que se me escapa y creo que a millones de
personas de este país es porque el gobierno decidió “rescatar” a esas empresas
privadas, impedir que se hundiesen definitivamente, porque solicitó ayuda a los
socios comunitarios para inyectar dinero a quienes habían arruinado a cientos
de clientes, les habían vendido acciones toxicas, habían abusado de su
confianza, porque se trataba con un rasero diferente a empresas privadas que se
convirtieron en competencia desleal en sectores como los seguros o el mercado
inmobiliario…
Lo cierto es que la lista de preguntas sobre
el rescate a la banca no parece que lleguen a ser respondidas. Las teorías son numerosas
y ninguna de ellas es fruto de la teoría de la conspiración.
La decisión de rescatar a la banca, se debió
principalmente a la presión y el poder que ejerce este sector no solo en la empresa
privada sino lo más grave, en el sector público.
La banca española durante años se ha mostrado
altamente creativa a la hora de diversificar sus actividades económicas, las
actividades que le permitían continuar amasando capitales que al resto de los
mortales nos parecen infinitos.
Mi relación con el dinero como podéis
imaginar siempre ha sido de “parientes lejanos”. Sabes que existen pero nunca
te los han presentado. Y este alejamiento se ha acentuado en el último año.
No solo porque los llamados “ahorros
familiares” han menguado de forma considerable, sino porque sobrevivir gracias
a la pensión de un jubilado, precisamente no te convierte en un experto en macroeconomía,
pero si en un mago de las finanzas relacionadas con la microeconomía.
Si a esto le añadimos mi prestación por
desempleo, que acaba en octubre, podéis haceros una composición de imagen
absolutamente acertada sobre “los presupuestos generales y diarios” de mi
reino.
A lo largo de los meses que hace ya que nos
conocemos, sabéis también que sostengo una teoría, cada vez más sólida, sobre
mi vida. Una teoría que cada vez que me sucede algo que a los demás les parece “extraño”
la conclusión lógica es “eso ha sido el
guionista de tu vida” (26/3/2012).
Porque solo el becario cósmico que escribe
cada capítulo diario de mi vida es capaz de colar una llamada de mí banco,
sobre temas realmente alucinantes.
Imaginaos mi sorpresa cuando suena mi teléfono,
mientras me encuentro entregada con ardor a actividades domésticas, y al
responder me saluda una amable señorita que pregunta por mí.
Le digo que la persona por la que pregunta
soy yo. Responde que trabaja en el Banco… en el departamento de calidad y que
le gustaría saber si tengo unos minutos para atenderla y responder unas cuantas
preguntas. Accedo y me dice sonriente que la conversación será grabada. Le
contesto que adelante.
Y procede a decirme que la entidad se ha
puesto en contacto conmigo para saber “porque mi actividad ha disminuido, que
mis movimientos semanales son menos …”
Os juro que en ese instante estoy a punto de
que me entre la risa floja. Y los que me conocen saben que no soy precisamente
discreta cuando me rio…pero recupero la compostura cuando recuerdo que la
conversación está siendo grabada. Pero ese pequeño detalle da alas a mi
imaginación. Y los que me conocen saben que cuando me pongo un poquito
nerviosa, resulto muy creativa.
Así que respondo a la joven que tan
amablemente me pregunta en nombre de los directivos de su entidad. Al fin y al
cabo ella es una empleada, se gana la vida como puede y probablemente su
inmediato superior escuchará la grabación para valorar su trabajo en relación
al control de calidad.
Mi respuesta se basa en una serie de recursos
mundanos que por tanto no podríamos definir como rigurosos.
“Mi actividad semanal, mi escasa liquidez, mi
marcada y notoria incapacidad para el ahorro no se debe a una mala relación con
los empleados de la sucursal, ni con el banco en particular…lo nuestro por
definirlo de alguna manera es un cese temporal de convivencia que probablemente
se reanudará en el futuro…pero que puesto que en las próximas semanas se cumplirá
mi primer aniversario como desempleada y que con una prórroga por desempleo de
63Euros que finaliza en octubre, a no ser que me concedan algo más, que
encuentre un trabajo o la virgen a la que se encomienda la Ministra de Trabajo
no interceda por mí y se produzca un milagro, nuestra relación seguirá siendo
un poco dificil”
La joven además de desearme suerte me da las
gracias por mi paciencia y mi tiempo.
Digamos que varias horas más tarde aún no doy
crédito (perdón por el juego de palabras) a que la llamada haya sido real.
¿Me están diciendo que un banco poderoso de
los llamados “bancos buenos” de los que tienen solvencia, de los que incluso
han comprado a otros bancos en quiebra por 1E, está preocupado porque una
servidora, cero a la izquierda, de los ceros a la izquierda de la economía mundial
ha bajado el ritmo de sus actividades?
Yo he tenido novio una vez en mi vida. Y
bueno podéis adivinar que la cosa no acabó de cuajar. Puesto que en aquella
época era más inocente que una col y teniendo en cuenta que soy un auténtico
desastre para adivinar las señales que me envíe el otro sexo y aunque no tengo
demasiada experiencia real, pero grandes conocimientos teóricos recopilados
tras largas y sesudas conversaciones con amigas que si tienen o han tenido
pareja, a mí la llamada de mi banco me sonó a “tenemos que hablar cariño”.
Y mi respuesta fue un “no eres tu soy yo” “necesito
tiempo y espacio y te agradezco que tengas tanta paciencia conmigo”.
Evidentemente no dije “no es que haya
conocido a otro, es que no me convienes y si algún día mi situación cambia,
meteré mis ahorros en un calcetín y de mi parte verás lo justo para pagar
facturas de agua, luz, gas y demás…”
No obstante diré que se nota que mi banco no
necesitaba rescate porque a nivel informático está equipado con lo último de lo
último, no como el banco de una buena amiga que “trabaja todavía con diskettes”…Carlos
Floriano no es el único que necesita ponerse al día sobre la informática
aplicada a los documentos bancarios.
En fin familia os aseguro que aunque esto os
pueda parecer pura fantasia, es real, totalmente real…el guionista de mi vida
se encarga de que no me aburra…
Gracias por la paciencia y la atención.
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