Puede pareceros una pose o un truco para
atraer vuestra atención, pero os confesaré que trabajar con Internet me
emociona.
Tal vez porque no empecé a navegar por la
red hasta 2001, tal vez porque el año en que nací 1965, todo este lío de
comunicación a distancia resultaba poco menos que ciencia ficción.
No se exactamente porque pero Internet me
emociona. El hecho de que mis pensamientos, mis palabras, mis reflexiones
puedan llegar de forma instantánea, inmediata a lugares tan alejados de mi
hogar me emociona.
Empecé este blog sin un propósito
concreto. Me animó a ello una buena amiga Olga Campillo, una mujer excepcional
que en los dos últimos años se ha convertido en una referencia importante para
mí.
Ella hace tiempo que creó su pagina web y
que se maneja estupendamente en Facebook y twitter y además se comunica con el
mundo mediante su blog.
Comunicar es la palabra que asocio
inmediatamente cuando pienso en Olga Campillo. Se dedica a la venta. Podríamos
decir que es una pionera en el mundo del fieltro, el patchwork y demás labores
cuyo resultado final merece el esfuerzo y el tiempo dedicado.
En fin que ella se empeñó en que yo
debería tener un blog y me guio en cada paso inicial hasta que La Pequeña
Balboa vio la luz finalmente.
Encontrar los temas sobre los que me
gusta escribir es una tarea sencilla. Estaréis de acuerdo conmigo en que la
vida cotidiana genera material suficiente como para pasar más de 60 años
escribiendo una entrada cada hora y siempre tendríamos algo más sobre lo que hablar.
La realidad ha superado la ficción con
creces y todos somos susceptibles de convertirnos en noticia, bien como individuo o bien como parte del grupo.
Así que en estas ando yo. Por una parte
hablando de lo que me indigna, lo que llama mi atención, lo que se convierte en
noticia. Por otra intentando dar un toque personal a mis entradas para que no
resulten impersonales, para que me conozcais un poco mejor.
Imagino que a estas alturas ya os habéis
acostumbrado a que mis entradas no sean precisamente breves. Mucha gente me
dijo que resultaría más adecuado que las mismas fuesen más cortas, que tuviesen
menos páginas. Verdad RosaCifuentes (es la ayudante de Olga Campillo y lee las entradas poquito a poco). Ante la imposibilidad de lograrlo decidí emplear pequeños
títulos que dividiesen cada parte del texto.
Los que no me conoceís personalmente
debéis saber que la Naturaleza no me ha dotado precisamente de la capacidad de
abreviar y sintetizar mi discurso. Benditos sean los que me escuchan, como por
ejemplo mis alumnos, que son gente estupenda que aguanta mis clases de 90
minutos sin pestañear. Mis amigos saben como me expreso y por tanto no
consideran que trate de monopolizar las conversaciones. No obstante también os
diré que cuando la ocasión lo requiere suelo estar calladita y escucho
atentamente lo que digan los demás.
La verdad es que empezar este blog ha
sido algo maravilloso. He recuperado la disciplina de la escritura, de la
creación y mi oficio como redactora. Hacía tanto tiempo que no escribía a modo
de articulo. Durante algunos años en la década de los 90 trabajé en una revista de mi ciudad como
redactora de danza. Luego compaginé las reseñas sobre esta disciplina artística
con la elaboración de reportajes de temática variada y poco a poco fui
aprendiendo como jugar con las palabras. Gané poco dinero pero obtuve grandes beneficios conociendo gentes y lugares que de otro modo jamás habría disfrutado.
Desde entonces no había redactado nada
parecido. He escrito guiones radiofónicos e incluso he creado el guión para un
juego que la Organización Nacional de Ciegos de España lanzó al mercado como
Los Secretos de Villa del Agua. Fue un reto interesante crear las pistas que
llevarían a jugar a niños con problemas o ausencia de visión junto a niños que
conservaban ese sentido.
Y sigo lidiando con mi asignatura
pendiente. Una novela. Dicen que en la vida hay que plantar un árbol, tener un
hijo y escribir un libro. Bien. La jardinería la descarto porque no cuento en
casa con el lugar apropiado y lo de tener un hijo tampoco será posible porque mis circunstancias
no son las adecuadas,pero no importa porque mis amigas y mis amigos de vez en cuando me permiten conocer el milagro de la infancia a traves de sus hijos e hijas. Así que me queda escribir un libro, una novela. En esas
andamos desde hace un mes.
Resulta muy complicado. Mucho.
Especialmente porque en mi caso siempre estoy convencida de que lo hago
rematadamente mal, de que a nadie le interesa lo que voy a contar y porque me
parece que jamás concluiré semejante proyecto.
