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miércoles, 11 de septiembre de 2013

GRANJAS DE ENGORDE DE NOVIAS-NIÑAS EN MAURITANIA


EN EL PASADO


Las modelos que Rembrandt empleó para sus cuadros más famosos, fueron sus dos esposas. La primera era su prima Saskia que falleció al dar a luz al único hijo de la pareja que sobrevivió y llegó a la edad madura, Titus.

La segunda esposa fue Hendrickje Stoffels a la que sometió a una dieta hipercalórica para que aumentase de peso y se ajustara al modelo de mujer preferido por la sociedad de la época.

Rubens, Rembrandt y sus modelos son una clara muestra de lo que desde hace siglos se ha considerado como el símbolo más claro de riqueza. La obesidad que se logra al ingerir alimentos en buen estado frescos y en grandes cantidades, que solo se pueden comprar si eres rico.

 

2013

La cantidad de seres humanos que sufren hambre en el nuevo siglo ha aumentado considerablemente. Las zonas en las que el hambre no es solo causa de muerte sino de problemas graves para el futuro de los seres humanos más jóvenes, han variado.

Ya no se trata de las zonas afectadas por una política desastrosa fruto de la descolonización, las guerras civiles posteriores, intereses económicos de los países desarrollados o las consecuencias del cambio climático.

Hablamos de países teóricamente avanzados social y económicamente que se han visto afectados gravemente por la crisis mundial que empezó a mediados de la década anterior.

Hablamos de sectores de población que de pronto ya no tienen garantizada la ingesta diaria de alimentos frescos constitutivos de una dieta equilibrada.

Hablamos de Grecia o España países afectados por la política económica de austeridad extrema, marcada por los países mejor posicionados de la UE que exigen constantes recortes económicos que afectan la política social, contribuyen a la destrucción de empleo y han convertido en un infierno la vida de miles de personas.

A pesar de que esta situación es real, dramática y lamentable, no resulta extraño encontrarnos a diario con cientos de campañas publicitarias que nos cuentan las excelencias de productos milagrosos que nos permitirán perder peso sin necesidad de renunciar a nuestros pequeños placeres alimenticios.

Perder peso…ese es el objetivo más importante de nuestra sociedad. Pero no porque seamos conscientes de que un peso equilibrado, una dieta sana y ejercicio diario son la clave para mejorar nuestra salud, para ayudar a nuestro cuerpo a realizar las tareas para las que ha sido programado sin estrés añadido.

Para motivarnos la industria de la moda y de la estética, nos muestra los resultados que obtienen mujeres de facciones armónicas y cuerpos perfectos, al consumir tal o cual producto o emplear tal o cual crema reductora de volumen, al prescindir de alguna de las ingestas diarias sustituyéndolas por productos dietéticos.

Tras esta dinámica de motivación y buenas intenciones, no se esconde una preocupación por la salud y el bienestar de l@s ciudadan@s puesto que el aumento de peso es un grave problema sanitario.

Las autoridades califican la obesidad como epidemia. Pero olvidan que la obesidad infantil y adulta en los últimos tiempos se debe a la reducción del consumo de alimentos frescos y el aumento del consumo de alimentos que resultan más asequibles a la castigada economía familiar y a un aumento de los hábitos sedentarios.

Mientras Occidente se mira en el espejo de las modelos de alta costura, como Kate Moss, que lucen modelos imposibles o que deben pasar controles médicos previos a los desfiles debido a que en la mayoría de los casos su índice de masa corporal se aproxima a cifras peligrosas.

En cambio en otras latitudes, la obesidad es un claro indicador de belleza femenina, tan importante que de ello depende el futuro de una mujer.