Lo del blog es distinto. Y lo es gracias
a vosotros. Si. Lo confieso. Estamos alejados geográficamente pero os siento
tan cerca cuando publico una nueva entrada.
Os confesaré una cosa. Consulto muy a
menudo la estadística que indica cuantas personas han leído La Pequeña Balboa.
Pero creedme, no lo hago únicamente por saber cuanto interesa cada entrada.
Consulto las estadística del blog porque
me emociona tanto ver que el numero de personas que está a mi lado siguiendo
mis evoluciones creativas crece poco a poco.
Descubrir que en España hay gente
estupenda que me lee, además de amigos y familiares que esos siempre son muy
generosos conmigo, es entrañable. Os imagino en cada punto de la geografía de
la Peninsula, de Baleares, de Canarias, de Ceuta o Melilla, dedicando unos
instantes a conocer que habrá escrito esta loca que desde marzo os cuenta sus
cuitas.
Pero lo que me deja sin aliento, es
comprobar que hay gente maravillosa, en Canadá, EEUU, México, Ecuador, Perú,
Alemania, Francia, Países Bajos, Rusia (Rusia!!! Que lejos y que cerca al mismo
tiempo), Reino Unido, Irlanda, Ecuador, Argentina, Chile…que se conecta y busca
a La Pequeña Balboa.
Mis asignaturas pendientes en tema de viajes están al otro lado del Atlántico. Me gustan vuestros países. Mucho. Por suerte habéis enviado embajadores y embajadoras maravillosas, a mi país. Con algunos he trabajado, con otros me une una bonita amistad. Me han enseñado acentos y ritmos distintos, nombres, sabores y sonidos. Siempre me he sentido muy cercana a América. Sois ricos en cordialidad, cultural, generosidad. Tenéis un espíritu de lucha e innovación increíble.
Canadá y EEUU me resultan muy cercanos tal vez porque el cine y la literatura han hecho el milagro. México me trajo a una maravillosa embajadora y a su hermano. En Perú reside una antigua alumna y ahora amiga. De Ecuador es otra de mis alumnas. De Argentina vino mi querida Alejandra, de Chile gente estupenda...
A los Europeos os conozco un poquito
mejor.
Ciertos lazos personales me unen a Francia un gran país en el que ahora
mi querida sobrina mayor cursa sus estudios de historia y en el que reposan los sueños de mi tío, el hermano mayor de mi madre.
De Alemania guardo un
grato recuerdo, en especial de Münich.
En Irlanda, cerca de Cork está viviendo
una gran aventura una maravillosa mujer a la que admiro y respeto.
A los Países
Bajos los quiero de una forma particular puesto que acogieron a mi padre como
emigrante y estuvieron a punto de ser mi tierra natal, pero se interpuso en el
camino la bella Barcelona y aquí nos quedamos.
Por Rusia siento también una
pequeña debilidad, me hubiese gustado mucho aprender ruso para leer al gran
Pushkin en su pleno esplendor.
Y el Reino Unido que hoy vive una gran jornada
al celebrar el Jubileo de La Reina Elizabeth II también es una de mis pequeñas
debilidades. En 2003 pude visitar Londres. Y mi corazón se quedó prendado de
aquella ciudad y sus gentes. El resto del país lo conozco como todos, gracias a reportajes, documentales y cientos de libros.
Sois tan generosos por dedicarme un poquito de vuestro tiempo. Es tan inmensa mi gratitud hacia vosotros. Os doy las gracias más sinceras a todos y
cada uno de los que día a día dais alas a La Pequeña Balboa.
Cada vez que compruebo que estáis ahí, mi
corazón se desborda. Sois los mejores y las mejores.
Un abrazo a todos y a todas los que lo haceís posible, a mis 12 seguidores fieles y queridos y en especial a mi blog master, Olga Campillo de O-Karamba Fieltro, una gran mujer y mejor amiga.
Un abrazo a todos y a todas los que lo haceís posible, a mis 12 seguidores fieles y queridos y en especial a mi blog master, Olga Campillo de O-Karamba Fieltro, una gran mujer y mejor amiga.
Saludos desde el Mediterráneo, saludos
desde este lugar en el mundo al que espero que ya conozcaís y que si no es así espero que lo hagaís pronto.
Buenas noches, Buenos Dias, Feliz semana...Feliz vida.
Bueno pequeña balboa, no tengo palabras, solo una emoción muy grande al leer estás hermosas palabras. Un beso y un abrazo enorme.
ResponderEliminarOlga Campillo.(tu blog master).
Mi querida blog master, gracias por tanto. Un abrazo. BR.
ResponderEliminarGracias a ti por dejarnos tenerte cerca. TQ!
ResponderEliminar