MAURITANIA: GRANJAS FEMENINAS DE LEBLUH O ENGORDE

Si una mujer quiere encontrar marido en Mauritania debe recordar el aserto popular local que afirma que “una mujer vale todo el oro que cabe en el espacio que ella ocupa en una estera (a mayores muslos, más oro)

El proceso de “engorde” empieza muy pronto, puesto que el peso ideal para conquistar al marido se sitúa en los 100 kilos y si la novia pesa más aumentan las posibilidades de casarse.

Durante un tiempo las activistas en favor de los derechos de la mujer en Mauritania lograron que esta costumbre fuese considerada como un grave problema de salud (diabetes, enfermedades cardiovasculares, afecciones del esqueleto, musculares, ginecológicas…)

Pero tras el cambio de gobierno los avances en este aspecto han experimentado un claro retroceso en las zonas rurales y en las zonas urbanas únicamente plantean un cambio en la forma pero no en el fondo.

Únicamente los sectores más jóvenes, que han accedido a estudios universitarios, rechazan esta imagen que asocia la belleza femenina a la obesidad.

Pero las clases socialmente menos privilegiadas continúan pensando que una mujer obesa es atractiva y que una mujer delgada sencillamente ofrece una imagen de miseria que ningún hombre quiere que asocien con él.

En las zonas rurales, las niñas de entre 5 y 12 años siguen sometidas al lebluh o engorde para resultar más voluptuosas y atractivas.

Durante las vacaciones escolares, sus madres las envian a granjas en las que las obligan a ingerir una dieta diaria de dos kilos de cereal, dos tazas de mantequilla, carne roja y 20 litros de leche de camella lo que equivale a unas 16,000 calorías/día.

Es evidente que tal cantidad de comida provoca en las niñas rechazo o que directamente se sientan enfermas. Las encargadas de que el proceso de engorde sea un éxito, las obligarán a terminar la ración y en el peor de los casos a ingerir de nuevo su propio vómito.

Para lograrlo, para obligarlas a que abran la boca y traguen, sus manos y pies son colocados entre dos palos que oprimen y retuercen los dedos causando un dolor atroz. Saben que pueden llorar, gritar y protestar pero que nadie las ayudará.

El origen de la percepción de que una mujer gorda conviene al joven marido como esposa resulta difícil de concretar.

Para algunos la talla de la esposa representará el espacio que ocupará en el corazón del esposo: cuanto más talla menos posibilidades de que el marido mire a otra.

Para otros que la esposa sea obesa proyecta sobre el marido una imagen de estatus acomodado y poderoso. Esa idea procedería de la época anterior a la llegada de los occidentales. Las mujeres de los hombres acomodados de la comunidad aumentaban de peso al delegar el trabajo en el hogar a los sirvientes. Por tanto la obesidad femenina adquirió estatus de riqueza y deseo entre los hombres ricos.

Nadie habla del Lebluh en público puesto que está considerado como tema tabú.

Por ello muchas jóvenes recurren a otros métodos para ganar peso; pastillas anticonceptivas, pastillas o jarabes que se adquieren en el mercado sin receta, productos de engorde animal.

El método resulta bastante asequible para las familias de las futuras esposas y están convencidas de que es inocuo excepto en caso de sufrir algún tipo de alergia.

Las mujeres de Mauritania padecen severos problemas de salud que excepto a algunos sectores más avanzados o grupos activistas en favor de la mujer, no parecen preocupar a nadie.

Lo único cierto es nuestra relación con los alimentos ha variado de tal forma que deberíamos replantearnos seriamente como optimizar los recursos que destinamos a la producción de alimentos.

Será la única forma de equilibrar la balanza económica y de lograr que los alimentos de primera necesidad lleguen a todos los rincones del planeta.

Pero es evidente que los intereses creados durante décadas por la industria de la alimentación logran cifras de beneficios realmente atractivas y que el reparto equitativo y lógico de los alimentos nunca será posible.

O al menos no lo será por ahora…

1 comentario:

  1. Interesantísimo artículo y horrorizada por lo que hacen en Mauritania. Enhorabuena Blanca. Brillante.

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